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Niño, Costa Rica

Andy Alvarado Alemán nació en Costa Rica, pero le gustaba pasar las vacaciones en la Isla de Ometepe, Nicaragua, donde nació su mamá. LA PRENSA/Cortesía

La historia de Andy, el niño que murió en Costa Rica al caerle un marco de futbol

El niño era hijo de una pareja de nicaragüenses. La familia demandó a la municipalidad de Santa Ana por la tragedia

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Andy Amauri Alvarado Alemán era un niño dulce, extraordinario y diferente a los demás. Su comportamiento y mentalidad eran como los de un adulto, aunque solo tenía 10 años. Quería convertirse en veterinario y cuidar de todos los perros necesitados, pero el 29 de noviembre de 2019 su sonrisa y su sueño se apagaron.

El niño era el menor de dos hermanos, y la tarde de ese noviembre su padre los llevó al parque de Santa Ana, en la provincia de San José, Costa Rica, país donde nació Andy. Lo que sería un momento de recreación y futbol, terminó en tragedia: un pesado marco de futbol cayó sobre el cuerpo de Andy.

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“Me duele demasiado”, fueron las últimas palabras del pequeño, quien fue llevado en estado grave a un hospital de San José. Murió la noche de ese 29 de noviembre a causa de un trauma torácico cerrado, que le afectó los pulmones y le fracturó varias costillas.

El niño era hijo de una pareja de nicaragüenses que emigraron a Costa Rica.

La nicaragüense Iccian Alemán, madre de Andy, recuerda que la última comunicación que tuvo con su hijo fue minutos antes de que fueran al parque. Ella se encontraba en su centro de trabajo cuando el niño le llamó para avisarle que él y su hermano, en ese entonces de 14 años, irían con su papá al parque.

“No habló mucho conmigo, solo me dijo que su papá los había llegado a visitar. Lo escuché súper feliz”, recuerda Alemán, quien volvió a ver a su hijo, pero ya sin vida en la cama del hospital.

“Vuela alto, Andy”

Alemán quedó en shock cuando le dieron la noticia de que su hijo había muerto, pues no se imaginó que el accidente que sufrió Andy era tan grave. “Nunca, nunca pensé que Andy iba a morir”, dice con voz entrecortada la progenitora.

La última noche que Alemán tocó y pasó cerca del cuerpo de Andy fue ese 29 de noviembre. “(Me acerqué) y le dije: ‘Vuela Andy, vuela muy alto'”.

Andy,
A Andy le gustaba ilustrar los cuentos que escribía. “El panda dormilón” fue el último que creó. LA PRENSA/Cortesía
Andy
Andy escribió el final del cuento “El panda dormilón” un día antes de que muriera. LA PRENSA/Cortesía

Después de más de tres años, Alemán aún rompe en llanto cuando hace memoria de su hijo. No ha aprendido a vivir sin su pequeño y los recuerdos dan vueltas en su cabeza. “Fue un niño extraordinario y diferente a todos, era feliz”.

A Andy no le atraía la tecnología y prefería ayudarle a su mamá en los quehaceres de la casa. Le encantaba escribir cuentos, dice su mamá. Antes del accidente fatal, el pequeño escribió “El panda dormilón”, en el que hace referencia a un panda que se pierde y se queda dormido para siempre, y la familia del pandita no lo pudo encontrar y se quedó llorando. “Era como si sabía que se iba”, declara Alemán.

El pequeño también le dejó un dibujo a su mamá y a uno de sus tíos y una carta a su hermano mayor.

Demanda a municipalidad

Luego de la tragedia, Alemán demandó a la municipalidad de Santa Ana por considerar que tiene responsabilidad de que el marco no haya estado sujeto o anclado al suelo, sino que estos se podían mover de lugar. Con esto, la madre de Andy busca evitar que otra familia sufra una pérdida irreparable como la que sufrió ella.

Tras la muerte de Andy, el alcalde ordenó hacer las bases de cemento de las canchas para evitar moverlas o que se cayeran.

Aunque ya se dieron las primeras audiencias, en las que se presentaron las primeras pruebas, el juicio será hasta el 4 de abril de 2024, más de cuatro años después del fatal accidente.

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