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Ricardo Mayorga, Rosendo Álvarez y Román González junto al dictador Daniel Ortega. El 19 DIGITAL

Los deportistas más “cepillos” con Daniel Ortega

Daniel Ortega los ha utilizado para campañas políticas y algunos también presumen su cercanía con el caudillo sandinista. Te presentamos a algunos deportistas que le han hecho el juego a Ortega.

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Román “Chocolatito” González

La peor derrota de Román González no fue la que tuvo contra Srisaket Sor Rungvisai en 2017, cuando el tailandés le conectó un derechazo y lo mandó noqueado a la lona por primera vez en su carrera.

Tampoco fue la última de la trilogía contra Juan Francisco “Gallo” Estrada del fin de semana pasado, en la que González perdió por decisión mayoritaria. Su peor derrota, es quizás la que lo sacó de los corazones de millones de nicaragüenses que sentían una admiración genuina por el boxeador y ahora lo rechazan por su simpatía con la dictadura de Daniel Ortega.

González ha abrazado a Ortega en mítines políticos, ha usado camisetas con la cara del dictador, gorras con el emblema de la Policía Nacional, institución señalada como la principal ejecutora de crímenes de lesa humanidad y violaciones de derechos humanos en los últimos cuatro años.

También se le ha visto usando chaquetas con los colores sandinistas. La última vez, fue el pasado fin de semana cuando llegó al cuadrilátero del Desert Diamond Arena de Glendale, Arizona, con una gorra de la Policía, una camiseta con el rostro de Ortega y el lema: “Vamos por más victorias”.

En la parte de atrás de la camiseta, otra foto de Ortega con su esposa Rosario Murillo y el mensaje: “Cristo te ama”, acompañado del 43/19, que recuerda el aniversario de la Revolución Sandinista.

El desprecio de los nicaragüenses por su cercanía con Ortega también estuvo presente en esa velada. En videos circulados en redes sociales, se aprecia a varios connacionales gritándole “sapo”, e incluso demandando la libertad del cronista deportivo y preso político Miguel Mendoza.

Maurice Ortega, hijo de la pareja presidencial junto al vicealcalde de Managua Enrique Armas recibiendo a Román González en el aeropuerto de Managua. El 19 DIGITAL

A Román González no tuvieron que cortejarlo mucho para que mostrara su simpatía por el Frente Sandinista y por Daniel Ortega, ya que él creció en una familia sandinista de escasos recursos en el barrio La Esperanza. Su padre, Luis González, fue un boxeador amateur y le presentó al campeón mundial Alexis Argüello.

Bajo la tutela de Argüello, González se transformó en un boxeador completo, respetado por la rapidez de sus golpes y su impenetrable defensa en sus mejores años. Fue Argüello quien lo bautizó como “Chocolatito”. Años más tarde, llegó a ser campeón mundial en cuatro divisiones, superando al mismo Argüello.

En al menos dos de esas ocasiones, cuando ganó títulos mundiales, fue a reunirse con Daniel Ortega para mostrarle los cinturones y cuando regresaba al país después de una pelea en el extranjero, alguno de los hijos de la pareja presidencial llegaba a esperarlo al aeropuerto para darle la bienvenida.

En 2017, González le regaló unos guantes de boxeo a Daniel Ortega con una dedicatoria que decía: “Tener amigos como la gran mi familia Ortega Murillo es mirar al cielo y ver una estrella brillando. Ustedes son mi estrella especial en mi vida”.

Chocolatito regalándole unos guantes autografiados y con una dedicatoria a Daniel Ortega en 2017. EL 19 DIGITAL

Su cercanía con Ortega también le ha servido para que el dictador use al Poder Judicial a favor del boxeador en al menos tres ocasiones. En 2011, la primera esposa de González, Raquel Doña, lo acusó de violencia doméstica, pero un juez desestimó el caso y se archivó junto a otros reclamos que hacía la mujer.

Tres años más tarde, en 2014, otro juez desestimó los cargos de tráfico de drogas en contra de un hermano del boxeador, Milton González, a quien la Policía lo había detenido con una mochila que contenía balas, una balanza y 1,500 gramos de polvo blanco que, según una prueba de campo que hizo la Policía, dio positivo a cocaína, pero una segunda prueba de laboratorio arrojó que la sustancia supuestamente era talco.

En 2018, el grupo empresarial Coen contrató a González para promocionar al conglomerado en tres peleas por el título mundial a cambio de una casa valorada en 150,000 dólares, pero tras el estallido de las protestas contra Ortega en abril de ese año y las imágenes de Piero Coen participando en las manifestaciones, la relación con el boxeador se fracturó.

Un año más tarde, González demandó al grupo Coen porque se negaron a cumplir lo pactado, pero los Coen alegaron que el boxeador no participó en suficientes peleas por el título mundial para cumplir con el contrato. El Poder Judicial falló a favor de González y condenó a los Coen a pagar 1.15 millones de dólares por daños en octubre de 2020.

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Nemesio Porras

El exbeisbolista ha sido uno de los mimados de Daniel Ortega desde los años ochenta. En ese entonces, aparecía con él haciendo propaganda política a favor del Frente Sandinista, y de acuerdo con un perfil publicado en la revista Magazine en 2016, estaba emplanillado en la Policía y en la Alcaldía de Managua desde donde le pagaban prestaciones.

En aquel entonces, evitó la guerra por ser deportista y se le consideraba como uno de los atletas más comprometidos con el proyecto revolucionario de entonces. Porras debutó en Primera División en 1984 y un año más tarde empezó a jugar con los Indios del Bóer donde demostró ser un gran bateador.

Nemesio Porras junto a Daniel Ortega y otros atletas en un evento deportivo a mediados de los ochenta. REPRODUCCIÓN/BARRICADA/ÓSCAR NAVARRETE

Jugó 21 temporadas hasta su retiro en 2006. Ganó seis veces el título de bateo y en cuatro de ellas registró un average superior a 400 puntos. Además, en su carrera registró más de mil cuadrangulares y más de mil hits. Tras su retiro, pasó a ser el presidente de la Federación Nicaragüense de Beisbol Asociado (FENIBA), cargo que mantiene hasta hoy.

Hasta la fecha, no desperdicia cualquier oportunidad que tiene frente a los medios de comunicación oficialistas para agradecer el apoyo que le ha dado “el comandante” y “la compañera” al beisbol y tampoco oculta su relación cercana con Bayardo Arce.

“Mi relación con Bayardo Arce es excelente. Sólo hablamos del Bóer. La directiva es muy abierta. No hay nada político en esa relación”, dijo Porras a la revista Magazine en 2016.

“Nunca he sido político. A mí la verdad la política nunca me ha interesado. Me gusta que la gente me estime. Me han ofrecido candidaturas, nunca quise, ni he querido aventarme. Estoy enfocado en mi deporte. Quiero masificar el beisbol”, mencionó en esa ocasión.

Nemesio Porras junto a Daniel Ortega. EL 19 DIGITAL

Sin embargo, un año más tarde, corrió el rumor de que el Frente Sandinista nombraría a Porras como el candidato a alcalde de Managua, y él respondió al canal 100% Noticias que no dudaría en aceptar la candidatura si se lo propusieran.

También lo han señalado de ser testaferro del Frente Sandinista, sobre todo por su cercanía con Bayardo Arce, pero en la entrevista con Magazine se defendió de estas acusaciones. “Yo era pobre, pero ganaba en el Bóer desde que tengo 13 años. Fuimos ahorrando y con créditos comenzamos en nuestra primera gasolinera. Nosotros lo que hicimos fue que, en vez de gastar el dinero en bacanal, la ganancia de la gasolinera se ahorraba también y ahorramos y ahorramos para salir adelante. La vida es así. Yo siempre he ganado bien en el beisbol”, dijo.

Omar Cisneros

Omar Antonio Cisneros es uno de los managers del beisbol nicaragüense más controversiales, sobre todo por su personalidad. Él mismo ha aceptado ser “tapudo” y no tiene problemas con que lo reconozcan como tal. Pero también ha sido uno de los managers más exitosos.

Dio sus primeros pasos en este deporte en las Ligas de Don Bosco, y en 1987 saltó intempestivamente a la Primera División como timonel de los Dantos, el equipo de beisbol de Humberto Ortega.

Omar Cisneros en sus inicios con los Dantos. ARCHIVO/LA PRENSA

Con la selección de Nicaragua también tuvo sus momentos de gloria. Consiguió una medalla de bronce en la Copa Intercontinental en 1992, en España y un Subcampeonato Mundial en 1990, en Canadá.

En aquella ocasión, en 1990, cuando el equipo regresó a Nicaragua, Cisneros no le entregó la medalla de plata a la presidenta Violeta Barrios de Chamorro, sino que fue a dársela al entonces expresidente Daniel Ortega.

“Encima de todas las cosas yo me considero joven y yo me he desarrollado a la par del sandinismo y yo soy sandinista, y yo, sin tapujos y sin miedo, quiero decirte que yo lo volvería a hacer. Yo tengo que entregarle la medalla y los trofeos a quien se lo merece, a quien nos ha apoyado siempre, no a quien nos dio la espalda. Cuando nosotros fuimos a Edmonton nadie nos dio nada, quien nos dio fue el ahora presidente”, se justificó Cisneros en una entrevista a la revista DOMINGO en 2011.

Omar Cisneros, Toros de Chontales
Omar Cisneros nunca ha negado su simpatía por el Frente Sandinista y por Daniel Ortega. LA PRENSA/ARCHIVO

También contó que después se encontró a Barrios de Chamorro en un vuelo hacia Canadá y alguien que iba con ella le dijo que él era Omar Cisneros, el que le entregó la medalla a Daniel Ortega. “¿Usted es Omar Cisneros?”, me dice, siempre lo voy a tener en mi mente, toda la vida”. Yo agaché la cabeza nada más. Con eso me dijo todo, pero fue respetuosa ella”, relató.

Entre los escándalos que ha protagonizado están el de supuestamente amañar partidos con un equipo rival hasta organizar pandillas para apedrear a los fanáticos de otros equipos.  También estuvo detenido a mediados de los noventa por el delito de estelionato.

A pesar de que nunca jugó beisbol, sí ha dirigido a varios equipos a nivel nacional. Ha dirigido a los Dantos, San Fernando, Bóer, León, Matagalpa, Granada, Rivas, Estelí y Chinandega. Hasta la fecha sigue mostrando su simpatía por Daniel Ortega y al igual que varios deportistas, le agradece por el “apoyo” que le da al deporte.

“El ciudadano que más disfruta el deporte en Nicaragua, es el comandante Daniel Ortega. Él es el responsable que nuestros atletas ahora sean tratados dignamente. Es el principal impulsor que todas nuestras selecciones viajen al extranjero a participar a eventos importantes. Gracias a Daniel, nuestro deporte va por buen camino”, dijo Cisneros a medios de comunicación oficialistas en 2015.

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Ricardo Mayorga

En 1987, siguiendo a su hermano Jaime, Ricardo Mayorga llegó a la academia deportiva del Ejército Sandinista en Managua para entrenar boxeo. Ahí dio sus primeros golpes hasta que en 2002, saltó a la fama cuando noqueó a Andrews “Seis Cabezas” Lewis y se consagró como campeón mundial.

Era el décimo nicaragüense en conseguir un cinturón mundial y el primero en peso Welter. En 2003, Mayorga derrotó al estadounidense Vernon Forrest con un nocaut inesperado. Fue una pelea muy a su estilo. A lo loco. Forrest era el mejor boxeador del momento, pero Mayorga lo fulminó en tres asaltos.

Como Forrest no podía quedarse con la derrota, inmediatamente se arregló la revancha y en el cuarto asalto de esa segunda pelea, es la que probablemente inmortalizó la locura de Mayorga. Le pidió a Forrest que lo golpeara en la cara. El estadounidense dudó, pero después de probar con la izquierda, le dejó ir un derechazo. Mayorga solo sonrió y le pidió que le diera más.

El combate se fue hasta el doceavo asalto y el nica ganó por decisión unánime.

Ricardo Mayorga también le puso la cara a Felix “Tito” Trinidad. LAPRENSA/ARCHIVO

Lo mismo hizo en 2004 contra el puertorriqueño, Félix “Tito” Trinidad. Era el mejor momento de la carrera de Mayorga y Trinidad regresaba de un retiro corto. En el primer asalto, Mayorga le puso la cara al descubierto a su contrincante quien le lanzó tres golpes letales. Mayorga no se cayó, pero se le tambalearon las piernas. Esa pelea terminó perdiéndola.

Para entonces, Mayorga ya mostraba su simpatía por Daniel Ortega. “Una vez iba en una limusina con Mayorga y lo llamó Daniel Ortega para desearle suerte en una pelea y Mayorga le dijo que se la iba a dedicar”, contó su entrenador Luis León a la revista DOMINGO en 2020.

El mismo Mayorga ha contado en varias entrevistas que él visitaba a Ortega, comía con él y le contaba sus anécdotas de peleas. Para algunos, Mayorga es el deportista preferido del dictador por encima de Román “Chocolatito” González.

A Mayorga no se le ha considerado seriamente para un cargo público, pero en 2016 le dijo a LA PRENSA que estaba dispuesto a ser alcalde de Managua. “Yo quiero ser alcalde. Por supuesto que sí. Yo soy del Frente Sandinista”, respondió.

Ricardo Mayorga junto a Daniel Ortega y Román “Chocolatito” González durante un evento partidario. LA PRENSA/Jader Flores

Ahora Mayorga está caído en desgracia, con problemas de adicción a drogas y alcoholismo. Su amigo, el también exboxeador y leal a Daniel Ortega, Rosendo Álvarez, apareció en un video diciendo que lo iban a ayudar a rehabilitarse, que incluso había disposición de ayudarlo desde el Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

Estuvo internado en centros de rehabilitación, pero hasta hoy no se sabe a ciencia cierta si ha logrado superar las adicciones. La última vez que se le vio fue el pasado seis de noviembre, cuando fue a botar en los comicios municipales y en los que dijo a medios de comunicación oficialistas que los centros de votación habían estado vacíos.

Alexis Argüello

En los setentas, Alexis Argüello le dedicó victorias a Anastasio Somoza Debayle, lo acompañó en actividades políticas y hasta fue nombrado teniente honorífico de la Guardia Nacional.

Alexis Argüello junto a Anastasio Somoza Debayle y el “Ñato” Marcel. ARCHIVO

Pero el 8 de julio de 1979, días antes del triunfo de la Revolución Sandinista, Alexis Argüello tuvo una pelea en el Madison Square Garden de Nueva York contra al mexicano Rafael “Bazuca” Limón, y subió al ring con una bandera del Frente Sandinista.

En el libro “Alexis, la leyenda”, escrito por Miguel Ángel Arcia, el mismo Argüello dijo: “No me gustaba la izquierda en aquella época, pero el Frente Sandinista representaba una izquierda moderada, a la que luego combatí cuando se volvió comunista”.

En el mismo libro, Argüello indica que aquello de subir con la bandera rojinegra fue idea de su apoderado Eduardo Román para que, como ya se veía cerca la caída del somocismo, los sandinistas no le confiscaran las propiedades al boxeador.

Pero eso no bastó. Los sandinistas igual le confiscaron sus propiedades. “Dos casas en Las Colinas, la casa de mi mamá, mi gimnasio, mi carro Mercedes Benz, otro carro BMW, una casa rodante y una lancha de lujo”, detalló él mismo en una entrevista que concedió al periodista Fabián Medina en 2001.

En los ochenta, Argüello se exilió en Estados Unidos y se vinculó por corto tiempo a los grupos contrarrevolucionarios, según contó él mismo a Arcia. “Román me presentó a un cubano miembro de la CIA, de nombre Carlos. Éste me dijo que debíamos combatir el comunismo, que yo podía ayudar en algo”, relató el boxeador.

Y continuó: “Entonces me organicé con un grupo de solidaridad y recogíamos ropa, medicina, equipos médicos, dinero y todo lo que sirviera para los combatientes. Eso se enviaba para el Sur, en las fronteras con Costa Rica. Yo nunca combatí, ni disparé. La CIA me dijo que entrara a las montañas para ver, para comprobar la situación real. Entré a eso con 32 soldados, al volver encontré a Pastora y a Robelo discutiendo y peleándose por la presidencia. Eso hizo que no quisiera volver más”.

Alexis Argüello junto a Edén Pastora en 1983. AP

A mediados de los ochenta, Argüello ya había anunciado su retiro del boxeo y en Estados Unidos empezó su vida entre el alcohol y las drogas. Fue en 2001 que apareció como miembro de la Convergencia Nacional, encabezada por el Frente Sandinista. Ahí empezó su incursión en la política con el partido rojinegro al que le perdonó que lo hubiera confiscado en los ochenta.

Francisco “Chico” López, el tesorero del partido, fue quien lo convenció de que tuviera una plática con Ortega, quien le propuso ser el candidato a vicealcalde de Managua. Él aceptó y en los comicios de 2004 resultó electo como compañero de fórmula de Dionisio “Nicho” Marenco.

Desde su cargo, Argüello se concentró en la promoción del deporte y en 2008, el Frente Sandinista lo nombró candidato a alcalde de Managua. “Yo soy un soldado. Él (Daniel Ortega) me escoge a mí porque sabe que le voy a hacer un trabajo estupendo”, dijo Argüello a LA PRENSA en aquel entonces.

Dionisio Marenco, Daniel Ortega y Alexis Argüello en campaña para las elecciones municipales de 2004. ARCHIVO

El fraude electoral de 2008 lo convirtió en el alcalde de Managua, pero él no estaba muy contento “porque estaba claro de que había habido un fraude”, según dijo su hija Dora Argüello a la revista Magazine en 2017.

“Esa noche yo estaba con él en su casa cuando dieron los resultados, y él no quería salir a las calles, pero no sé quién lo llamó y no era de que si quería o no quería, tenés que ir y punto. A esa hora nos alistamos y nos fuimos a la caravana que salió de la rotonda El Güegüense. Tuvimos que ir”, relató la hija del boxeador.

Para entonces Argüello tenía roces con Fidel Moreno, quien se estrenaba como el secretario general de la municipalidad y de quien se decía que tenía más poder que Argüello.

El viernes 26 de junio de 2009, Alexis se encontraba en Puerto Rico en la inauguración de un gimnasio que le pusieron su nombre, y el Concejo de la Alcaldía convocó a una sesión extraordinaria en la que se le dio más poder a Fidel Moreno. Con los ajustes, le quitaron a Argüello la mayoría de sus atribuciones y solo le dejaron los programas sociales, deportivos y las relaciones públicas.

El lunes 29, cuando Argüello regresó de Puerto Rico, tuvo un altercado con Moreno. El martes 30, Alexis no llegó a trabajar y el miércoles primero de julio amaneció muerto. Murió siendo el alcalde de Managua, con la nariz reventada y un tiro en el corazón.

Según la versión oficial, Alexis acarreaba una depresión que desembocó en su suicidio, pero hasta la fecha existen dudas sobre su muerte.

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