La lluvia registrada el 19 de mayo oficializó la temporada de invierno en Nicaragua y desde entonces en todo el territorio nacional se han reportado precipitaciones que se prevé continúen en esta semana ante el ingreso de la onda tropical número dos, informó el director de Meteorología del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), Marcio Baca.
Baca manifestó, en entrevista con un medio oficialista, que se espera el ingreso de la onda tropical para la noche del jueves o madrugada del viernes de esta semana, aunque esta no se presentará con la misma intensidad que la onda tropical número uno —registrada la semana pasada— que provocó fuertes lluvias y estragos en Managua.
“Las características que presentó esta primera onda tropical fue porque se juntaron diversos aspectos en la atmósfera que ocasionó un cóctel óptimo para que cayera semejante cantidad de lluvia (…) Esta onda que viene (número dos) hasta este momento no trae las características de la onda tropical número uno, por decirlo de alguna manera, ella viene sola. Eso significará que toda la lluvia que pueda provocar va a depender en mucho de la estructura que ella traiga, por tanto, estamos pensando que sí nos va a ocasionar lluvias, pero van a ser lluvias de las que normalmente tenemos en nuestro periodo lluvioso”, expuso Baca.
El experto agregó que las precipitaciones que se presentarán serán de ligeras a moderadas, con acumulados de 25 a 30 milímetros de lluvia, una cantidad de agua “que es soportable en la capital y el resto del territorio”.
Primeras lluvias sobrepasaron el récord de agua acumulada en un mes
El director de Ineter justificó las inundaciones que se dieron en varias partes de la capital, señalando que no hay drenaje que soporte la intensidad y cantidad de agua que cayó en esos días, principalmente el jueves 19 de mayo.
Las fuertes lluvias registradas el 19, 20 y 21 de mayo —correspondiente a la onda tropical número uno— sobrepasó la cantidad de agua que cae en un mes en Managua, reveló Baca.
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“Los drenajes se hacen bajo ciertas características hidráulicas para que soporten cierta cantidad de lluvias, pero cuando la lluvia supera, no hay drenaje que aguante esa intensidad con la que cayó (en Managua) en menos de una hora”, planteó Baca.
En cuanto a la situación que viven las zonas rurales y comunidades donde tienen cerca un río, Baca declaró que es una situación diferente a la capital porque los suelos soportan más cantidad de agua y en cuanto a la crecida de ríos, estos rápidamente recuperan su caudal normal.
“La cuenca del río Escondido (Caribe Sur) es bastante grande, generalmente las inundaciones en ese lugar se nos dan en el mes de julio y es bastante comprensible porque en esa zona en junio empiezan a incrementar las precipitaciones y se incrementa en la cabecera de los ríos”, ejemplificó Baca.
“El proceso de almacenamiento de agua del manto acuífero no reacciona inmediatamente a la caída de lluvia, este es un proceso un poco prolongado, lo importante es que los ríos se recuperan, comienza a correr agua, el agua comienza a infiltrarse en la tierra, va hacia la parte profunda y todo esto es positivo”, explicó.
Invierno neutro
Por ahora se mantiene el pronóstico de que la temporada de invierno sea neutra, es decir, que hay incidencia del fenómeno de La Niña y El Niño.
Baca señaló que los suelos ya tienen las condiciones para que los productores siembren debido a la cantidad de lluvia caída en los días anteriores y la presencia del sol.
“Eso es muy beneficioso para que la semilla germine con rapidez”, dijo Baca.
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Temporada de huracanes
El 1 de junio de este año se oficializa la temporada de huracanes en el Atlántico y el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos pronostica 19 tormentas nombradas para este año, seis tormentas más de lo normal, de las cuales nueve serían huracanes y de ese total cuatro serían de categoría 3, 4 y 5 “que son las categorías más intensas que hay en huracanes”, informó Baca.