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El precio del aceite es uno de los que mpas se ha encarecido, según los registros oficiales. Getty Images

Sale más y entra menos aceite de Nicaragua, mientras el consumidor lo paga más caro. Lo que debe esperar en su precio a corto plazo

En un año el litro de aceite se ha encarecido 11 córdobas, estas son las proyecciones sobre este rubro en el mercado internacional

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Desde el desayuno hasta la cena es un insumo utilizado en los alimentos. El aceite es uno de los productos alimenticios incluidos en la canasta básica que ha provocado mayores gastos a las familias en el último año. El litro ha aumentado 11 córdobas en los últimos 12 meses, de acuerdo con datos oficiales, es decir 20 por ciento más caro. 

Los datos oficiales sobre el precio de la canasta básica, que registra el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide), indican que el litro de aceite costaba en agosto de 2021, 57.50 córdobas, un año después se ofertaba en 69 córdobas. 

Para hacerle frente al requerimiento de siete litros por familia, establecidos en la canasta básica, ha tocado desembolsar 80 córdobas más, solo por este producto.

La asfixia se vuelve más profunda si el precio del litro del aceite en Nicaragua se compara con hace cinco años, es decir agosto del 2017, cuando los hogares pagaban 36.18 córdobas, es decir que desde entonces ha habido un alza de 90.71 por ciento, equivalente a 32.82 córdobas por litro.

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Mientras las familias deben hacerle frente a ese gasto, las importaciones del aceite de palma se han venido reduciendo mientras que las exportaciones van en aumento. Y aunque en Nicaragua, el consumo de aceite de palma no es masivo, lo cierto es que es un producto con varios usos. 

El aceite de palma se utiliza para fabricar aceite de cocina, margarina y manteca, principalmente. Además, muchos productos de consumo diario llevan aceite de palma entre sus ingredientes, entre ellos los jabones.  

Para un economista consultado, bajo condición de anonimato, esta distorsión del alza continúa en el aceite comestible, frente al incremento de las exportaciones del aceite de palma y la caída de las importaciones del mismo, demuestran una distorsión en el manejo de este rubro. 

“Se percibe el encarecimiento del aceite para los hogares, pues correspondería revisar el mercado, qué es la causa de este encarecimiento, pero al caer las importaciones del aceite de palma, deja entrever que los precios no apuntan a bajar a lo interno”. 

El mercado interno en pocas manos

Un experto en comercio, quien solicitó la condición de anonimato, dijo que el mercado del aceite de Nicaragua es un oligopolio, es decir que el mercado se lo reparten entre pocas empresas. 

Dijo que el tema del envasado había estado en manos de una o dos empresas. “Con la apertura del mercado y ese tema del libre comercio, aparecieron nuevos envasadores que declaraban sus importaciones de aceite comestible como aceite crudo para pagar un arancel más bajo”. 

Respecto al precio interno, señaló que la inflación está empujando hacia el alza, pero la baja de las importaciones también está presionando porque podría generarse un desabastecimiento. 

No obstante también plantea la alternativa que hay intenciones de proteger a la industria interna, pero ello debería significar un mayor abastecimiento de producto nacional para compensarlo. 

Volumen de importación se redujo

Hasta el mes de julio, que es la última actualización de datos de importaciones y exportaciones, que refleja el Banco Central de Nicaragua (BCN), las compras de aceite de palma se han reducido al comparar el comportamiento de enero a julio de 2021 con el mismo período de 2022, con una caída del 18 por ciento, equivalentes a 5,666 toneladas. 

Sin embargo, pese a la caída en las importaciones, el valor pagado aumentó 16 por ciento, por lo que el país tuvo que desembolsar 6.4 millones de dólares más, para un total de 46.6 millones de dólares.

Por otro lado, las exportaciones o ventas hacia el exterior del producto se incrementaron 42.1 por ciento el mismo período, lo que significa un aumento de 14 millones de dólares hasta julio de 2021 y julio de 2022. 

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Para julio de 2021 las exportaciones de aceite de palma totalizaron 33.2 millones de dólares, un año después se colocan en 47.1 millones. 

Según el Plan nacional de producción consumo y comercio del régimen de Daniel Ortega, en el ciclo 2021/22, la producción fue de 140,648 toneladas métricas de aceite crudo, lo que equivale a un 5 % más que el ciclo anterior y el volumen de exportación llegó a 90,853.2 toneladas.

Para el ciclo 2022/23 se espera una producción de 141,000 toneladas métricas de aceite crudo, lo que equivale a 0.3 % de crecimiento y un volumen de exportación similar al ciclo 2021/22.

En Nicaragua la producción de palma ha sido cuestionada por los efectos medioambientales y se concentra en la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur (RACCS).

El mercado mundial 

La guerra en Ucrania vino a incidir directamente en el mercado mundial del aceite, puesto que este país es uno de los principales productores de aceite de girasol en el mundo. 

Son cuatro los aceites vegetales que dominan el mercado internacional: aceite de palma, aceite de soya, aceite de colza (canola) y aceite de girasol. Estas cuatro variedades hacen al 75 por ciento del volumen de aceites producido cada año, indican sitios especializados. 

La Bolsa de Comercio de Rosario, Argentina, uno de los principales productores de aceites vegetales en Latinoamérica, indica que de cara al ciclo 2022/23 se espera un comportamiento creciente en la producción de todos ellos. “De hecho, es la primera vez en 9 ciclos (desde 2013/14) que acontece un aumento generalizado en los cuatro aceites líderes, según datos de Oil World”. 

Precio apunta a la baja 

En 2022/23, la producción de cada uno de estos tres aceites alcanzará un máximo histórico reafirmando el boom productivo impulsado por excelentes precios internacionales que surgen de una consistente demanda por los aceites vegetales.  

Las proyecciones de los especialistas indican que por el lado de la demanda se anticipa que los efectos de la pandemia por covid-19 sobre los comportamientos del consumo mundial continúen suavizándose el próximo ciclo, al tiempo que los menores precios estimados para los aceites fortalecerán su demanda en países de menores ingresos.  

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Asimismo, los principales mercados importadores de aceite como India y China liderarán las mayores compras el próximo año comercial. Como consecuencia de ello, la demanda de aceites vegetales se incrementará en un nivel mayor respecto a los últimos 4 años.   

El índice de precios de los aceites vegetales de la Organización de las Naciones Unidas para la la Alimentación y la Agricultura (FAO) reflejó en agosto reciente una disminución de 5.5 puntos respecto al mes anterior y un poco debajo de su nivel de hace un año. 

“El descenso continuo del índice obedeció a la bajada de los precios mundiales de los aceites de palma, girasol y colza, que compensó con creces la subida de las cotizaciones del aceite de soya. Los precios internacionales del aceite de palma disminuyeron por quinto mes consecutivo en agosto, debido al aumento de las disponibilidades exportables de Indonesia, principalmente gracias a la reducción de los impuestos a la exportación, así como al crecimiento estacional de la producción en el Asia sudoriental”, apunta el organismo.  

Indonesia y Malasia son los principales productores de aceite de palma en el mundo. 

La FAO indica que los valores mundiales del aceite de girasol descendieron a raíz de la baja demanda mundial de importaciones sumada a la reanudación gradual de los envíos desde los puertos marítimos de Ucrania.  

Las cotizaciones internacionales del aceite de colza también descendieron en agosto, a consecuencia de las perspectivas de abundantes suministros en la próxima campaña 2022/23. Por el contrario, los precios mundiales del aceite de soya repuntaron solo moderadamente, sobre todo debido a la preocupación por las repercusiones de las condiciones atmosféricas desfavorables en la producción de soya en los Estados Unidos. 

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