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No al aborto en Estados Unidos

No todo está perdido ante las amenazas del mundo actual en el que algunos “progresistas”, o gente “de izquierdas” como también suelen llamarse, promueven la gestación de un mundo alejado de los valores universales de la familia, tratando de dividirla no solo desde la niñez sino también desde el proceso embrionario que habrá de traer un ser humano nuevo a la vida, llenando de felicidad en la mayoría de los casos a sus progenitores.

El fallo reciente de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos marca un hito trascendente ya que elimina el derecho constitucional a la interrupción del embarazo en toda la nación. En efecto la noticia que ha causado revuelo por encima del covid-19 y los acontecimientos políticos como la guerra de Ucrania o las fallidas elecciones de Colombia, han pasado por ahora a un segundo plano al conocerse el histórico fallo que anula la polémica sentencia conocida como “Roe contra Wade”, la cual desde el año de 1973 venía garantizando el derecho al aborto en Estados Unidos, determinación demoledora para tantos grupos feministas, movimientos de género y centenares de agrupaciones que desde esa fecha han venido promoviendo la matanza del nuevo ser viviente desde las entrañas de la madre.

Esta disposición jurídica de la Suprema Corte, que también ha venido a ser considerada como un renacer de la era Trump, pues algunos de estos magistrados fueron nombrados durante su Administración, no habría tenido mayores implicaciones políticas si el actual mandatario de esta gran nación, Joe Biden, no hubiese expresado su descontento con la aprobación, considerando este hecho como un “trágico error” del sistema judicial institucional.

Sin embargo, y más allá de estas argumentaciones de políticos en juego, la noticia ha sido de gran relevancia, y el mundo entero, temeroso de Dios, religioso, defensor de la heterogeneidad sexual exclusiva entre el hombre y la mujer, está muy contento con lo que ha ocurrido, pues frena con un impulso monumental a uno de los hechos más detestables de la humanidad como es el aborto.

Una vez aprobada la ley, la opinión pública nacional e internacional se ha movilizado unos festejando y otros lamentando, así vimos en la televisión a activistas frente al edificio de la Corte Suprema en Washington DC, a favor y en contra, y en todo el planeta prácticamente la noticia ha causado revuelo. No olvidemos además que dado el sentido cooperacionista de Estados Unidos ha compartido sus modelos de vida en muchos países con los que ha mantenido cooperación, lo que también ahora tendrá repercusiones no solo nacionales sino también internacionales dentro del marco de la ayuda internacional.

Pero además, vendrá a permear, a inmovilizar, a acallar y a reprimir para bien de quienes estamos a favor de la vida y no del aborto, a muchos de estos movimientos en países en los que la influencia de la agenda social progresista está en ventaja sobre otros, y esto queda claro en aquellos países donde las políticas sociales han tratado de imponer una agenda abortiva, populista, estatista e izquierdista y ¿por qué no decirlo? socialista y comunista.

Es de suponer ahora que las implicaciones también serán poderosas, pues esta decisión, que ha sido respaldada por la mayoría de magistrados conservadores quienes se alzaron con la victoria al ganar 5 votos contra 4, se abren las compuertas para que oficialmente sea el aborto declarado ilegal en los estados que así lo consideren, y quienes siempre dentro de este intenso debate, creen o aprueben nuevas disposiciones y restricciones. De hecho, casi inmediatamente estados como Texas y Missouri aplaudieron la aprobación de la Corte una vez conocida la sentencia, por sus fiscales generales de esos estados.

Recordemos que semanas atrás causó escándalo en la sociedad norteamericana la supuesta filtración de un borrador del anteproyecto de ley, publicado en uno de los medios más influyentes en Estados Unidos, en el cual se revelaban criterios de la actual Corte en los que consideraban un error flagrante el haber aprobado el aborto en 1973. Los magistrados tuvieron que reconocer ante la prensa que el borrador era legítimamente de dicha entidad, pero aclararon que el mismo no era en ese momento una decisión ya final.

Los hechos, para bien de la humanidad, resultaron ciertos pues como bien dice el dicho, cuando el río suena piedras trae, pero esta vez la correntada trae más que piedras, trae la renovación de la fe, de que en medio de la crisis y el descontento también hay esperanzas, ahora en este histórico fallo a favor de la vida.

La autora es estadounidense de origen nicaragüense. Es empresaria, emprendedora y escritora, actualmente se postula para el cargo de comisionada por el Condado de Miami.

Opinión aborto derecho a la vida Estados Unidos archivo
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