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Acceder a los alimentos básicos en Nicaragua es cada vez más difícil. En diciembre pasado, para adquirir los 23 alimentos que contempla la canasta básica los nicaragüenses tuvieron que desembolsar 11,096.45 córdobas, una cifra superior en 2,222.41 córdobas a la del mismo mes de 2017, según los registros del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide).
Específicamente, de los 16,255.38 córdobas que totalizó la canasta básica al cierre del año pasado, 11,096.45 córdobas correspondían solo a la sección de alimentos, en la que se encuentran las carnes, lácteos, huevos, cereales y perecederos.
Además, las estadísticas indican que de los tres segmentos que conforman la cesta familiar de 53 productos (alimento, vestuario y usos del hogar), el grupo de los 23 alimentos ha sido el que más ha experimentado encarecimiento en sus precios en los últimos años, los cuales representan el 68.2 por ciento del total de la canasta.
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En diciembre de 2017 se requerían 8,874.04 córdobas para comprar los productos alimenticios, pero en el mismo mes de 2018, el costo se elevó a 8,972.57 córdobas, según cifras del Inide.
La espiral de alzas fue más pronunciada en 2019 (9,537.59 córdobas), 2020 (9,681.56 córdobas) y alcanzó su máximo en 2021.
La tendencia alcista en el costo de la canasta básica afecta directamente a las familias nicaragüenses que desde hace años han experimentado un deterioro de su poder adquisitivo. Además, los salarios no alcanzan para comprar los productos y servicios que conforman dicha canasta.
¿Cuáles son los alimentos que más se han encarecido?
Los datos del Inide revelan que, en relación con los alimentos básicos, el aceite y los frijoles son los productos que más se han encarecido en los últimos cuatro años, aumentando 32.9 y 6.1 córdobas, respectivamente.
En diciembre de 2017 usted podía adquirir un litro de aceite en 35.77 córdobas, pero a finales del año pasado ese producto ya costaba 68.67 córdobas. Mientras tanto, la libra de frijoles pasó de comercializarse en 15.79 córdobas a ubicarse en 21.89 córdobas, según el monitoreo del Inide. El precio de este producto no ha bajado este año, a pesar de que, según funcionarios del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, hubo buena producción en el periodo de postrera.
Por su parte, la libra de arroz, que antes costaba 12.71 córdobas, ahora se encuentra en 16.27 y en el caso del azúcar, actualmente se vende en 13.56 córdobas, cifra superior a la registrada a finales de 2017 (11.11 córdobas).
En la división de carnes, en los últimos cuatro años la posta de res registró un aumento de 28 córdobas y la de cerdo encareció 15.72 córdobas. Asimismo, la libra de carne de aves está costando 3.64 córdobas más que en 2017 y la chuleta de pescado incrementó 11.33 córdobas.
En detalle, en el mes de referencia de 2017, el valor de la libra de posta de res se ubicaba en 85.35 córdobas y al cierre de 2021 se situó en 113.35 córdobas. Además, la posta de cerdo pasó de costar 67.14 córdobas a venderse en 82.86 córdobas.
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Por otro lado, la carne de aves y la chuleta de pescado pasaron de cotizarse en 43.91 y 79.31 córdobas a comercializarse en 47.55 y 90.64 córdobas, respectivamente.
Lácteos y cereales más caros
En el caso de la división de lácteos y huevos, el queso es el que registra mayor encarecimiento. Específicamente, a finales de 2017 la libra de este producto se contabilizaba en 71.37 córdobas y en el mismo periodo de 2021 esta cifra ascendió a 86.93 córdobas, lo que significa que su valor se incrementó en 15.56 córdobas.
Aunque este producto se caracteriza bastante por tener un comportamiento estacional, en las últimas semanas su precio se ha incrementado aún más, reportándose que la libra ha sobrepasado los 90 córdobas a nivel nacional.
Por otro lado, el litro de leche que antes se comercializaba en 27.24 córdobas, ahora se cotiza en 32.28 córdobas, lo que supone un aumento de 5.04 córdobas. Por su parte, la docena de huevos se incrementó en 11.9 córdobas, al pasar de 53.88 córdobas en 2017 a 65.78 córdobas en 2021.
El reporte del Inide también expone que los cereales han sufrido alzas en estos cuatros años. En detalle, la tortilla incrementó 4.49 córdobas, el pinolillo 3.87 córdobas, las pastas 8.8 córdobas y el pan 5.75 córdobas.
¿Cuánto han incrementado los perecederos?
Desde 2017 hasta 2021, los perecederos que más han incrementado su valor son la cebolla y el tomate, registrando alzas de 14.08 y 5.38 córdobas, respectivamente.
Cuatros años atrás, un nicaragüense necesitaba 26.28 córdobas para adquirir una libra de cebollas y a finales de 2021 este monto subió y se ubicó en 40.36 córdobas. Por su parte, en los mercados y supermercados de Nicaragua, la libra de tomates se vendía —en promedio— en 16.54 córdobas y ahora ronda los 21.92 córdobas.
Asimismo, en el periodo de referencia la naranja incrementó 1.24 córdobas y el plátano verde aumentó 1.08 córdobas. También se encareció la libra de chiltomas (0.96 córdobas), de ayote (0.56 córdobas) y de repollo (0.47 córdobas). Mientras, la libra de papas disminuyó 0.68 córdobas.
¿A qué se debe el incremento en los precios de los alimentos?
El economista Marco Aurelio Peña sostuvo que el costo total de la canasta básica, y específicamente de los alimentos, viene registrando una tendencia creciente, “es decir, una variación al alza”.
¿Cuáles serían las causas de este comportamiento? “Una posible causa creo que tiene que ver con la tasa de crecimiento económico extraordinaria con la que cerró Nicaragua en 2021, que no obedece a ningún cambio cualitativo en sus fronteras de posibilidades de producción, porque es un fenómeno regional”, indicó.
Siguiendo esta línea, enfatizó que “los demás países centroamericanos también están registrando tasas atípicas de crecimiento económico y eso se debe a la recuperación económica mundial, a la satisfacción de una demanda reprimida, porque se habían cerrado las fronteras, se habían ralentizado los mercados internacionales y porque otra vez las exportaciones y las importaciones están creciendo. De hecho, nuestro déficit comercial aumentó el año pasado, eso quiere decir que podríamos estar siendo tomadores de precios”.
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A criterio de Peña, la tendencia alcista en el costo de los productos contemplados en la canasta básica evidencia el aumento de la tasa de inflación, “que pasó de casi el 4 por ciento a una previsión del 7.1 por ciento. Entonces ese crecimiento generalizado de los precios podría estar explicando el costo total de la cesta”.
También mencionó que se está incrementando la tarifa de la facturación eléctrica y se han registrado alzas en los precios de los combustibles, que también son costos de producción, un componte importante cuando se realiza la sumatoria global de los precios de toda la economía.
“Recordemos también que en el cierre de 2021 se pagó aguinaldo y la gente se desbocó a consumir y a comprar cosas. Eso también tuvo una presión sobre los precios y como se importó más de lo que se vendió en comparación con 2020, entonces por ahí había una oferta disponible en el mercado de productos. Eso se suma con la recuperación económica, y que la gente recibió más remesas que el año anterior y eso aumenta tu ingreso disponible, la variable determinante para tu capacidad de compra”, sostuvo.
Por otro lado, señaló que los salarios reales han estado en una situación estacionaria sin tener una variación importante, “porque también los niveles de productividad se habían contraído durante tres años, entonces por ahí tus precios se siguen incrementando y tus ingresos se mantienen en un estado estacionario. Ahí también se siente la erosión del poder adquisitivo y por eso es que la gente percibe que la vida está más cara”.