A raíz de la puesta en marcha del parole humanitario que permitirá que cada mes entren a Estados Unidos -de manera legal y por vía aérea- 30 mil ciudadanos de Nicaragua, Cuba, Haití y Venezuela, los nicaragüenses que permanecen en centros detención estadounidense y no puedan demostrar que son víctimas de persecución, serán deportados a Nicaragua.
“Los nicaragüenses que están en centros de detención migratorios en los Estados Unidos ya están en el proceso legal acá. Y van a tener que ver cómo sigue ese proceso. Pueden ser devueltos a Nicaragua al fin de ese proceso si no establecen una base legal para quedarse en los Estados Unidos”, advirtió Blas Nuñez-Neto, subsecretario interino de Política Fronteriza e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés), en una conferencia de prensa con periodistas nicaragüenses.
Además, reiteró que devolverán a México a las personas que sigan llegando a ese país para entrar de forma irregular a Estados Unidos. “Si vienen a México y tratan de cruzar irregularmente la frontera van a ser devueltos a México. Además, van a perder la oportunidad de ser elegibles para el proceso (de parole humanitario)”, señaló Núñez-Neto.
Esta advertencia seguramente incrementará las deportaciones desde Estados Unidos y México. Desde el inicio de la crisis que enfrenta Nicaragua, ambos países han deportado a más de 12 mil nicaragüenses. Hasta ahora han sido más numerosas las expulsiones de México. Funcionarios estadounidenses han reconocido que las “frías relaciones” con el régimen Ortega Murillo han impedido el establecimiento de convenios de deportación, por lo que la vía más usada es México.
Estados Unidos expulsó al 1.2 % de los que ingresaron
Según cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus sigla en inglés) desde el inicio de la crisis en 2018 y noviembre de 2022, procesaron a 290,855 nicaragüenses que entraron sin visa a ese país y deportaron a menos de 5 mil.
El informe del año fiscal 2022 publicado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés), entre los años fiscales 2021 y 2022, es decir entre el 1 de octubre de 2020 y el 30 de septiembre de 2022, Estados Unidos acumuló 235 mil expedientes de migrantes de Nicaragua no retenidos. En ese mismo periodo expulsó a 3,502 nicaragüenses.
De acuerdo al informe, a 964 los deportó entre octubre de 2020 y septiembre de 2021; es decir durante la etapa más fuerte de la pandemia. Pero en el siguiente año fiscal que se cuenta desde el 1 de octubre de 2021 al 30 de septiembre de 2022, la cifra se elevó a 2,538. Esto significa que casi se duplicó con respecto a los 1,416 expulsados entre octubre de 2019 y septiembre de 2020, cuando inició el éxodo de los nicaragüenses
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En total desde el octubre de 2019 a septiembre de 2022 Estados Unidos expulsó a 4,918 nicaragüenses. Eso representa casi la mitad con respecto a los 7,382 nicaragüenses que México deportó desde 2018 hasta octubre de 2022.
Endurecen el ingreso irregular e imponen castigos más fuertes
Además, implica que desde el inicio de la crisis que dio origen a esta fuga masiva de nicaragüenses, en conjunto Estados Unidos y México han deportado a 12,300 nicaragüenses. Cifra que podría dispararse en los próximos meses, empujada por las expulsiones que se deriven del mecanismo de citas en línea. Comenzó a funcionar este 12 de enero y es exclusivo para los que entraron a México antes del 9 de enero.
El mecanismo de citas que se programan a través de la aplicación CBP One permitirá a los nicaragüenses que están en el Centro y Norte de México desde antes del 9 de enero, presentar su caso ante un oficial de migración. La presentación la podrán hacer en los Puertos de Entrada de Brownsville, Eagle Pass, Hidalgo, Laredo y El Paso (Paso del Norte) en Texas. En el de Nogales en Arizona. Y en los de Calexico y San Ysidro (Peatonal Oeste–El Chaparral) en California.
“Mientras tenemos Título 42 esas personas van a tener que comprobar que merecen una excepción a esta medida de salud pública. Y esas excepciones se basan en vulnerabilidades”, advirtió Núñez-Neto. Además, confirmó que “los individuos que se encuentran de manera irregular en la frontera van a ser expulsados a México si son ciudadanos de Nicaragua”.
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El funcionario insistió en que a cambio de la “apertura de canales robustos y bastante amplios para migrantes de Nicaragua que están buscando venir a los Estados Unidos”, endurecieron el ingreso irregular y lo castigarán. Para ello, establecieron “consecuencias fuertes para los individuos que a pesar de todas estas vías legales que estamos poniendo cruzan de manera irregular en la frontera”, dijo Núñez-Neto.
Nicaragua ya no atiende a los deportados
Como parte de estas nuevas disposiciones México asumió el compromiso de recibir cada mes, a 30 mil ciudadanos de Nicaragua, Venezuela, Haití y Cuba que sean devueltos por Estados Unidos. Adicionalmente, cuando cese la aplicación de la norma sanitaria conocida como Título 42 que se impuso por la pandemia, retomarán la norma conocida como Titulo 8. Este contempla expulsiones masivas y expeditas, pues permite calificar como inadmisibles a las personas que cruzan irregularmente la frontera.
Extraoficialmente se sabe que cada mes llega un avión procedente de Estados Unidos lleno de nicaragüenses deportados. Mientras que desde México, la frecuencia de estos vuelos es semanal, generalmente los miércoles. Todo esto ocurre ante la indolencia del régimen Ortega Murillo.
Hasta 2019 el régimen mantuvo un programa de recepción que incluía a funcionarios de varias instituciones gubernamentales. Esta comisión los recibía en el Aeropuerto Internacional de Managua, los registraba, les entregaba un refrigerio y dinero para trasladarse a sus lugares de origen. Además, los exponían a través de videos y fotografías que divulgaban en los medios de comunicación oficialistas.
Pero según testimonio de personas que llegaron al país recientemente procedentes de México, eso ya no existe. Los medios de comunicación oficialistas dejaron de reportar estos “actos de recibimiento” desde mediados de 2019. Justo cuando el problema se incrementó debido a la fuga masiva de nicaragüenses que de momento podría frenarse. Especialmente, por las medidas que anunció a finales de 2022 Costa Rica. También porque la apertura del mecanismo de parole humanitario frena la migración irregular y solo deja abierta la puerta a los nicaragüenses que consigan un patrocinador en Estados Unidos.
