Después de semanas de rumores e incertidumbre, este jueves 5 de enero Estados Unidos anunció el cierre de su frontera a los migrantes irregulares de Nicaragua, Cuba y Haití, que en los últimos meses desbordaron la zona y las capacidades de las autoridades migratorias de ese país. Las personas que crucen irregularmente la frontera serán devueltas a México y desde allí podrán tramitar su solicitud de asilo.
Además, Estados Unidos permitirá la entrada cada mes de hasta 30,000 migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela en conjunto, pero endurecerá las restricciones para aquellos que intenten cruzar la frontera con México sin la documentación necesaria, informó este jueves un funcionario estadounidense.
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“Estas medidas ampliarán y acelerarán las vías legales para una migración ordenada y tendrán nuevas consecuencias para quienes no utilicen esas vías legales”, dijo la Casa Blanca en un comunicado. La cuota de migrantes se limitará a quienes tengan a un patrocinador en Estados Unidos, y los que intenten entrar ilegalmente serán expulsados bajo la norma sanitaria conocida como Título 42 y con la intervención de la policía.
La decisión se anuncia mientras miles de ciudadanos de estos cuatro países permanecen en territorio mexicano en espera de una oportunidad para ingresar a Estados Unidos. El mecanismo legal y por vía aérea que desde el pasado 12 de octubre se aplica a los venezolanos ahora se extiende a nicaragüenses, cubanos y haitianos. Para beneficiarse de este programa, las personas deben cumplir algunos requisitos, entre ellos estar en su país de origen para realizar el trámite y contar con un patrocinador en Estados Unidos. Además, esto solo les permitirá vivir legalmente en Estados Unidos durante dos años.
Cierre es en respuesta al éxodo de los últimos meses
Desde octubre del 2022 cuando se comenzó a devolver a México a los venezolanos que cruzaban irregularmente la frontera y se estableció la cuota de ingreso legal, quedó abierta la posibilidad de extender la medida a nicaragüenses, cubanos y haitianos. Ya que esto busca mermar el flujo masivo de ciudadanos de estos países que el año pasado establecieron cifras récord de ingreso a suelo estadounidense.
Las estadísticas de la US Customs and Border Protection (CBP por sus siglas en inglés), detallan que entre enero y noviembre del 2022 detuvieron a 181,566 nicaragüenses y a 269,396 cubanos luego de cruzar irregularmente la frontera. Ambas cifras superan considerablemente a los 59,405 haitianos detenidos en el periodo mencionado.
La cifra más alta de detenciones de nicaragüenses y venezolanos se registró en noviembre. En ese mes 34,292 nicaragüenses y 35,849 cubanos cruzaron irregularmente la frontera. En ese mismo lapso, la cantidad de venezolanos detenidos se redujo. Esto demostró la eficacia del cierre de la frontera terrestre que entró en vigencia el 12 de octubre y ahora se extiende a nicaragüenses, cubanos y haitianos.
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