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En los últimos meses, muchos nicaragüenses han decidido migrar a Estados Unidos de manera irregular y han sido secuestrados por bandas delincuenciales que les piden grandes sumas de dinero para dejarlos en libertad. LA PRENSA

Así extorsionan a los migrantes y esto recomiendan los expertos para evitarlo

El secuestro es tal vez la forma más cruel de extorsión, pero hay otras. La ruta, el coyote y las leyes son elementos a considerar para evitar caer en manos de los delincuentes que acechan a los migrantes, sobre todo a su paso por México

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“Fueron 40 días de sufrimiento”, describe Ernesto Chamorro al empezar a contar la historia de cómo llegó desde Managua hacia Estados Unidos de manera irregular hace unos meses. Salió del país el 23 de agosto de este año y le pagó 2,800 dólares a un “coyote” para que lo llevara hasta Norteamérica.

Los 2,800 dólares le incluían el transporte, alimentación, hospedaje y asistencia para pasar el río Bravo. Llegaría a Estados Unidos supuestamente en 18 días. En Honduras y Guatemala cruzó rápido y sin problemas, pero el calvario fue entrando a México.

“El coyote dice que vamos a comer bien, vamos a dormir bien, pero ninguna de esas dos cosas pasó”, cuenta Ernesto, quien llegó a México con un grupo pequeño de 10 personas. El coyote los llevó a un lugar donde había otros 1,300 migrantes de distintas nacionalidades en Tlaxcala, Estado de Hidalgo.

Aquel era un sitio donde convergían varios migrantes que habían “contratado” los servicios de un coyote y los llevaban ahí para dejarlos a cargo de unos “guías” que les daban un brazalete que lo tenían que tener visible todo el tiempo.

–Si los detiene la policía, le enseñan el brazalete para que no se los lleven – les instruyeron

Luego los montaron en vehículos en los cuales supuestamente llegarían hasta la frontera. A Ernesto le tocó con un grupo de 23 personas en una camioneta doble cabina. Nueve personas adelante y el resto en la tina.

De ahí los llevaron por una calle de tierra hacia el norte, hasta que llegaron a una finca donde estaba un grupo de armado. “Había como 60 hombres armados y apuntándonos a nosotros, como que nos iban a disparar”, relata.

El chofer de la camioneta le entregó un bolso con dinero a uno de los hombres, y después de revisarlo, los dejó avanzar. Dos horas más tarde, se toparon con otro grupo y la dinámica fue la misma. Entregaron dinero y los dejaron pasar.

Todo parecía ir bien, hasta que más adelante, varias camionetas con hombres armados aventajaron el vehículo donde iban los migrantes, hicieron que se detuvieran y los bajaron a la fuerza. Los montaron en otra camioneta y se los llevaron secuestrados.

Muchos nicaragüenses suelen pagarle a coyotes que prometen llevarlos hasta Estados Unidos, pero no hay garantías de seguridad durante el camino. LA PRENSA/Óscar Navarrete

Los llevaron hasta Reynosa, ciudad fronteriza con Estados Unidos. Estaban en una casa que, según Ernesto, quedaba casi en el centro de la ciudad. Les quitaron sus cosas de valor, sus teléfonos, dinero y luego los metieron a un cuarto en donde les explicaron porqué estaban secuestrados.

–Esto es un secuestro. Nos quedaron mal con el pago. Si ustedes quieren salir libres, la cuota de salida es de 1550 dólares por cabeza – dijo uno de los secuestradores

Ernesto después supo que el motivo de todo fue que una de las camionetas con migrantes se fugó de los retenes que tenía el grupo armado y el coyote no quería pagarles y más bien buscaba quedarse con la plata. “Ese fue el error por el que nosotros pagamos”, cuenta.

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Extorsiones

El secuestro es, quizás, uno de los tipos de extorsión más crueles que viven los migrantes en su camino a los Estados Unidos. En Nicaragua, se han visto casos de personas que venden o hipotecan sus hogares para hacer el viaje y después son secuestrados por bandas criminales que les piden enormes cantidades de dinero.

En las últimas semanas circuló el video de los hermanos Julmer y Heysell Martínez Hernández, que le suplicaban a su padre que pagara el dinero que exigían sus secuestradores mientras los apuntaban con armas en las sienes.

“Papá, consiga el dinero si no nos van a matar”, gritaban los hermanos en medio del llanto. Los secuestradores pedían 30,000 dólares, pero la familia solamente pudo recoger 10,000. Afortunadamente, los secuestradores aceptaron esta cantidad y los dejaron en libertad.

La familia de los hermanos Julmer y Heysell Martínez, originarios de Jalapa, tuvieron que pagar 10,000 dólares para que los muchachos pudieran ser liberados por las bandas delincuenciales. CAPTURA DE PANTALLA

“Es que la gente no sabe cómo hacer la cosas, por eso es que nosotros nos ofrecemos”, dice un coyote que accede a hablar con la revista DOMINGO a cambio de no revelar su identidad. Es un hombre de León, de 39 años y que los últimos dos se ha dedicado a llevar compatriotas a Estados Unidos. Dice que esta semana hará su último viaje del año para pasar Navidad y Año Nuevo con su familia.

Este coyote asegura que es mejor pagarle a los que conocen la ruta y no arriesgarse a ser plagiados por bandas criminales.

–Hay migrantes que han denunciado que los mismos coyotes son los que los entregan a grupos criminales – le consultamos

–Ahí si no te sabría decir, papito. Yo no hago eso. Debe haber más de alguno que sí lo hace – responde.

A criterio de Hugo Jiménez, de la organización Nicaragüenses por el Mundo (NM), con sede en México y que trabaja con migrantes nicaragüenses, los coyotes no son personas de confiar y no hay garantías de que ellos lleven con bien a las personas hasta su destino.

–¿Se puede confiar en un coyote?

— Yo digo que no. Todos los coyotes trabajan con el crimen organizado  –señala Jiménez

Ernesto Chamorro, quien vivió la experiencia, coincide con Jiménez. “Esa gente trabaja con los policías y con los de Migración”, señala.

Jiménez indica que hay muchas maneras en que los migrantes son extorsionados y el secuestro es apenas una de tantas que realizan los grupos criminales. También hay extorsiones de funcionarios de migración mexicanos y de policías.

“Cualquier tipo de autoridad te puede detener y pedirte dinero para pasar. Ya sean policías, Migración. Hemos visto casos en que la misma autoridad de Migración es la que extorsiona”, apunta Jiménez y cuenta un caso que sucedió hace unos meses.

En esa ocasión, agentes de Migración detuvieron a unos migrantes, les quitaron sus teléfonos y los dejaron incomunicados. “Llaman a los familiares. Obviamente no se presentan como Migración, si no como secuestradores y les exigen un depósito, un rescate”, señala el hombre.

En otras ocasiones, los mismos coyotes son los que se disfrazan de agentes migratorios o de policías, mientras otro de sus compañeros le dice al migrante que le tiene que pagar una cantidad de dinero o de lo contrario serán detenidos.

“La gente no sabe que la policía no los puede detener, si no que los tiene que poner a disposición de Migración. Llegar irregular a México no es una falta penal, sino que es una falta administrativa, lo cual no implica cárcel. Lo más que pueden hacer es mantenerte en un centro de retención migratoria, que no es una cárcel, y ahí uno puede pedir la asistencia de la Comisión Mexicana de Apoyo a Refugiados”, explica Jiménez.

También ha habido casos de personas que llegan a solicitar refugio a México, pero las autoridades les dicen que si les dan 300 dólares les pueden ayudar a agilizar el proceso, lo cual termina siendo falso. “También eso se llama extorsión”, apunta.

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Según Jiménez, los migrantes también son acechados por los grupos de narcotráfico para que funcionen como “mulas” y lleven droga a los Estados Unidos y si se niegan, amenazan con asesinarlos, y si les llegan a quedar mal, pueden atentar contra ellos después.

Las mujeres, sobre todo las jóvenes y si van solas, corren el riesgo de ser abusadas sexualmente por los mismos coyotes o entregadas a redes de trata de personas.

Coyotes

El coyote que accede a hablar con DOMINGO sostiene que el viaje es seguro. “Peligros los hay como en todo, pero ahí ya vamos a la mano de Dios”, insiste.

Este hombre dice que el viaje más económico puede costar entre 2,000 y 4,000 dólares, que incluye llegar hasta Estados Unidos y asistencia para cruzar el río. Uno de estos paquetes fue el que pagó Ernesto Chamorro, en 2,800 dólares, y de igual manera fue secuestrado.

La tarifa más costosa es una que le llaman “paquete completo” o “crucero”, que puede costar hasta unos 10,000 dólares. “Pero ese nadie lo paga porque la gente tampoco tiene tanto”, dice el coyote.

–Ese paquete completo a ese precio, ¿qué incluye?

–Mirá, en ese salimos desde Managua, porque el otro la salida es desde Estelí. Te llevamos en carro particular hasta la frontera de Honduras y ahí agarramos otro carro hasta México. Te vamos dando almuerzo, y nos quedamos en un hotel. Este es calidad.

–¿Y ya en México?

–Ahí entramos ilegal como siempre y de ahí vamos haciendo paradas en hoteles buenos y pasamos por lugares así como turísticos pues para que uno conozca, vos sabés. Y de ahí llegamos a los Estados como entre cinco y siete días.

–¿Es seguro?

–Segurísimo. Es el más seguro

Según este coyote, el viaje no lo hace él solo, si no que es un equipo que está constituido a lo largo de Centroamérica y México para ir recibiendo a los migrantes.

Hugo Jiménez insiste que, aunque los coyotes digan lo que digan y por el precio que sea, no son garantías de seguridad y que la ruta de Piedras Negras, la más usada por los migrantes, es muy insegura por dos razones: el río Bravo y porque es una zona controlada por el crimen organizado. La única ventaja de esa ruta es que es la más corta para llegar a Estados Unidos.

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El río Bravo es uno de los principales obstáculos de los migrantes en su camino a Estados Unidos. LA PRENSA/ ARCHIVO

Jiménez señala que los migrantes nicaragüenses pueden tomar la ruta de Ciudad Juárez, que es un poco más segura. “Ahí el río está seco y las autoridades los están recibiendo”, explica, ya que a los nicas todavía no les restringen la entrada a ese país a como ha sucedido con los venezolanos.

Lo más seguro, indica Jiménez, es que al llegar a la frontera sur de México, los nicas puedan tramitar una visa humanitaria con el propósito de llegar a Estados Unidos. Con esta visa se pueden mover por todo México sin necesidad de pagarle a un coyote que los lleve por sitios inseguros. “Con una visa humanitaria podés agarrar un avión o un camión y te vas por la vía segura” señala, pero el problema es que las personas desconocen este tipo de métodos.

En el caso de Ernesto Chamorro, quien vivió en carne propia la experiencia de pagarle a un coyote y ser secuestrado, él no recomienda a los que estén planeando viajar a Estados Unidos, que contraten los servicios de estas personas.

“No es recomendable hacerlo”, señala el hombre. “Todo mundo quiere venir para acá porque aquí hay paz, hay trabajo, hay seguridad, pero se corre un gran riesgo. Es muy peligroso”, agrega.

Cuando lo secuestraron, recuerda que en el lugar ya había otras personas que tenían hasta un mes de estar secuestrados y no habían podido comunicarse con sus familias.

Ernesto estuvo varios días sin bañarse, dormía en el piso, no le daban de comer y tenía derecho solamente a un vaso de agua por día. El hombre pudo comunicarse con su hermano y le contó la situación. Ocho días después su hermano depositó el dinero a los delincuentes, pero todavía no podía irse.

“Ellos esperan que unos seis ya hayan pagado para sacar camionetas y llevarte ellos a pasar el río en una balsa de aire”, explica. Tuvo que esperar unos días más hasta que finalmente le dijeron que ya se podía ir y que los iban a pasar.

Llegó a Estados Unidos el 3 de octubre y el viaje que pagó Ernesto en 2,800 dólares a un coyote y que iba a durar unos 18 días, terminó durando 41.

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COMENTARIOS

  1. Hace 1 año

    Por que todas estas personas que han sido secuestradas no delatan el nombre de los Coyotes que les abren la Gaza en Nic asegurándoles que no les va a pasar nada, la realidad de todo esto es que la pobre gente viene engañadas ya que en los EE UU tienen que pasar un proceso en corte de Migracion delante de un juez y probar con hechos que su vida corre peligro, esto implica pagar un buen abogado que le lleve su caso, ahorrar para pagar lo que quedaste debiendo en Nic, tus gastos de manutención en los EE UU y la economía de este país que no esta buena, no arriesguen su vida ni la de sus hijos, la vida no tiene precio.

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