“Si usted está intentando salir de Cuba, Nicaragua, Venezuela o Haití o ya ha comenzado su viaje a Estados Unidos, simplemente no se presente en la frontera. Permanezca donde esté y haga la solicitud (de ingreso) legalmente desde allí”, es el llamado que hizo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a los miles de migrantes de estos cuatro países para quienes desde el jueves 5 de enero quedó cerrada la frontera sur de ese país.
A partir de ahora, si cruzan irregularmente y se entregan a los agentes de la patrulla fronteriza serán procesadas y devueltos a México o a sus países de origen. Además, quedarán inhabilitados de entrar a Estados Unidos por los próximos cinco años. Entre enero y noviembre de 2022 al menos 677,115 personas de estos cuatro países ingresaron irregularmente a Estados Unidos.
“Con efecto inmediato, las personas que intenten entrar en Estados Unidos sin permiso, carezcan de base legal para permanecer en el país y no puedan ser expulsadas en virtud del Título 42 estarán cada vez más sujetas a expulsión acelerada a su país de origen y a una prohibición de reingreso de cinco años”, advirtió el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por su sigla en inglés).
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Hasta ahora la falta de convenios de deportación con estos cuatro países ha evitado las deportaciones masivas de sus ciudadanos, pero a futuro se realizarían vía México.
Si no tiene patrocinador, haga cita en línea para pedir asilo en la frontera
Pero este cierre no implica que los nicaragüenses, cubanos, haitianos y venezolanos que necesiten protección internacional ya no tengan opciones. Al contrario, con el cierre de la frontera se establecieron dos mecanismos.
El primero es el parole humanitario que permitirá el ingreso mensual de 30 mil personas de estos cuatro países en conjunto. Este se puede tramitar desde el país de origen o desde otro donde se encuentre el solicitante actualmente, pero que no sea Estados Unidos. Ellas deben tener un patrocinador económico y podrán vivir legalmente en Estados Unidos hasta por dos años. Y si lo requiere, durante su estancia podrá solicitar el asilo. La otra es la solicitud de asilo en la frontera, esta la podrán hacer los migrantes de estos cuatro países que ya están en México.
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Nuevo mecanismo para pedir asilo en la frontera
Los miles de nicaragüenses, cubanos, haitianos y venezolanos que actualmente se encuentran en cualquier zona del territorio mexicano, deben quedarse donde están. Ya que a partir del 5 de enero, cruzar irregularmente las fronteras de Panamá, México o Estados Unidos es motivo para negar el acceso a los mecanismos legales de ingreso. Además, serán expulsados a México.
Los nicaragüenses, cubanos, haitianos y venezolanos que actualmente están en el norte y centro de México pueden hacer una cita para entrar a Estados Unidos a pedir asilo. A partir de la próxima semana las autoridades habilitarán un servicio en línea en la aplicación CPB One. Mientras la norma sanitaria conocida como Título 42 siga vigente las personas que hagan esta cita tendrán que comprobar que enfrentan alguna “vulnerabilidad” que impide que los regresen a México.
Y cuando cese la vigencia del Título 42, las citas en línea serán el nuevo sistema para que los migrantes que no tienen visa y quieren pedir asilo en Estados Unidos, lo hagan de manera regular y ordenada. Cuando se les autorice el ingreso, se presentarán a la frontera a una inspección. Luego iniciaran el proceso de solicitud de protección que determinará si cumplen los requisitos para recibir el asilo.
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Según las autoridades, este nuevo sistema evitará aglomeraciones en la fronter. Tal como ocurrió durante las últimas semanas de diciembre cuando se registraron incluso cruces de más de mil personas, liderados por nicaragüenses. Además, “esta nueva posibilidad reducirá significativamente los tiempos de espera y las aglomeraciones en los puertos de entrada de Estados Unidos. Y permitirá un procesamiento seguro, ordenado y humano”, anunció el DHS.
¿Mejorarán condiciones en México?
Junto a estos nuevos mecanismos, el DHS anunció que incrementará la asistencia humanitaria a México y los países de Centroamérica. En total, entregará 23 millones de dólares en asistencia humanitaria adicional para ayudar a los gobiernos de esos países. Estos recursos ayudarán “a responder a las crecientes necesidades humanitarias y de protección de los migrantes, refugiados y otras poblaciones vulnerables a su cargo”.
Estados Unidos reconoce que ninguno de estos países puede responder a estas necesidades por sí solo. “Esta asistencia ayudará a apoyar el albergue, la salud, la asistencia jurídica, la salud mental y el apoyo psicosocial, agua, saneamiento, productos de higiene, respuesta a la violencia de género, medios de subsistencia y otras actividades relacionadas con la protección y el desarrollo de capacidades para los socios”, dice el anuncio.
Además, incrementará sus esfuerzos para garantizar la seguridad en la frontera y desarticular redes delictivas de contrabando que se aprovechan de los inmigrantes vulnerables. También, apoyará a las comunidades que acogen a inmigrantes mientras esperan los procedimientos de aplicación de la ley de inmigración. Esto incluye la entrega de recursos adicionales a las ciudades fronterizas y a las que reciben una afluencia de migrantes
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“Además, la administración seguirá movilizando a las organizaciones religiosas y sin ánimo de lucro que apoyan a los inmigrantes. Incluidas las que proporcionan alojamiento temporal, alimentos y asistencia humanitaria a los migrantes antes de reunirse con sus familiares, mientras esperan el resultado de sus procedimientos de inmigración”, anunció el DHS.