El presidente electo de Chile, Gabriel Boric, catalogó como “brutal” la crisis sociopolítica y la agudización de la violación de los derechos humanos que se vive en Nicaragua, como consecuencia de la represión que ha ejecutado el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo desde abril 2018.
“El alegato permanente que hacen ciertas izquierdas a la autodeterminación de los pueblos para terminar incluso justificando sus desviaciones, o conductas que desde mi punto de vista no son apropiadas, por ejemplo, limitaciones a la libertad de expresión, de reunión, a la profundización de la democracia es algo que tenemos que enfrentar abiertamente. Lo de Nicaragua es brutal, en ese sentido”, afirmó Boric en una entrevista con la emisora uruguaya M24 Radio.
De la misma forma, Boric afirmó que su gobierno aspira a construir una izquierda que sea “profundamente democrática, respetuosa de los derechos humanos, crítica de sí misma y no de estar permanentemente justificando los errores en adjetivos”.
Recordó que, a como decía un poeta chileno, “el adjetivo cuando no da vida mata”, para referirse a que en la actualidad le pasa mucho a “algunas izquierdas latinoamericanas que llenan sus discursos con adjetivos, pero en la práctica no ve el propio sufrimiento de su pueblo”.
La condena al régimen de Ortega
Boric no ha dejado a un lado la crisis de derechos humanos que vive Nicaragua y en varias ocasiones ha expresado su solidaridad con los presos políticos que mantiene el régimen de Daniel Ortega.
La más reciente declaración del presidente electo fue sobre las elecciones del 7 de noviembre en las que Ortega se aseguró su cuarto periodo consecutivo en la Presidencia de Nicaragua por medio de un proceso sin competencia, sin observación y que careció de condiciones.
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“No tengo ninguna duda que la puesta en escena de Ortega-Murillo hoy en Nicaragua es una farsa y no cumple con los estándares básicos para ser considerada una elección legítima. Mi solidaridad con Sergio Ramírez y Dora María Téllez, Cristiana Chamorro y todo el pueblo que resiste”, dijo Boric en su cuenta de Twitter la noche del pasado 7 de noviembre.
Pero no era la primera vez que se refería a la situación en el país. Desde antes ya calificaba de régimen al orteguismo y se solidarizaba con los perseguidos. Por ejemplo, cuando la dictadura emitió la orden de captura en contra del escritor Sergio Ramírez —quien ya se encontraba en el exilio— Boric mostró su apoyo al reconocido escritor.
También ha abogado por la “solidaridad internacional” para enfrentar el “autoritarismo familiar de Ortega”. Todas sus declaraciones se han dado en el contexto represivo que vive Nicaragua desde 2018, pero que arreció en mayo de este año, cuando el régimen emprendió una cacería de opositores y mandó a la cárcel a más de 40 personas, incluidas siete que buscaban competir para la Presidencia.
Pero la condena hacia el régimen no inició este año. En 2018, cuando Ortega mandó a reprimir violentamente con fuerzas estatales y paraestatales las protestas ciudadanas que exigían cambios en el gobierno, Boric, quien en ese momento era diputado, que era “inaceptable”.
Expresidenta de la CIDH en el gabinete de Boric
Boric incluyó a Antonia Urrejola, expresidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y exrelatora para Nicaragua, en su gabinete de gobierno, fue ratificada el 21 de enero pasado en el cargo de ministra de Relaciones Exteriores de Chile y asumirá el cargo el próximo 11 de marzo.
La abogada chilena, Urrejola, es reconocida en Nicaragua por su involucramiento total desde la CIDH y como relatora de Nicaragua en la crisis de derechos humanos desde el 2018.