Creí que la primera columna que escribiría no sería hablando de los árbitros. Me cansé en la temporada regular y en el round robin de señalar los errores monumentales del arbitraje en la Liga Profesional. No obstante, otra vez se convierten en los protagonistas, ahora en la final. Bases llenas, dos outs, noveno episodio. En el cajón de bateo el mejor bateador de la liga, el temible Alay Lago con el juego 4-2. Tiene dos strikes y dos bolas, lanza Wilson Contreras que batalla por encontrar la zona de strikes. El cerrador de Rivas tira un slider que se abre, Lago hace swing hasta la mitad, en mi percepción jamás cruza el bate, que luego considero ratificado en la repetición. El árbitro de home plate, Jaime Laguna, decreta que es out. En primera impresión existe la sensación que consulta al réferi de primera base. Más de cinco mil fanáticos incendiados por el fallo que apagó la esperanza de vida en León le gritan insultos como si el futuro de sus vidas dependiera de ello. Termina el juego y queda en el paladar un sabor amargo. Tras la decisión me surgió la pregunta: ¿valentía arbitral o error descomunal?
El impulso inicial que recorre mis venas es un error descomunal del árbitro, el cual empañó el cierre del juego. Por el espectáculo, creo que no era manera de concluir un desafío con una jugada polémica. Después de una publicación en redes sociales, en el que planteaba que los jueces arruinaron un desenlace que pudo ser épico, el presidente de la Liga Profesional, Pancasán Arce, planteó argumentos importantes que vale la pena compartir. En Grandes Ligas ya no vale decidir si es strike solo con la percepción si pasó o no el bate sobre el plato, ahora lo que se toma en cuenta es el movimiento, control sobre el swing, movimiento de muñecas e impulso del cuerpo, es decir la intensión del swing, lo que en inglés se conoce como “Checked Swing”. Solamente porque sea ley silenciosa entre árbitros en Las Mayores, no significa que nosotros en Nicaragua la debemos usar y más cuando en el reglamento oficial del beisbol 5.11 que rige nuestra Liga Profesional no lo contempla. Entonces hasta ese punto el “Checked Swing” no valía para mí en la final del campeonato. En otras palabras, seguía siendo un error descomunal arbitral.
Sin embargo, de acuerdo con Arce, Jorge Bauza, quien capacitó a los árbitros de la Liga Profesional, les explicó a “todos los árbitros que están en el campeonato que ahora no se mide el strike en que, si pasó o no el madero y se repasó en muchas ocasiones jugadas similares”, es decir, los árbitros de Nicaragua están capacitados para tomar decisiones similares a la Gran Carpa, a pesar que no lo contemple el reglamento oficial. Entonces, de un momento a otro, el tipo del error monumental se convierte en tomador valiente de decisiones contra toda una ciudad y una repetición de cámara que grafica que no lo cruzó. A partir de ese punto no tengo porqué culpar a Laguna que siguió las capacitaciones de Bauza, tragó gordo y tomó una decisión con arrojo. Se tenía que decir y se dijo…