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Erasmo Ramírez como en sus mejores tiempos

Tiene nueve salidas en las que no permite carrera, mientras que sus registros de velocidad y más aún de control, están en su mejor momento

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Aun cuando se sospecha que el éxito es patrimonio de los vigorosos y no de los sutiles, Erasmo Ramírez se ha dedicado con firmeza a convencer a críticos y superar obstáculos, mientras hace un despliegue de habilidades con una majestuosidad imprevista, justo en lo que se pensó era la recta final de su carrera, pero se ha impuesto con suavidad y eficacia.

Ramírez se ha vuelto más fino en el manejo de la zona de strikes. Su comando, que es la habilidad de poner la bola donde desea, se ha agudizado, mientras rediseña su repertorio y su velocidad, que nunca ha sido su carta de presentación, regresa a sus mejores niveles, en una demostración llamativa del trabajo que hizo durante el receso de la actual temporada.

Este domingo, Erasmo lanzó 2.1 innings sin hits, sin carreras y sin bases contra los Filis, quienes atacaron con siete carreras al abridor de Washington, Cory Abbott. Entró Ramírez y se acabó la fiesta. Ahora, salió el nica, y los Filis volvieron a tronar con seis carreras más para darle forma a una paliza 13-1, pero aun en los escombros, el nica no pasó inadvertido.

Y en su trabajo, el cual le permitió mejorar sus cifras a 3-1 y 3.36 en 56.1 innings a lo largo de 40 juegos, Erasmo empleó 30 disparos, de los cuales 20 fueron strikes. Eso es un reflejo fiel de la gran precisión del nica a través de la mayor parte de la temporada. De hecho, en la campaña, ha realizado 832 envíos, de los que 550 son strikes, eso es un 66 por ciento.

Ahora, este fue el relevo número nueve de forma consecutiva en el que Erasmo no permite carreras. La última anotación se la hicieron los Bravos el 15 de julio. Desde entonces tiene 2-0 y 0.00 en 15 innings, con nueve hits, siete ponches, una base y un golpe. En este lapso ha enfrentado 52 rivales y le batean .184. Hace 180 envíos, 131 strikes (73 por ciento).

Durante esta racha, Ramírez tiene una victoria 8-3 sobre los Dodgers el 26 de julio. Ese día sacó dos outs. Luego el 30 de julio se impuso 7-6 a los Cardenales en trabajo de un inning y el 2 de agosto sostuvo una ventaja (hold) contra los Mets, derrotados 5-1. Ese día sacó un out. Toda esta mejoría, le ha permitido al rivense bajar su efectividad de 4.57 a 3.36.

De las 40 apariciones que lleva, Erasmo tiene cinco que han sido malas, es decir, permitió dos o más carreras. En esos cinco relevos (dos ante Atlanta y uno ante los Rojos, Gigantes y Filis) tuvo 17.61 en efectividad por 15 carreras limpias en 7.2 innings, con 18 hits, de los cuales siete son jonrones. Pero luego tiene 29 relevos sin carrera limpia y 28 sin carreras.

Veamos algunos detalles del sureño a la luz de nuevos métodos para evaluar el desempeño. ¿Qué tan duro le batean? Los contactos contra Ramírez tienen un promedio de 88.1 millas de velocidad de salida. Mejor que las 89.1 millas que ha sido el average en su carrera. Y un poco mejor que el 88.4 millas que es average de las Mayores. En 2020 tuvo 93.7 millas.  

El 38.0 por ciento de los batazos o contactos contra Ramírez son duros, es decir, sobre 95 millas en velocidad de salida. Eso es mejor que el 40.1 de su carrera y el 38.7 promedio de la MLB. En 2018 el average del nica fue de 45.8 por ciento de batazos fuertes. Un 43.9 de los batazos son por el piso este año. El average en su carrera es 44.2 y en la MLB, 43.8.

¿Cómo anda su velocidad? Hace disparos de hasta 94 millas, pero su average de 93.6, está en el borde del average de las Mayores, que es 93.5. No obstante, sus armas son su sinker, que lo lanza a 92.8 millas (el promedio MLB es 95.6) y lo usa un 39.5 por ciento de las veces y el cutter (recta cortada) a 88.9 millas (MLB, 90.9) y lo uso un 45.1 por ciento.

Donde Erasmo continúa siendo un maestro es en el control. Si bien solo poncha a 6.7 adversarios cada nueve innings y al 16.3 por ciento de sus rivales en general, que es debajo del 21.4 por ciento promedio de la MLB, solo da 1.69 bases por bolas por cada nueve episodios, muy encima del 3.0 promedio en las Mayores. Así que sigue siendo un artista.

A los 32 años, Erasmo no es el chavalo impetuoso que asomó con Seattle y se estabilizó en Tampa, antes de emprender una carrera nómada, sin embargo, luce más sabio y es un mejor lanzador. Se ha vuelto más fino y su recta está más rápida, pero todos sabemos que siempre ha tenido la velocidad escondida en el cerebro. Qué tremendo trabajo el que hace.

Edgard Rodríguez está en Twitter: @EdgardR

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