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CONTENIDO EXCLUSIVO.La vida de Denis Estrada tiene un orden. “Primero está Dios. En segundo está mi familia, y de tercero el beisbol. Son las tres cosas que yo amo y llevo en la sangre”, cuenta el hombre de 33 años.
Él es originario de Managua, pero desde 2018 vive en España junto a su familia, en donde le ha tocado trabajar en el campo, montar casetas para ferias y ser conductor de artistas internacionales como Ñengo Flow, Nati Natasha y Daddy Yankee.
La historia de Denis Estrada es una llena de beisbol. Nació el 16 de julio de 1989 siendo el hijo único del matrimonio entre don Francisco Estrada y doña María Alejandra Díaz. Estando recién nacido, su padre se fue a estudiar a Cuba y su madre trabajaba todo el día como cocinera en el Ministerio de Gobernación.
El pequeño Denis quedaba al cuidado de sus abuelos paternos Daniel Estrada y María Esther Alegría, que vivían en el reparto 14 de junio. Cuando tenía ocho años, un señor llegó a preguntar por él para meterlo en un equipo de beisbol. “Yo nunca había agarrado una pelota”, cuenta ahora.
Por ser zurdo, Denis empezó jugando en primera base en esa liga de barrio y ahí nació su gusto por ese deporte. Fue hasta los doce años que un entrenador vio que tenía buen brazo para ser pícher, así que se lo llevó a jugar al equipo de la colonia 14 de septiembre y lo pusieron a lanzar.
Denis se destacó con sus lanzamientos en la categoría de menores y su equipo de la colonia 14 de septiembre resultó campeón nacional en 2001. Para entonces, el jovencito ya era uno de los fanáticos más fieles del Bóer, el equipo más famoso de Managua.
El Bóer
A finales del 2001, Denis ya estaba bien enamorado del beisbol y como todo jovencito en esa época, escuchaba a Daddy Yankee en sus inicios. “Desde que empezó con la tiradera lo escuchaba y ya luego con el reguetón y el género urbano”, cuenta.
Para entonces, Denis no pensaba en que podía llegar a conocer al artista algún día, y en su cabeza solo cabía el beisbol. Como campeón nacional, Denis viajó con el equipo de la colonia 14 de septiembre a Panamá representando a Nicaragua en un torneo latinoamericano de beisbol juvenil y él fue el abridor en el partido contra la selección de Colombia.
En ese juego, Denis resultó ser el pícher ganador, y cuando regresó a Nicaragua fue ovacionado por el equipo y por su familia. En aquellos tiempos, Denis recuerda que lanzaba 65 millas por hora y tenía como compañero a Juan Carlos Ramírez, un pícher que llegó a jugar con los Filis, de Filadelfia, en el beisbol de grandes ligas de Estados Unidos.
A los 16 años, Denis pasó a jugar a la categoría Mayor A en donde pichó para varios equipos, y mientras estaba con el American College, en 2008, fue contratado por equipo de Matagalpa, de la primera división de beisbol profesional.
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Para entonces, Denis tenía 19 años y ya lanzaba 85 millas por hora. Llegaba a Matagalpa como un pícher novato para servir como relevista y la primera bola que le tocó lanzar fue en una semifinal contra el equipo de sus amores, el Bóer.
“Ni yo mismo me lo creía. El primer bateador que me tocó enfrentar fue Aníbal Vega”, relata. “Me bateó uno de sacrificio”, recuerda. Su familia, también boerista, vio aquel partido en casa y con muchas sensaciones encontradas, “pero yo sé que estaban orgullosos de mí”, comenta Denís.
Esa semifinal la ganó Matagalpa, y fueron a jugar la serie final contra Granada. El equipo de Denis ganó la final en siete partidos, de manera que el joven novato salió campeón en su primera temporada como profesional.
Grandes ligas
El siguiente año, la liga profesional de beisbol en Nicaragua se regionalizó y pasó a llamarse Campeonato Nacional de Beisbol Superior “German Pomares Ordoñez”. Las nuevas reglas establecían que los jugadores pasarían a integrar los equipos de sus departamentos natales. El nombre de Denis Estrada salió en la lista del Bóer.
Para un beisbolista, no hay cómo jugar para el equipo que siempre amó, y eso le pasó a Denis cuando lanzó para el Bóer, sin embargo, solamente lo hizo durante media temporada porque pronto le llegaría una oportunidad.
Un reclutador de los Cachorros de Chicago lo invitó a realizar una prueba junto a otros peloteros jóvenes y al final del día, decidieron que lo contratarían a él para ir a jugar a las grandes ligas en Estados Unidos, pero antes debía pasar por todo un proceso de preparación.
Tras varios meses de espera y gestiones, Denis viajó a República Dominicana para participar en una liga de verano que le serviría como fogueo previo. Ahí se dio cuenta que el nivel de los jugadores era mayor al que había en Nicaragua de manera que debía esforzarse.
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Denis estuvo tres años entre Nicaragua y República Dominicana. Se iba en mayo y regresaba con su familia cada noviembre. Para el tercer año, Denis ya lanzaba 93 millas por hora, pero una lesión en el hombro y otra en el codo lo hicieron retirarse del montículo.
Para ese año, la franquicia de los Cachorros cambió de dueños e hicieron recortes de jugadores. “En uno de esos recortes me sacaron a mí”, cuenta. Regresó a Nicaragua a mediados de 2012, jugó solamente una temporada con Jinotega y se retiró del deporte. Tenía 23 años.
Mientras jugaba con Jinotega, Denis conoció a Suyén Arauz, quien era una ejecutiva de ventas de una empresa de frituras, y tenía reuniones de trabajo en el hotel donde Denis se quedaba. Con el tiempo se hicieron amigos, empezaron a salir y se casaron. En 2018 tuvieron su primer hijo, al que llamaron Francisco.
Daddy Yankee
Con el estallido de la crisis política, la familia decidió migrar a España, en donde fueron recibidos por familiares y como el pequeño Francisco tenía apenas tres meses de nacido, a Denis le tocó trabajar para que no les faltara nada. Primero, trabajó cortando aceitunas y luego, montando casetas para ferias de verano.
En España, Denis se integró a un equipo de beisbol llamado Tiburones, de la ciudad de Málaga, de la primera división de ese país. Entró como lanzador y cuenta que se iba destacando partido a partido.
En uno de tantos juegos, enfrentó a un equipo llamado Benamejí, cuyos directivos y entrenadores después lo buscaron a él para ofrecerle que jugara con ellos. Denis aceptó y desde 2021 juega para ellos como pícher abridor.
A pesar de que España no es un país tan beisbolero, Denis dice que poco a poco va creciendo el interés en este deporte y que por allá se habla mucho de la calidad de los peloteros nicaragüenses.
En el equipo ha ido haciendo amigos y la familia de uno de ellos le ofreció trabajo como conductor en la empresa que tienen, y que se dedica a organizar eventos a artistas internacionales. El verano pasado a Denis le tocó ser el conductor privado de uno de sus cantantes favoritos: Daddy Yankee.
“Me sorprendió su humildad. Me daba la mano y siempre me daba las gracias”, recuerda y cuenta que fue Daddy Yankee quien le dijo que se tomaran una foto para que le quedara a él de recuerdo.
Denis también ha sido conductor de otros artistas como Ñengo Flow y Nati Natasha, pero para él, la experiencia más inolvidable ha sido con Daddy Yankee.
La familia de Denis ahora es más grande. En 2019, tuvo dos gemelas llamadas Suyen y Denise, y hace 15 días nació su cuarta hija, a la que nombraron Aitana. Su hijo Francisco tiene cinco años y está mostrando interés en el beisbol. “Quiere ser lanzador como papá”, dice Denis con orgullo.