CONTENIDO EXCLUSIVO.
CONTENIDO EXCLUSIVO.Desde siempre, las rivalidades han proporcionado un toque especial a los deportes. Los vuelven más atractivos y elevan su calidad. Y en esa dinámica competitiva, en la que se pone en disputa no solo un resultado, sino también el honor, los protagonistas suelen alcanzar su máximo nivel para beneficio de sus instituciones y de sus fanáticos.
Cristiano Ronaldo quizá no habría sido tan bueno sin un Lionel Messi a la par en el futbol. Y viceversa. Lo mismo ocurrió con Magic Johnson y Larry Bird en la NBA, Steve Ovett y Sebastian Coe en el atletismo, Ali y Frazier en el boxeo, Nadal y Federer en el tenis, Senna y Prost en el automovilismo, solo por mencionar algunas de las rivalidades que marcaron épocas.
En nuestro país no ha sido diferente. ¿Pedro Selva o Ernesto López? es probablemente una de las comparaciones que más polémica genera todavía, pero en años anteriores, discutir sobre Calixto Vargas y Nemesio Porras, Oscar Molina y Walberto López o Paul Argüello y Noel McKenzie, era meterse en dificultades y, llegar a un acuerdo, misión imposible.
¿Ofilio o Jimmy?
¿Y qué tal Ofilio Castro vs. Jimmy González? Esta es probablemente una de las rivalidades más ardientes de los últimos tiempos en el beisbol nacional. Tras el retiro de Nemesio y también de Henry Roa, tanto Castro como Jimmy han sido los generadores de las más agitadas discusiones sobre quién ha resultado mejor a través de sus brillantes trayectorias.
Ambos tienen, porque a pesar de sus edades siguen siendo tremendos cañoneros, especial habilidad para manejar el bate, pero han sido esencialmente bateadores de líneas, sin poder, con una defensiva estupenda y formidables brazos, pero corredores promedio y sin mucha habilidad para robar bases, aunque con buenos instintos en las almohadillas.
Aquí pasamos revista a las principales habilidades de estos destacados peloteros, quienes también incursionaron en el beisbol profesional de Estados Unidos, donde a pesar de quedarse cortos en su pretensión de alcanzar las Ligas Mayores, lograron, sin embargo, hacerse mejores peloteros y están dejando huellas imborrables a nivel nacional.
Artistas con el bate
Bateo: las estadísticas sitúan a Ofilio delante de Jimmy. Castro, de 38 años y quien debutó en 2001 con el Bóer, es el bateador de más alto promedio ofensivo en el repaso de todos los tiempos en el beisbol superior. Tiene .377 por 1,077 hits en 2,856 turnos. González, de 43 años y quien inició en 1994 con Granada, tiene .353 por 1,620 cohetes en 4,587 chances.
Te puede interesar: Cheslor Cuthbert le pone fin a su carrera en las Grandes Ligas
Jimmy tiene más turnos y más hits porque ha jugado más temporadas, pero a los 38 años Ofilio no ha dado señales de declive y no descartemos que pueda doblar los 40 jugando a un alto nivel en el Pomares. De hecho, el año pasado terminó con .375 (272-102) con los Dantos. E incluso, Jimmy, de 43, cerró con .359 (304-109) jugando con Boaco.
En la Liga Profesional, Ofilio presenta .324, ha sido campeón bate en dos ocasiones y es el primer bateador con más de 900 hits, mientras Jimmy quedó con .316, 788 imparables y un liderato de bateo. Este año no jugó. Ahora, en Primera División, González atrapó cuatro títulos de bateo, por tres de Ofilio. Jimmy tiene uno en la Liga del Norte de México.
Mejor defensor en AA
Defensa: ambos han sido excelentes defensores, pero Castro alcanzó un nivel superior, al extremo que incluso fue nombrado el tercera base de mejor defensiva de la Liga del Este (AA) en 2008, mientras estuvo con los Nacionales. Su defensa fue considerada de nivel Grandes Ligas. Jimmy ha sido también muy solvente, pero Castro lo ha aventajado.
Brazo: esta es una de las herramientas en las que, al igual que en la habilidad para hacer contacto con la bola, hay mucha similitud. Los dos mostraron siempre escopetas de gran calibre y mucha precisión. Ofilio, cinco años menor, aún conserva esa fortaleza en un brazo con el que tira con fluidez. Jimmy tuvo siempre acciones un poco más forzadas.
Velocidad: aunque en sus años iniciales fueron corredores average, con buenos instintos, con el pasar del tiempo esta habilidad vino en declive drásticamente, pero González fue un mejor corredor que Ofilio, tanto que incluso en el 2000 robó 30 bases en Clase A alta con los Dodgers, pero fue atrapado en 21 ocasiones. Castro no robó más de las 11 bases de 2006.
Poder: Ambos han sido bateadores sin poder. Ofilio nunca bateó al menos diez jonrones en ningún tipo de liga, ni en los Pomares, donde tiene 53 en 871 juegos de su carrera. Jimmy suma 76 en 1,260 partidos. En dos ocasiones llegó a diez tablazos en los Pomares: en 2009 con Granada y en 2016 con Chontales, pero esta es una de las herramientas más limitadas.
Conclusión: Ofilio Castro, quien tiene el mejor average para un bateador en la historia del beisbol superior con .377, que marca el paso en la Liga Profesional, que llegó más alto en el beisbol profesional (AAA) y que es el primer nica de 3,000 hits en la suma todas sus actuaciones, jugando cinco años menos, ha sido un mejor pelotero que Jimmy, quien también está en la historia con su gran carrera.