Las diversas formas de preparar sopa de frijoles   

LA PRENSA/María Esther López

Como ya sabemos, el frijol es propio del continente americano, y uno de los granos más importantes en la alimentación diaria de los nicaragüenses. Nutricionalmente, estudios revelan que esta legumbre tiene muchas propiedades como proteína, hierro vegetal, ácido fólico, potasio, fibra, tiamina, cinc, potasio y magnesio.   

Las sopas y las sustancias en Nicaragua han sido una importantísima parte del glosario gastronómico. En cuanto a sustancias destacan la de sesos, médula, hígado, garrobo, pato pichón, pollo, menudencia y pescado. En sopas tenemos la de res que puede ser costilla, hueso o cola, así como mondongo y chombón para los que están de goma. No podemos olvidar las de gallina india con o sin albóndigas, pescado, mariscos, queso, hueso de cerdo y por supuesto la de frijoles. En cuanto a esta última existen una variedad de propuestas en su preparación, las dos más comunes son la de huevo y la que se lleva todos los aplausos la de chicharrón con huevo. Se sirve ataviada con complementos como arroz, bastimento, aguacate, limón, cuajada o queso rallado y su respectivo chilero. 

En mi periplo nacional de 4 décadas, en Granada he conocido familias que acostumbran hacer sopa de frijoles con hueso o costilla de res. En Masaya probé una deliciosa versión con pepena y servida con yuca. En Rancho Grande, Matagalpa, en 1998, me sirvieron una sopa de frijoles a la que le habían agregado en la cocción un poco de arroz y huesos de chancho. Si nos vamos a occidente, hablamos de la sopa de frijoles con punches que tiene mayor presencia en Chinandega y de la que muchos alardean por su sabor y valor nutricional agregado. En nuestra Costa Caribe la sopa de frijoles toma un rumbo local impresionante con el toque de la leche de coco, chile cabro y la incorporación del domplin o dumpling. En Managua, de niña mi mamá, por la pobreza, hacía una sopa de frijoles con bastante culantro y vegetales como zanahoria, papa, chayote y hasta chilote que por cierto variaban su color en la cocción y luego batía los huevos para incorporarlos.  Recuerdo que en la década del 2000, cuando visité la comarca El Sol, en Carazo, con el otrora programa de televisión “El Clan de la Picardía”, nos invitaron a saborear esta misma preparación.  

Todo lo anterior es para ilustrar la versatilidad de la cocina tradicional al preparar la sopa de frijoles, porque sé que algunos y más aún las nuevas generaciones pensarán que la sopa de frijoles con patitas de chancho jamás la han conocido. Eso obedece al hecho que hemos perdido la práctica de muchas recetas nuestras que décadas atrás eran muy comunes y que hoy están extintas o en peligro de extinción, por la indiferencia de todos y la falta de difusión y apropiación de nuestro arte culinario.  

Esta sopa tiene también su lógica y razón de ser, porque del chancho todo se utiliza: piel, carnes, cabeza, vísceras, tripa, patas, etc. Además de las que hacemos en caldillo o con verduras, está por supuesto la sopa de frijoles con patitas de chancho. 

Hoy quiero compartirles esta receta con el afán de que ustedes la repliquen en casa, verán que no solo es económica, es también exquisita y rica en colágeno y otros nutrientes.  

Sopa de frijoles con patitas de chancho 

Para la cocción de las patitas y los frijoles: 

—6 patas de chancho, cortadas y limpias 

—agua suficiente 

  —achiote diluido 

½ cucharadita de comino 

—tallos de cebolla o cebolla en trozos 

—1 cabeza de ajo 

—sal 

—1 libra de frijoles, limpios 

Para el licuado: 

—1½ taza de frijoles cocidos 

—2 tazas del caldo de la cocción 

—½  cabeza de ajo 

—1 trozo de cebolla 

—1 chiltoma en trozos 

—12  hojas de culantro 

 Para la cocción final: 

—2 litros del caldo de la cocción 

—agregue el licuado 

—4 tomates rallados 

—½ libra de crema a temperatura ambiente 

—jugo de naranja agria al gusto 

—sal y pimienta 

Preparación: A fuego medio en una olla ponga todos los ingredientes del sancocho, excepto los frijoles, tape y cocine hasta suavizar las patitas. Saque y reserve. En el mismo caldo de la cocción agregue los frijoles, agregue agua si es necesario, tape y cocine hasta suavizar.  A velocidad alta en la licuadora, procese los ingredientes del licuado por dos minutos o hasta que se vea una mezcla fina. Ponga los dos litros de caldo, el licuado, tomate rallado y una vez rompa hervor, agregue un poco de la sopa a la crema, incorpore bien y vierta en la olla; agregue las patas, jugo de naranja agria, pimienta y ratifique el punto de sal.  Cuando rompa hervor nuevamente estará lista. *Puede incorporar huevos o domplin si prefiere. 

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