Mientras miles de nicaragüenses salen del país huyendo de la represión estatal y en busca de un mejor nivel de vida, el más reciente informe oficial del mercado laboral refleja un incremento en la tasa de empleo y una reducción en la tasa de desempleo abierto y subempleo.
Sin embargo, estas mejorías no serían consecuencia de la supuesta bonanza económica que el oficialismo pregona, sino de la fuga de mano de obra que desde el estallido social de 2018 hasta la fecha ronda el medio millón de personas, que ya no buscan empleo en el país.
Las estadísticas del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide) reportan que en noviembre 2022 la tasa neta de ocupación a nivel nacional fue 97.2 por ciento. Según el informe las zonas rurales son las más beneficiadas, ya que allí el nivel de ocupación se eleva hasta 98.4 por ciento. Mientras que en el área urbana la tasa es de 96.4 por ciento.
El dato es superior al registrado en el primer trimestre de 2018. Es decir, antes del estallido social de abril, cuando la tasa neta de ocupación a nivel nacional se ubicaba en 94.8 por ciento.
¿Economía de Nicaragua con empleo pleno?
Con respecto a la tasa de desempleo abierto, el informe del Inide dice que en noviembre de este año fue de 2.8 por ciento. En las áreas urbanas esta se elevó a 3.6 por ciento, mientras que en el campo descendió a 1.6 por ciento. En este caso también se refleja una mejoría con respecto al 4.8 que registró la tasa de desempleo abierto en el primer trimestre de 2018.
A criterio de economistas estos niveles tan bajos en la tasa de desempleo indican que la economía está en una situación de empleo pleno. Es decir, que las empresas no encuentran trabajadores en el mercado laboral.
El ejército de nicaragüenses que en las últimas décadas sobrevivió con los precarios salarios que conseguía en el subempleo, también se habría reducido. Los subempleados son los que trabajan menos de las ocho horas diarias que establece el Código Laboral. También, los que reciben una paga menor al salario mínimo establecido para el sector en el que ofrece sus servicios.
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El subempleo también retrocedió
Según el Inide en noviembre de 2022 la tasa de subempleo a nivel nacional fue de 38.4 por ciento. En las áreas urbanas este subió hasta 42.0 por ciento y en las rurales descendió a 33.1 por ciento. Este indicador también refleja una mejoría con respecto al 44.1 por ciento de la población que estaba subempleada en el primer trimestre del 2018.
El Inide no atribuye a ninguna causa el alivio que muestran los indicadores del mercado laboral. Sin embargo, podrían reflejar el impacto de la migración masiva de nicaragüenses en la Población Económicamente Activa (PEA) del país.
En una de sus publicaciones de su blog, el economista Néstor Avendaño explicó que desde 2015 no existen datos oficiales sobre la PEA porque el Inide dejó de calcularla. Sin embargo, en 2019 el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) en su anuario estadístico estableció que era de 3.50 millones de personas.
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La PEA ha perdido unos 500 mil trabajadores
Esto implica que desde el estallido social del 2018 la PEA se habría reducido en al menos diez por ciento ya que unos 500 mil nicaragüenses abandonaron el país. Desde 2018 hasta noviembre de este año, la US Customs and Border Protection (CBP por sus siglas en inglés) ha procesado a 290,819 nicaragüenses que ingresaron a ese país sin visa.
Además, en marzo de 2022 la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) advirtió que en los últimos ocho meses la cantidad de nicaragüenses refugiados y solicitantes de asilo se duplicó y rebasó a los que ese país recibió durante la guerra en los años ochenta. En marzo la cifra se ubicó en 150 mil, pero ha seguido creciendo.
El pasado 16 de noviembre, luego de anunciar que Costa Rica ya no recibiría más migrantes económicos, la titular de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) de Costa Rica, Marlen Luna Alfaro, confirmó que una 215 mil personas están esperando respuesta a su solicitud de refugio. “La mayoría son de ciudadanos nicaragüenses y en menor cantidad de venezolanos y colombianos”, señaló la funcionaria.
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Nicaragüenses también han migrado a España y México
Eso significa que la suma de los que entraron irregularmente a Estados Unidos y los que han pedido refugio en Costa Rica es de unas 500 mil personas. Pero el fenómeno no se limita a estos dos casos, ya que muchos solicitantes de asilo han ingresado con visa a Estados Unidos, México, España y otros países.
La oficina de Asilo y Refugio (OAR) del Ministerio del Interior de España, detalla que entre 2018 y octubre de 2022 ha recibido 16,744 solicitudes de asilo. De estas, ha rechazado 7,183 y está pendiente de resolver 7,398 peticiones.
Mientras que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) detalla que de los 58,642 extranjeros que solicitaron refugio entre enero y junio de 2022, al menos 4,616 son nicaragüenses. Esa cantidad ubica a Nicaragua como el quinto país con más ciudadanos en busca de refugio en México, superado solo por Honduras, Cuba, Haití y Venezuela.
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