A 10 meses del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre China y Nicaragua, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo inauguró este martes 18 de octubre su sede diplomática en Pekín, China, mediante una ceremonia oficial donde se izó la bandera nicaragüense.
Según el medio de propaganda oficialista, Radio Sandino, “en la ceremonia estuvieron presentes el embajador de Nicaragua en China, Ian Coronel y representantes de la cancillería asiática, entre ellos Tian Lu, gerente del Complejo de Residencias Diplomáticas”.
El 9 de diciembre de 2021, Ortega decidió romper sus lazos diplomáticos de larga data con Taiwán para asegurar su lealtad a Pekín.
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El canciller orteguista Denis Moncada fue quien oficialmente informó sobre la ruptura de relaciones con Taiwán: “El Gobierno de la República de Nicaragua declara que reconoce que en el mundo existe una sola China. La República Popular China es el único gobierno legítimo que representa a toda China y Taiwán es parte inalienable del territorio chino”, leyó Moncada en el comunicado oficial.
Taiwán —hasta ese momento el principal donante de Ortega— ha inyectado cuantiosos desembolsos a Nicaragua en el sector salud, económico, social y ganadero, entre otros; además es un aliado clave del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), entidad que ha oxigenado económicamente a la dictadura orteguista, pese al llamado a que cese su financiamiento debido a la brutal represión y violación de los derechos humanos de los nicaragüenses.
Hasta la mitad de ese año, Taiwán ya había superado a la Unión Europea como fuente proveedora de recursos, luego que en el transcurso de este año aumentó su compromiso financiero con Nicaragua.
El régimen de Ortega confiscó el edificio de la sede diplomática de Taiwán.
El 31 de diciembre de 2021 fue inaugurada la sede diplomática de China en Managua, con el encargado de negocios Yu Bo al frente de la delegación.