Era un día todavía soleado de verano cuando el músico Oscar Zamora decidió salir a caminar para despejar un poco sus ideas. En esos días el deseo de tocar viola había aumentado. Sin rumbo fijo y con solo ganas de conocer el centro de Hamburgo, Alemania, llegó caminando a donde un joven estaba interpretando en violín una pieza bastante conocida.
–Toca bastante bien –comentó Oscar al aire sin esperar respuesta.
–Hasta mejor que yo –le dijo otro chico que estaba entre la gente que se detenía a escuchar al artista callejero.
–Hasta mejor que yo, cuando lo hacía –respondió con tristeza Oscar.
El joven que había entablado conversación con el nicaragüense se llama Hossein Mobarak, de origen turco, pero se había criado en Alemania. Ahora recuerda ese momento con mucha ilusión porque esa “grata casualidad” fue el inicio para su ingreso a la orquesta estatal de la ciudad Hamburgo, You Me.
Por su desempeño, Zamora ha sido becado para estudiar Studienvorbereitende Ausbildung (Preparación para estudio superior), para posteriormente entrar a la carrera de Schulmusik (Enseñanza de la música).
Oscar Zamora se encuentra en Alemania desde finales de mayo de 2022, debido a la represión por parte de personas afines a la dictadura orteguista. “Estoy aquí por pullas familiares. Luego de 2018, mi familia se dividió y algunos de los miembros se dejaron guiar por el fanatismo y nos vendieron. Exageraron la participación mínima que yo había tenido en las protestas de 2018. Tuve que dejar todo, hasta mi viola”.
Sin embargo, la tristeza no se apodera del músico de 21 años porque en sus planes siempre estuvo mudarse a Alemania en busca de una beca, por lo que desde adolescente inició con sus estudios del idioma alemán; lo cual ha sido beneficioso para poder iniciar a cumplir sus metas en el país europeo.

You Me!
Mobarak puso en contacto a Zamora con la profesora de música Cornelia Gottesleben ya que ella tenía conocimiento sobre cuáles eran los requisitos para poder inscribirse en la Escuela Estatal de Hamburgo, por lo que invitó a Oscar Zamora a conocer su casa para platicar a detalle sobre el asunto.
“Iba nervioso, pero no perdía nada con intentar. Cuando nos conocimos en persona pude explicar a detalle la situación por la que me encontraba y como había tenido que dejar la música, pero que mi sueño era ser docente de música”, relató.
Tuvo una breve audición en la sala de la casa donde se encontraba luego de casi cuatro meses de no tocar una viola. Interpretó para la docente la última clase de viola que había recibido en el conservatorio, el concierto de Shelter. “Fue suficiente para mí y para que ella reconociera lo bien que había sonado la pieza”, comentó Zamora.
Para este joven fue un momento emotivo porque volvió a ver el instrumento. “(La docente) Me regaló un antiguo violín que tenía para que yo pudiera practicar en casa, y cuando lo toqué por primera vez sonaba mucho mejor que cualquier violín que había tocado en Nicaragua. Supongo que la necesidad me hizo escucharlo tan bien”, comenta entre risas.
Oscar Zamora recuerda su ingreso a la orquesta como otra grata casualidad en su vida. “Es como que me viniera como anillo al dedo”, mencionó. Había tenido problemas con las inscripciones de sus lecciones instrumentales, por lo que tuvo que acudir a la escuela de música estatal.
“Yo solo quería ir a preguntar sobre unos correos, pero me topé con la directora de la orquesta que es gran amiga de la profesora Cornelia y ella le había platicado mi deseo de ser docente. Inmediatamente me invitó al ensayo de la orquesta para formar parte de la misma. Yo no me lo creía”, contó.
Entre nervios y un par de desafines por estar dirigiendo al grupo de violas en su primer ensayo logró su objetivo: impresionar a la directora de la orquesta para conseguir un lugar en la You Me de StaatlicheJugendmusikschule.
Esta orquesta está formada por 80 músicos los cuales interpretan un amplio repertorio de literatura orquestal clásica e inspiraciones del cine. Para formar parte de esta orquesta se debe de tener previa experiencia tocando con otros músicos, recibir lecciones instrumentales adicionales y tener alto nivel en el instrumento.
Actualmente, además de formar parte de la orquesta, Zamora lleva clases adicionales de piano y ensamblaje y fue invitado por una docente a formar parte de un cuarteto.
Una de las mayores dificultades era que estaba practicando con un violín los acordes hechos para viola. “Me podía debilitar la técnica y el desempeño, era un temor que todos teníamos”. Un día su profesora Cornelia pidió a Zamora que la acompañara a una tienda de música; él asombrado aceptó sin preguntar. Cuando llegaron, el vendedor los estaba esperando con tres violas diferente. El joven se sentía como pez en el agua.
–Oscar, prueba las tres por favor –pidió su profesora Cornelia.
“Yo sin saber probé las tres y le indiqué cual era la que mejor sonaba. Ella solo pudo decirme: Entonces esa es tu viola”, recordó con emoción Zamora. La directora de la orquesta empeñó en la tienda de música un violín antiguo marca Stradivarius para obtener un equipo completo para él.

La música en su vida
Zamora tiene influencia de la música porque a su padre le gusta cantar y toca guitarra, por lo que para él fue casi imposible no enamorarse de este arte desde pequeño. Inició con sus estudios generales de música en el proyecto Batahola Norte, donde estaba en un programa para niños, aunque aproximadamente a los 11 años decidió irse a la Camerata Bach.
Popularmente es conocida como La Camerata, este grupo con reconocimiento nicaragüense y Centroamericano, interpreta música clásica y música de cámara. “Inicie porque nos tenían engañados de que algún momento íbamos a poder empezar a practicar con algún elemento, pero a los más pequeños solo nos tenían practicando coro.”
Zamora recuerda que sus primeras clases de violín consistían en observar a una violinista adolescente recibiendo clases con una docente con una pedagogía “tajante”.
“Mi papá había encontrado Música en los Barrios, y aunque no estaba convencido al inicio porque para mí el lugar de la música era el Teatro, pero ahí si inmediatamente me preguntaron que si iba a aprender violín o viola. Mis dedos a los 14 años eran más grandes y era preferible que tocara en viola”, recordó.
Este joven recuerda que todo lo que aprendió sobre viola fue en Música en los Barrios. Recibió teorías sobre música, orquesta, clases de violín, coro y demás.
“Hubo un profesor que llegó a botar toda la técnica de viola que yo tenía, para volver a iniciar de cero, pero ese golpe radical fue el que me ayudó a que me aceptaran en la orquesta de acá. Ahora reconozco que tenía razón, a pesar de que educaba desde la pedagogía del terror”, relató.
Zamora menciona orgulloso que la técnica que ha venido perfeccionando a lo largo de los años con maestros nicaragüense, escuela franco-belga, no le ha sido criticada ni reestablecida en la orquesta alemana.
Este joven recuerda que intentó cursar la carrera de Ingeniería en Sistema en la Universidad Nacional de Ingeniería, pero se dio cuenta que no quería dedicarse a otra cosa que fuera la música. Con apoyo de sus papás entró al Conservatorio de música de la antigua Universidad Politécnica, donde cursó dos años de música antes que abandonar el país de manera repentina.
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