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CONTENIDO EXCLUSIVO.Hace tres años, el virus del Covid 19 puso en aprietos a la humanidad y cambió la manera en que funcionaban las cosas. Millones murieron, los servicios de salud a nivel mundial colapsaron. Empresas, gobiernos, entidades financieras reportaron grandes pérdidas económicas. Apareció el teletrabajo, la mascarilla, el distanciamiento físico y se formalizó el saludo con el puño. Las vacunas. Entierros exprés. Toques de queda.
Y cuando, sin estar completamente superada, la pandemia del coronavirus empieza a parecer una cosa del pasado, un nuevo enemigo acecha a la humanidad: la gripe aviar.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha urgido que las personas deben alejarse de las aves infectadas con este virus para evitar contagiarse y reducir el riesgo de sufrir una nueva pandemia que nos vuelva a poner en jaque.
El virus de la gripe aviar A(H5N1) lleva más de dos décadas circulando por el mundo. Desde 2003 hasta noviembre de 2022, se han reportado 868 casos en humanos, de los cuales fallecieron 457, según datos de la OMS. Ninguno de estos había sido reportado en América Latina, pero el pasado 9 de enero de este año, Ecuador hizo saber de una niña de 9 años que se contagió con el virus después de tener contacto con gallinas infectadas.
Otros países como Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Estados Unidos, México, Panamá, Perú y Venezuela ya reportaron la presencia de la gripe aviar. La amenaza es tal, que hasta la dictadura de Nicaragua ha empezado a tomar medidas de prevención, contrario a lo que vimos con la pandemia del Covid 19.
Desde el 22 de diciembre del año pasado, el régimen de Daniel Ortega puso en marcha un plan de vigilancia y prevención de la influencia aviar, que llevó al Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA) a visitar 1,606 granjas avícolas en todo el país. Durante esas visitas se han tomado muestras de 11,746 aves en 201 granjas, además de 107 charlas sobre la prevención de este virus, según los datos oficiales.
“Hemos coordinado con el Ejército y la Policía Nacional e instituciones del sistema nacional de producción, consumo y comercio las diferentes tareas que nos competen para la prevención de la influenza aviaria que es una amenaza a nivel mundial, en Latinoamérica y Centroamérica”, informó a medios oficiales Ricardo Somarriba, director ejecutivo del IPSA.
El pasado tres de febrero, LA PRENSA reportó que el IPSA ordenó cesar todas las importaciones de productos de aves y sus derivados desde Costa Rica, después de que este país detectara la presencia del virus. No se emitió un comunicado oficial, sino que el IPSA notificó de manera verbal a los importadores. Se desconoce si la medida también ha sido aplicada con otros países que reportaron la presencia de la gripe aviar.
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Esta última semana, entre el 13 y 17 de marzo, Nicaragua organizó un simulacro para prevenir la introducción del virus al país. En este participaron técnicos de todo el sistema nacional de producción y consumo, así como el sector avícola, la Policía, el Ejército, el Ministerio de Salud, el Sistema Nacional de Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred) y otros organismos internacionales.
Somarriba precisó que Nicaragua tiene 338 puntos de vigilancia en zonas de riesgo, que son humedales, lagos, lagunas, ríos donde llegan aves migratorias enfermas y dijo que están protegidos los aeropuertos, puertos y fronteras marítimas cuarentenarias, así como el resguardo de las granjas de pollo con todas las medidas internacionales.
Gripe aviar, ¿peor que el Covid 19?
La gripe o influenza aviar es una infección por virus tipo influenza A, que afecta a aves silvestres, acuáticas y de corral. “Raramente afecta al ser humano y parece ser que los patos son los hospederos o reservorios del virus”, explica el epidemiólogo Leonel Argüello.
Este virus se transmite por contacto con secreciones del ave como la mucosa, saliva, sangre o heces fecales y también por contacto con la superficie en donde estuvo el ave infectada. Ha sido encontrada en pollos, patos, pelícanos, gansos y demás.
Las aves presentan síntomas leves como tos, estornudos, secreción en ojos y nariz, plumaje erizado y disminución en la producción de huevos, y también algunos síntomas graves, como congestión y acumulación de líquidos en la cabeza, hemorragias o diarrea.
“La gripe es de una alta transmisibilidad y mortalidad especialmente en los pollos, lo que preocupa es que el virus puede volverse más agresivo, causar un impacto económico fuerte, aumentar los costos de aves, huevos, y potencialmente pueda infectar a un ser humano y a partir de ahí trasmitirla a otros, por eso es tan importante su vigilancia y reporte internacional”, señala Argüello.
Por su parte, el epidemiólogo Carlos Quant indica que este virus todavía no ha podido transmitirse de persona en persona, pero podría hacerlo si este desarrolla y daría origen a una pandemia todavía peor que la del Covid 19.
“Ya hemos tenido varias pandemias de influenza y por supuesto que existe un riesgo que esta influencia aviar se transmita eficientemente de persona a persona y luego se convierta en una verdadera pandemia. Sería una pandemia todavía de mayores proporciones que la del Covid 19. Todavía no se ha dado ese paso, así que se puede evitar que dé el salto tomando las medidas de precaución, controlando la infección en aves que pueden estar infectadas”, advierte Quant.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) hizo una advertencia similar en enero. “En general, los casos en humanos son puntuales y, cuando han ocurrido, no se han diseminado fácilmente de persona a persona. Sin embargo, el riesgo de establecerse transmisión sostenida entre personas existe, y finalmente podría desencadenar en un brote o hasta en una pandemia”
Los primeros casos de gripe aviar en humanos se registraron a finales de los noventa en Hong Kong y desde entonces, no se ha podido comprobar que el virus se haya transmitido entre personas.
En este lado del mundo, los primeros casos de gripe aviar se reportaron en 2014 en Estados Unidos y Canadá, y luego llegó a México y países de Sudamérica, lo cual coincide con la ruta migratoria de las aves, que entre septiembre y noviembre, dependiendo del clima, se mueven del norte al sur, según explicó la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
“Siempre que los virus de la influenza aviar circulan entre las aves, existe el riesgo de aparición esporádica de casos humanos. Hasta ahora, se han confirmado dos infecciones humanas en la región: la primera en abril de 2022 en los Estados Unidos y la segunda, el 9 de enero de 2023, en Ecuador”, dijo la OPS en enero de este año.
Además de la menor reportada en Ecuador, en febrero de 2023, un niño falleció por gripe aviar en Camboya y su padre también se contagió. El 24 de ese mismo mes, China reportó el contagio de una mujer de 53 años. Es decir, que en lo que va del año ya se ha conocido de cuatro casos positivos y un fallecido. Hasta el momento, todavía no se reportan casos de humanos infectados en Centroamérica.
El epidemiólogo Quant explica que los síntomas de gripe aviar en humanos pueden confundirse fácilmente con un catarro común, pero en casos más graves, la persona infectada puede desarrollar neumonía, insuficiencia respiratoria y choques sépticos. “La letalidad puede ser alta en formas graves de la enfermedad”, detalla.
También hay manifestaciones gastrointestinales, como vómito, diarrea y dolor abdominal, además del malestar general, fiebre y algunas personas pueden desarrollar conjuntivitis.
El doctor Argüello señala que hay personas que pueden no presentar síntomas y que el virus puede entrar al cuerpo humano a través de los ojos, nariz, boca y también al respirar porque se puede inhalar. “Su diagnóstico solo puede hacerse por laboratorio y ayuda conocer los antecedentes de contactos de personas con aves”, dice el epidemiólogo.
¿Cómo prevenir el contagio?
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió en enero de este año que las principales personas que están en riesgo de contraer el virus son las expuestas a aves infectadas (domésticas, silvestres o en cautiverio), como los tenedores de aves y el personal involucrado en el control de los brotes, y por ello recomienda el uso de equipo de protección personal y otras medidas de higiene y saneamiento.
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“No es remoto que tengamos en Nicaragua pronto, si es que no lo tenemos ya, un brote, porque ya se han reportado casi en toda Centroamérica. No creo que estemos ajenos a esta situación, así que hay que estar alertas a que aparezcan casos en aves y luego en seres humanos”, señala Quant.
El epidemiólogo Leonel Argüello recomienda que las personas que resulten infectadas deben mantenerse aisladas durante diez días. La prevención de esta enfermedad, explica el médico, se basa en evitar el contacto con aves, aunque no parezcan enfermas.
En caso de ser necesario mantener contacto con aves, es recomendable usar mascarilla, guantes, anteojos protectores y lavar la ropa. También lavarse las manos con agua y jabón al menos por 40 segundos. También evitar tocarse los ojos, nariz y la boca
“Si están enfermándose o falleciendo las gallinas, gallos y pollos, notifique a sanidad animal del Ministerio de Agricultura y al Ministerio de Salud para que la alerta se multiplique”, recomienda Argüello. También es importante que la persona se vacune contra la influenza.
Por su parte, el doctor Quant menciona que es necesario sacrificar a las aves cuando están infectadas y que, el consumo de carne o huevos de un ave infectada, representa un riesgo menor de contagio, pero el problema está en la manipulación de la carne para su preparación.
“Hipotéticamente, si se mete al fuego, uno puede matar el agente infeccioso, pero la manipulación, el descuartizamiento, cuando se prepara el alimento, obviamente uno hace contacto con secreciones del ave, como la mucosa, sangre, las heces, y ahí se puede exponer al contacto la persona. Ese es el principal problema”, advierte.
El 21 de octubre del año pasado, el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRS) emitió una alerta para que los países del istmo elevaran los niveles de vigilancia y control después de que México reportara casos de gripe aviar. Estas son las 10 medidas orientadas, de las cuales algunas, en apariencia, están siendo aplicadas por el régimen de Daniel Ortega:
1. Restringir el ingreso de aves procedentes de países, áreas y establecimientos que estén afectados con esta enfermedad.
2. Capacitar al personal de los servicios nacionales de cuarentena en las formas de transmisión de esta enfermedad y las vías de riesgo.
3. Aplicar medidas de limpieza y desinfección a los contenedores que transportan productos procedentes de países afectados.
4. Mantener y fortalecer las medidas de bioseguridad en todos los puntos de la cadena de producción.
5. Si se observan aves enfermas o muertas, sobre los valores normales esperados, comunicarlo inmediatamente a las autoridades sanitarias.
6. Fortalecer la capacidad diagnóstica en los laboratorios locales y regionales.
7. Implementar una campaña de comunicación y divulgación sanitaria con el sector productivo local y en conjunto con las autoridades portuarias, aeroportuarias, navieras y aerolíneas comerciales, invitando a los pasajeros a conocer el riesgo de introducción de la enfermedad a los países de la región.
8. Si se observa mortalidad de aves silvestres en lagunas, humedales o áreas donde frecuentan este tipo de poblaciones, notificar de inmediato a las autoridades, con el propósito que se tomen las medidas necesarias en el estudio del caso y su control.
9. Establecer medidas de protección para las aves silvestres, evitando la caza indiscriminada y la destrucción del hábitat natural.
10. Notificar de forma oportuna ante un posible brote de IAAP a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), con el fin de alertar a los demás países y tomar las medidas sanitarias pertinentes.