Doña María Peralta cada mañana visita el mercado Iván Montenegro, ubicado al oriente de Managua, para abastecer su pequeño negocio de fritanga ubicado en un barrio de Managua. El queso es uno de los principales productos que Peralta compra para ofrecer el servicio con tajadas o maduro.
Hasta ahora mantiene la compra de cinco libras de queso por día, sin embargo, cuenta a LA PRENSA que a raíz de la enorme alza que actualmente registra este lácteo se ha visto obligada a reducir la porción para no aumentar el costo del servicio de tajadas o maduro con queso que ofrece a 40 y 30 córdobas, respectivamente.
«Usted sabe que lo tenemos que comprar (el queso) porque ese es nuestro negocio, nada más que lo estamos haciendo un poquito más pequeño (la porción), mantenemos el precio, aunque uno vea esa alza, porque de eso vivimos y con eso pagamos y tenemos que seguir luchando», manifiesta la comerciante.
Peralta dice que ha trabajado «toda su vida» vendiendo comida, por lo que comparte su experiencia con preocupación porque en los últimos días las ventas han estado bastante «frías», sobre todo el servicio de tajadas con queso. Esta situación la aflige porque sus dos hijos pronto entrarán a clases y debe de cumplir con el pago de alquiler de donde habita.
La teoría sobre el alza
Actualmente, el precio de este producto se encuentra en aproximadamente 90 córdobas y, según denuncias de la población, ya supera los 100 córdobas en algunos departamentos. Comerciantes del mercado Iván Montenegro prevén que este lácteo incluso podría alcanzar hasta los 100 córdobas en las próximas semanas.
Ronald Blandón, gerente de la Comisión Nacional Ganadera de Nicaragua (Conagan), una de las principales organizaciones ganaderas del país, dijo a LA PRENSA que en estos momentos El Salvador está demandando más queso nicaragüense, por lo tanto, gran parte del producto se está exportando a ese país y Nicaragua se está quedando con menos oferta, lo que provoca el aumento en el precio. Además —agregó— al mismo tiempo los intermediarios aprovechan para aumentar el valor del producto para obtener mayores ganancias.
LA PRENSA intentó comunicarse con el director ejecutivo de Canislac, Óscar López, pero este no respondió. Sin embargo, en declaraciones al oficialista Canal 2 de televisión refirió que los mercados nacionales están abastecidos con queso y que, por lo tanto, no hay motivos para que haya un incremento en el precio de ese producto. También sostuvo que el queso no se está exportando de manera masiva hacia El Salvador y culpó a los intermediarios de especular con el precio del producto.
Fritanguerías se la juegan
En un recorrido que realizó LA PRENSA por algunas fritanguerías de Managua pudo conocer las diferentes estrategias que están implementando estos puestos de comida para no perder clientela y por consiguiente mantener el dinamismo de sus ventas.
En la fritanguería El Chimolito, ubicada en el barrio Ducualí, sus propietarios comentan que debido al incremento en el precio del queso esta semana tuvieron que aumentar 5 y 10 córdobas a todos los servicios que incluyen este producto.
Por ejemplo, las tajadas con queso que antes costaban 40 córdobas, ahora valen 50. Las tortas de papa y empanadas de maduro, que hasta la semana pasada las ofrecían a 30, ahora cuestan 35, mientras que el extra solo de queso vale 30 córdobas.
Por su parte, Urania Avellán, de la fritanguería Gran Hotel, ubicada frente a la rotonda La Virgen, en Managua, coincide con la estrategia implementada por Peralta, que en vez de subirle el precio, la medida que tomó fue dar menos cantidad de queso.
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«La medida para no subirle el precio ha sido reducir la medida de la cantidad que se daba y así para que las personas no sientan que le hemos estado subiendo a la comida», declara Avellán, quien también se queja del abultado costo de la libra del lácteo. «Antes la libra de queso para freír la encontrábamos en 30 córdobas y ahorita está en 75 córdobas, nada económico».
Otro de los puestos de comida que no alteró el precio de los servicios, pese al incremento del queso, fue la Fritanguería a lo Barato, que está ubicada en el sector del Colonial. Isayana Chavarría, su propietaria, comenta que esto les ha ayudado a registrar buenas ventas.
«Para mantener a los clientes no subimos el precio y tampoco disminuimos la cantidad de comida, lo que hacemos es que nosotros asumimos la situación (el alza), porque no siempre está caro y posiblemente la próxima semana esté más barato».
La organización Defensoría del Consumidor instó este miércoles a la población a no comprar queso, hasta que los precios vuelvan a su normalidad, y sustituirlo con otros productos que permitan mantener la dieta de los nicaragüenses, y de esa manera demostrar que los consumidores tienen un poder en la cadena de mercado y que pueden castigar la especulación y a los usureros que imponen sus precios a la clase trabajadora.
Sin embargo, a los vendedores de comida se les hace difícil dejar de comprar este producto ya que es el principal acompañamiento de los servicios que todas las noches ofrecen en sus puestos de comida.
