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CONTENIDO EXCLUSIVO.Si Yoel Lacayo Wilson no se hubiera ido de su casa a los trece años para trabajar en un circo, probablemente hoy sería futbolista, o se habría dedicado a estudiar. Eso es lo que él cree ahora que se ha convertido en un artista circense y se ha especializado en hacer acrobacias sobre “El péndulo de la muerte”
Su talento como pendulista lo llevó a presentarse con el circo Madagascar en el Festival de Circo Europeo 2022-2023, que se realizó en Milán, Italia el pasado mes de febrero. En esa ocasión, le otorgaron un reconocimiento por su destacada participación, el cual recibió con la bandera de nuestro país en manos, mientras los espectadores gritaban en coro “Nicaragua, Nicaragua”, recuerda el joven, quien este domingo 12 de marzo está cumpliendo 27 años.
Yoel es originario de Bluefields. Es el mayor de cinco hermanos. Se define como una persona humilde y saca pecho de no tener vicios. “Nunca he fumado, ni he tomado”, dice. Antes de convertirse en un artista circense, su infancia había sido “muy normal” en el barrio Loma Fresca, cuenta. Jugaba a los bolsazos de agua con sus amigos, iba a recoger conchas en la costa del mar y, sobre todo, le gustaba jugar futbol.
Todo eso lo dejó atrás un día del año 2009, cuando el circo guatemalteco hermanos Pelusa llegó a Bluefields por dos semanas para presentar sus funciones. Yoel asistió como un espectador más y desde entonces se enamoró del circo. Le encantaron los payasos, los malabares, pero nada le gustó más que el acto de “El péndulo de la muerte”.
El péndulo es una enorme estructura de metal con dos aros unidos por barras. En cada aro se sube una persona: una hará acrobacias y la otra normalmente ayuda a equilibrar la estructura mientras va girando.
Yoel es el que hace las acrobacias y las hace sin usar cuerdas, arnés, ni redes de seguridad. Es casi un acto mortal con movimientos que deben ser precisos. Cualquier error, puede resultar en tragedia. “El miedo siempre está porque el miedo nunca se pierde. Hay momentos donde uno se escapa de caer, pero hay que batallar con eso y tener precaución”, comenta.
Debutó en Managua
En Bluefields, Yoel suplicaba a los del circo que lo dejaran ir con ellos en la gira que hacían por Nicaragua y la dueña del circo finalmente lo aceptó para que trabajara como su mensajero. Su madre, doña Roxana Wilson, no le dio permiso para que se fuera, pero el niño se escapó de todos modos.
Con ese circo estuvo de gira por varias ciudades del país, luego estuvo en Honduras, El Salvador y Guatemala. Yoel dormía en una casa rodante que le pertenecía al circo y trataba de comunicarse con su madre por teléfono todos los días.
Mientras vivió lejos de su familia, aprendió a comer de todo, según los lugares a los que iba, y comenta que nunca necesito de atención médica. De vez en cuando le daba gripe o fiebre, pero nada de gravedad.
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Un día, el pendulista del circo, Henry Cristóbal Guadamuz, decidió que se iba a retirar porque había tenido una caída durante una función y se fracturó una rodilla, pero antes, debía preparar a quien sería su reemplazo. Guadamuz probó a varios de los miembros del circo y finalmente decidió que Yoel y otro joven serían sus discípulos.
El circo regresó a Nicaragua en 2015, y en una presentación en marzo de ese año en Managua, fue el debut de Yoel. El joven recuerda que estaba ansioso, pero que lo hizo muy bien y desde entonces perdió el miedo.
Con el tiempo, Yoel consiguió trabajo en otros circos. Estuvo con el circo Mágico y el circo Mundial de Honduras, y también con el circo de los hermanos Ponce en Guatemala. También se presentó con el circo de Renato, Rey de los Payasos y el circo de los Pirrimplines.
Con todos estos circos viajó desde México hasta Panamá, de función en función, y también mejorando su técnica sobre el péndulo. Fueron siete años en los que Yoel estuvo lejos de Bluefields, porque cuando los circos visitaban Nicaragua, ninguno incluía a su ciudad natal dentro de la gira.
En 2016, Yoel logró convencer a los que organizaban las giras en el circo para el que trabajaba, de que incluyeran a Bluefields en una nueva gira que harían en Nicaragua y solo así fue que el joven pudo llegar nuevamente a su ciudad y ver a su familia. Se había ido de trece años y ya tenía 20.
“Todos en Bluefields me decían: ¡Chavalo, ya te creciste! ¿Qué te habías hecho?”, relata, y él les contaba sobre sus viajes y su talento como pendulista. Su familia llegó a verlo a la función, pero a su madre le dio mucho temor que su hijo sufriera un accidente y apartó la cara. Según Yoel, hasta la fecha, su madre no ha podido verlo porque teme ver morir a su hijo mientras desafía a la gravedad.
El péndulo en Italia
Por sus viajes a toda Centroamérica y México, Yoel conoció a varios artistas circenses de la región y de otras nacionalidades que se hicieron sus amigos, de manera que, a inicios del 2022, recibió una llamada de los hermanos Ray y Rony Navas, que son dos artistas circenses alemanes, y según Yoel, “son de los mejores del mundo”.
Los hermanos Navas le dijeron que iba a haber un festival en Europa y que el circo Madagascar estaba buscando un pendulista para que participara en un acto. Yoel envió un video haciendo una de sus mejores rutinas y cuenta que le tocó competir con otros pendulistas de la región que también mandaron sus videos.
Nueve meses después, lo contactaron del circo Madagascar y le dijeron que él había sido seleccionado para viajar a Italia y participar en el festival.
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Cuando llegó a Italia, se dio cuenta que tenía un enorme reto por delante debido a que el péndulo que tenían allá era mucho más grande al que él estaba acostumbrado. “Yo hacía en una rueda de un metro con 80 centímetros y el péndulo allá era mucho más grande. Era una rueda de dos metros con 30 centímetros”, relata.
Los hermanos Navas se pusieron a entrenar con él y en pocos días pudo dominar el enorme péndulo, sin embargo, tuvo un par de caídas que le dejaron una herida en un dedo de la mano izquierda y otra en el codo.
El 10 de febrero, Yoel finalmente se presentó con el circo Madagascar en la ciudad de Turín, y dos días después, le tocó otra presentación en Milán. Él cuenta que a los espectadores les encantó su acto y los directores del circo le ofrecieron un contrato para futuras presentaciones en junio y julio de este año, de las cuales todavía no sabe en dónde se realizarán, pero le han adelantado que podría ser en Alemania, Francia o Hungría.
Además de su participación como pendulista, Yoel está emocionado porque también participará en una liga de futbol de artistas circenses en Europa, en la cual dice que dará lo mejor de sí mismo como delantero. De hecho, es fanático del futbolista portugués Cristiano Ronaldo, y mientras estuvo en Turín, aprovechó para visitar el estadio del equipo de esa ciudad, llamado Juventus, en donde Ronaldo jugó en 2018.
De momento, Yoel se encuentra en su natal Bluefields con su familia. Tiene programada una presentación en Managua para el próximo 31 de marzo, en el predio frente a Metrocentro, y además del contrato que ya firmó con el circo Madagascar, dice que tiene otras ofertas de circos en Argentina, Brasil, Chile, Guatemala, Alemania, y otros países.
Él cree que, desde su presentación en Italia, muchos circos del mundo han empezado a mostrar interés en los artistas circenses nicaragüenses, de manera que él ya ha pasado algunos contactos y recomendaciones a esos circos “para que los artistas nicaragüenses sigamos creciendo y tengamos más oportunidades”.