La exprisionera política nicaragüense, Samantha Jirón, manifestó en un foro realizado por la Voz de América (VOA), que aunque ahora está en libertad todavía tiene la pesadilla de que está presa, sin embargo, dejó claro que los más de 14 meses en prisión no la amilanaron.
Jirón, de 23 años, expresó que estuvo presa no solo por su activismo político sino por ser joven, ya que la dictadura le teme al cambio que los jóvenes representan.
“El régimen le tiene miedo a los jóvenes, porque los jóvenes vamos a ser los futuros presidentes, los futuros funcionarios, los futuros defensores, somos los que vamos a levantar el país, entonces tiene miedo a un cambio”, manifestó.
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Jirón es probablemente la más joven del grupo de 222 personas que estaban presas en Nicaragua por oponerse a la dictadura de Daniel Ortega y que el pasado jueves 9 de febrero fueron desterrados a Estados Unidos.
La joven es estudiante de Comunicación Social y hacía activismo político al momento de su detención en Managua, en noviembre de 2021. Estuvo presa en la Cárcel de Mujeres La Esperanza.
“Me cuesta dormir y he estado teniendo todos estos días pesadillas que estoy presa todavía”, dijo la joven. Además expresó la necesidad de recibir terapia psicológica, cuando mencionó que no puede dormir fácilmente y que cuando lo hace tiene esa pesadilla.
También manifestó que cuando bajó del avión que los llevó a Estados Unidos esperaba abrazar a su mamá, sin embargo, su madre continúa en Nicaragua y ella no lo sabía; aunque sí aprecia estar en libertad.
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En el foro de la Voz de América también estuvieron presentes el gerente general de LA PRENSA, Juan Lorenzo Holmann y el líder campesino Medardo Mairena, también excarcelados políticos despatriados de Nicaragua.
Policías no les permitían rezar en el Chipote
Mairena reveló en el foro que los policías no les permitían ni rezar en la celda, por eso lo tenían que hacer en secreto.
Mairena, y al menos otros 40 opositores, estuvieron presos en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como “el nuevo Chipote”, que se considera una cárcel de máxima seguridad, aunque se supone que son celdas preventivas, para personas bajo investigación.
El líder campesino es uno de los presos que cambió dramáticamente su apariencia, bajó más de 80 libras de peso, tras realizar un huelga de hambre en la prisión para que los sacaran de la celda de castigo.
Mairena recordó que cuando estaba preso se dio cuenta que su hermano murió en un accidente y comenzó a rezar por su alma la Novena del Santo Rosario, pero si los policías lo escuchaban lo callaban.
“Cuando alguien muere nosotros los católicos rezamos la Novena, pero teníamos que rezar calladitos porque siempre había un guardia a la orilla del portón diciendo ‘bajen la voz’, entonces para poder rezar el Rosario nosotros nos poníamos cerquita, para rezar secreto, uno llevaba un misterio, otro llevaba otro misterio del Santo Rosario”, relató Mairena, quien en ese momento compartía celda con otro presos que no quiso identificar, pero dijo que sabían rezar el rosario.
Aún así, Mairena y Holmann contaron que había custodios que eran amables y que incluso llegaron a tener buena relación con algunos presos políticos, pero cuando los superiores se daban cuenta de eso, ya no los volvían a ver.
También los médicos que los atendían tenían prohibido empatizar con los presos políticos y aunque algunos presos estaban muy enfermos, las autoridades policiales no le permitían a los doctores darles los medicamentos correspondientes ni conversar más de lo debido.
Por su parte, Holmann habló en el foro de la importancia de mantenerse positivos y con mucha fe en Dios durante los más de 500 días que estuvo preso en el Chipote.
Holmann fue detenido por ser la cabeza de LA PRENSA, un medio de comunicación que el próximo 2 de marzo cumplirá 97 años de existencia y que ha resistido ataques y censuras de diferentes dictaduras que ha vivido el país a lo largo de su historia
Aseguró que LA PRENSA seguirá resistiendo como lo ha hecho siempre y seguirá informando a los nicaragüenses, pese a la censura de dictaduras como las de Daniel Ortega.
Las oficinas del Diario LA PRENSA en Managua fueron allanadas por la Policía casi el mismo día que Holmann fue detenido y llevado al Chipote. Actualmente las instalaciones del Diario fueron convertidas en un instituto de educación técnica del régimen orteguista.