La confirmación para un cuarto periodo en el poder del dictador Daniel Ortega, el 7 de noviembre, provocó un efecto inmediato en la población nicaragüense. Si bien durante todo el 2021 se registraron altas cifras de personas detenidas mientras intentaban entrar de forma irregular a Estados Unidos, el mes de diciembre fue el que rompió récord.
Los datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) muestran que en diciembre 15,338 nicaragüenses fueron detenidos mientras ingresaban irregularmente al país norteamericano. En total, en el año se acumularon 87,572 detenciones de la Patrulla Fronteriza de EE. UU.
En los meses de julio y noviembre —que coincidieron con los secuestros a opositores políticos y las elecciones generales, respectivamente—, se registraron los dos primeros picos, cada uno con más de 13,500 detenciones. Pero para activistas opositores, que el último mes del año haya registrado el récord de la migración hacia Norteamérica es reflejo directo de la decepción que representó el resultado del cuestionado proceso electoral.
Lea además: «No hay nada qué hacer aquí». Largas filas en Migración para solicitar pasaporte
«Después del 7 de noviembre algunos nicaragüenses tenían la expectativa de que las elecciones podían ser un medio para estabilizar la situación del país, pero las reacciones del régimen, su falta de voluntad política, la negativa de atender algunas recomendaciones de la comunidad internacional le han dejado claro al pueblo de que el país se está hundiendo y que hay un régimen que está aislado diplomáticamente», planteó a LA PRENSA la activista y socióloga, Haydée Castillo.
Costa Rica desplazada
De acuerdo con un monitoreo realizado por el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca +, hasta noviembre del año pasado, al menos 95 mil nicaragüenses habían salido del país con rumbo hacia Estados Unidos y Costa Rica. Aunque por años el vecino del sur se posicionó como el principal destino, el organismo revela que en el 2021 este fue desplazado por la nación norteamericana.
«En 2021 habrían migrado hacia Estados Unidos unas 60 mil personas y 35 mil hacia Costa Rica… es una cifra sin precedentes que revela la gravedad de la situación y del cambio de destino del flujo migratorio, que ahora se dirige hacia el norte, ruta marcada por la violencia y la inseguridad», declaró el Colectivo en ese momento, por lo que las cifras claramente aumentaron.
Al respecto, la socióloga consideró que este cambio de ruta podría ser por la situación que atraviesan los nacionales en Costa Rica, la cual asegura que es “bastante compleja”, debido a que esa nación ya sobrepasó sus capacidades de recepción de migrantes y los que están dentro viven con “serias limitaciones” ante la falta de trabajo.
«Eso explica el porqué muchos de los nicaragüenses están tomando como destino Estados Unidos y también España. Lo triste y complicado es que el camino hacia Estados Unidos está lleno de peligros cuando se viaja de forma irregular. Esa ruta hasta las fronteras con México es de alta peligrosidad y la gente está expuesta a extorsiones, secuestros, robos y situaciones como las que hemos tenido de deportar restos de nicaragüenses», expuso Castillo.
Astrid Montealegre, experta en temas migratorios y supervisora de Nicaraguan Human Rights Alliance (NAHRA), manifestó en una entrevista anterior con este Diario que, si bien la situación de inmigración ha estado presente a lo largo de la historia, el escenario se agudizó desde el 2018 y aunque en un momento las cifras disminuyeron estas volvieron a aumentar desde el 2021 cuando el régimen recrudeció la represión.
Lea también: Que nicas integren caravanas hacia EE. UU. es un reflejo de asfixia interna, advierten
«Generalmente, y con excepción del huracán Mitch, la migración ha sido por temas políticos, no por la condición económica de los exiliados. Está íntimamente ligada con la situación sociopolítica del país», declaró Montealegre.
Escenario similar en el 2022
Tanto Montealegre como Castillo coinciden en que mientras el régimen de Ortega no busque una salida pacífica que permita el restablecimiento de la economía y la democracia del país, la salida masiva de nicaragüenses continuará intensificándose en este año.
«Creemos que es muy importante, tanto para los actores nacionales como para la comunidad internacional encontrar una salida, pero no una salida maquillada ni un falso diálogo, sino una salida sostenida para poder hacer de que Nicaragua no retorne de nuevo al pasado», señaló la socióloga.
El pasado 15 de enero, unas 600 personas conformaron la primera caravana de migrantes de 2022 que salió de San Pedro Sula, Honduras, con rumbo hacia Estados Unidos. De ese total de migrantes, alrededor de la mitad eran nicaragüenses «que huyen del régimen de Daniel Ortega», dijo en ese momento el medio hondureño Contracorriente.
Recientemente la Embajada de Estados Unidos en Managua emitió un anuncio en el que alertó a los nicaragüenses de no viajar a ese país sin contar con un permiso de ingreso legal, porque de lo contrario serían detenidos en la frontera e inmediatamente deportados. «Si llega a la frontera de EE. UU. de manera irregular, solo o acompañado, será deportado inmediatamente. No crea en las mentiras de los coyotes, no inicie un viaje en vano», advirtió.
«Es urgente buscar una salida para que este conflicto no siga escalando, de lo contrario siguen y seguirán saliendo nicaragüenses en proporciones grandísimas», recalcó la activista.