Cuatro migrantes, entre ellos un niño de tres años de nacionalidad nicaragüense, murieron ahogados después que intentaron cruzar el Río Bravo, desde el lugar conocido como Piedras Negras, en Coahuila, en México, para cruzar a Estados Unidos, informó la cadena Univisión San Antonio.
El hecho se registró en horas de la noche del jueves 12 de mayo, cuando el grupo de siete migrantes intentó cruzar el río en medio de la oscuridad, sin embargo solo tres de ellos pudieron salir del agua. A esta hora las autoridades mexicanas y norteamericanas continúan con las labores de búsqueda y recuperación de los cuerpos.
La madre del niño nicaragüense, quien fue identificada como Jeymis Madrigal, entre el llantos y desesperación comentó a los medios de comunicación que al momento de cruzar el río su hijo lo llevaba un “amigo”, quien se presume que también fue arrastrado por las corrientes.
«A mi hijo lo llevaba un amigo, yo iba a cruzar, pero como me estaba ahogando me regresé, mi niño tiene tres años (y) se llama Alinton Alvarenga Madrigal», dijo la desesperada mujer.
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La ciudadana agregó que entre los cuatro desaparecidos están dos mujeres, un hombre y su niño. Hasta ahora no se ha podido confirmar la nacionalidad y los nombres de los migrantes tragados por el río. Lo único que han encontrado las autoridades son zapatos y vestimentas flotando sobre el agua.
Casi una veintena de fallecidos
Entre enero y lo que va de mayo de este año, la organización Nicaragüenses en México lleva contabilizado un total de 19 nicaragüenses fallecidos en la frontera entre México y Estados Unidos por diferentes circunstancias. De ese total, al menos nueve han muerto ahogados en el río bravo al intentar cruzarlo.
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Este río es el camino que miles de inmigrantes —entre ellos nicaragüenses— han utilizado como trampolín hacia Estados Unidos. Las personas que entran por la frontera sureste de México vía terrestre deben atravesar todo ese país y llegar a una de las cuatro ciudades por donde pasa el río Bravo: Matamoros, Reynosa, Laredo y Piedras Negras, las cuales colindan con la frontera estadounidense en el sureste de Texas.
El último caso que retrata este drama es el del locutor leonés Calixto Rojas Bordas, quien murió ahogado en el río Bravo el pasado 1 de mayo y tras nueve días pudo ser repatriado a Nicaragua.
Por otro lado, en el primer trimestre de este año, 41,080 nicaragüenses fueron detenidos en las fronteras norteamericanas, revelan datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés). En marzo de 2022 se registró el mayor flujo migratorio de los últimos seis meses.