14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

El martirio de monseñor Álvarez

Contenido Exclusivo CONTENIDO EXCLUSIVO.

Monseñor Álvarez

Independientemente de nuestras creencias religiosas e incluso de la ausencia de ellas, nadie con algo de sentido común puede negar que monseñor Rolando Álvarez está preso, enjuiciado y, próximamente, condenado por defender su fe, su religión y su verdad. Es un hombre que pasó de la proclamación de sus ideas a sostenerla con su propio sufrimiento y hasta exponer su vida misma por ellas. A monseñor Álvarez le hubiese resultado fácil callarse, desdecirse o negar lo que proclama para cambiar su suerte. O aceptar el exilio. Aparentemente no lo ha hecho y está pagando con tormento la decisión de mantener su testimonio.

Martirio

El sufrimiento de Álvarez es el testimonio de ciertos valores que se oponen a los de quienes lo persiguen. Y en esta simple definición encontramos el origen de los conceptos “mártir” y “martirio”, que vienen de las palabras griegas “martys” y “martyrion” (testigo y testimonio), entendidos en aquellos primeros tiempos como la verdad de lo que se vio o conoció, sostenida por alguien. Luego derivó en la decisión de alguien de sostener esa verdad hasta la muerte y así llegó al cristianismo.

Cristianos

Si alguien sabe de martirio son los cristianos. ¡Jesús mismo muere clavado en la cruz! Una muerte dolorosísima. Bastaba que negara ante Pilatos su predicamento para que hubiese evitado el tormento. Durante siglos la Iglesia cristiana soportó una persecución sangrienta. Miles fueron crucificados, quemados vivos, echados a las fieras para diversión pública, entre otras muertes crueles, como consecuencia de su fe o el testimonio que daban. Y eso merece respeto, independientemente estemos de acuerdo o no en lo que sostenían. Porque no estoy hablando de religión, sino de historia. ¿Cómo no ver en monseñor Álvarez y resto de sacerdotes y religiosos, encarcelados, desterrados, exiliados y perseguidos, a los herederos legítimos de aquellos mártires cristianos?

Nerones

Es interesante para nuestro caso que, en el siglo 18, el papa Benedicto XIV establece que el martirio tiene dos actores principales: El “perseguidor o tirano” y el “mártir”. Daniel Ortega y Rosario Murillo pasarán a la historia como los perseguidores de la Iglesia católica de Nicaragua. Los nerones de estos tiempos.

Concepto

Obviamente, la Iglesia católica, como en todo, tiene sus criterios bien definidos para considerar a una persona mártir. Esa es una discusión aparte a la que no me voy a meter. La Real Academia Española (RAE) define el martirio como la “muerte o tormentos padecidos por causa de una religión, unos ideales”. Este es un concepto mucho más amplio que va más allá del cristianismo e incluso de las religiones. Mártir es Pedro Joaquín Chamorro Cardenal. Pagó con su vida las ideas que sostenía.

Riesgos

He intentado graficar el martirio en tiempos de Daniel Ortega y Rosario Murillo con la figura de monseñor Álvarez por la antigua vocación de martirio que hay en el cristianismo. Pero martirio es también el que sufren los otros sacerdotes y resto de presos políticos. Todos están padeciendo tormentos como consecuencia de sus ideales, de su testimonio. Si no todos, muchos de ellos sabían que iban a sufrir represalias por los ideales que proclamaban y aún así decidieron sostener su verdad a costa de la cárcel, la tortura y el riesgo inminente de morir en las mazmorras del régimen. ¿Cómo no ver en los presos políticos a los herederos de Pedro Joaquín Chamorro?

Presos políticos

Los presos políticos todos, monseñor Álvarez y sacerdotes incluidos, siguen dando testimonio con su sufrimiento. Los han aislado. Ultrajado, atormentado, vilipendiado, pero su mensaje sigue ahí. Como dije al comienzo, podemos incluso estar en desacuerdo con lo que proclamaron, pero siempre tendrá mi respeto y admiración un hombre o mujer que argumenta con su vida su fe o ideales. Los metieron en la cárcel para callarlos, pero su mensaje se volvió más poderoso. Son silencios que gritan. ¿Los oyen? Eso es lo que los antiguos griegos llamaban “testigos” y “testimonios”, las palabras que dieron origen a lo que ahora conocemos como “mártires” y “martirio”. Nicaragua sabe de eso.

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí