En medio de la expectativa por el inminente surgimiento de una tercer ola de la pandemia que, según los especialistas provocará en Nicaragua la nueva variante ómicron, mantener las medidas de prevención y aplicarse una vacuna de refuerzo son las principales medidas para evitar el contagio. La dosis de refuerzo es fundamental porque la nueva cepa infecta a los vacunados y también a los pacientes recuperados
Las farmacéuticas de las vacunas que se han aplicado en el país han empezado a divulgar estudios preliminares sobre qué tan eficientes son sus dosis frente a la nueva variante. Hasta ahora, la mayoría de los fabricantes de estos sueros aseguran que la dosis de refuerzo eleva la protección, esto ha impulsado a la mayoría de los países a ofrecer la tercera dosis.
Incluso algunos países cuya población ya recibió el refuerzo anuncian la aplicación de una cuarta dosis. Sin embargo, la decisión no es aprobada por la Organización Mundial para la Salud (OMS), pues la considera innecesaria e injusta. En el caso de Nicaragua la aplicación de la dosis de refuerzo está disponible para dos segmentos de la población, pero se desconoce qué cantidad de personas la han recibido.
A partir del 8 de noviembre el Ministerio de Salud (Minsa) ofrece una dosis de refuerzo de AstraZeneca a las personas que completaron su esquema con la Covishield. Esta es una versión de la AstraZeneca, pero fabricada en la India y fue la primera que llegó al país mediante donaciones de la OPS.
En ese contexto, ¿qué tanto protegen estas vacunas que se aplican en Nicaragua frente a la nueva variante ómicron, que si bien es menos letal, es considerada supercontagiosa?
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Sobre la AstraZeneca
El 23 de diciembre la farmacéutica AstraZeneca publicó detalles de un estudio sobre la efectividad de la tercera dosis realizado por la Universidad de Oxford. Según el comunicado emitido por la farmacéutica tres dosis de su vacuna, es decir una dosis sumada al esquema original de dos, es efectiva contra la variante ómicron.
“Las tres inyecciones dieron a los pacientes un nivel de anticuerpos contra la ómicron, similar al que se obtiene con dos dosis contra la variante delta”, dice el comunicado.
«Los niveles ( de protección) observados tras una tercera dosis eran más elevados que los anticuerpos hallados en los individuos que habían resultado contagiados antes y se recuperaron» de las variantes alfa, beta, delta y de la cepa de origen del covid-19, precisa AstraZeneca.
En Nicaragua la tercera dosis se ha ofrecido a los vacunados con Covishield, la cual se aplicó durante los primeros meses de la jornada, es decir, entre marzo y junio. La recibió un segmento de la población que incluyó a personas mayores de 60 años; personas con enfermedades cardíacas, cáncer; y personas con padecimientos crónicos como hipertensión y diábetes. Hasta ahora los reportes del Minsa no detallan cuántas personas han recibido la dosis de AstraZeneca de refuerzo.
Instituto Gamaleya confirma eficacia de la Sputnik Light
Un segundo segmento de la población a la que se le ofrece tercera dosis en Nicaragua es a los vacunados con la Sputnik V. A partir del 22 de noviembre se ofrece una dosis de refuerzo con Sputnik Light, a las personas que antes de agosto completaron su esquema de dos dosis con la Sputnik V. Este inmunizante se aplicó al segmento de población de entre 45 y 59 años; también a pacientes crónicos, personal sanitario y trabajadores públicos que prestan servicios en la primera linea de atención de la pandemia.
Según los especialistas la Sputnik Light es la primera dosis de Sputnik V, cuyo esquema incluye dos dosis y la segunda tiene un componente diferente. Eso significa que al aplicar la Sputnik Light como refuerzo, lo que están poniendo es otra primera dosis. Los especialistas aclaran que existe muy poca información sobre estas vacunas rusas; por lo que entre otras cosas no ha sido aprobada por la OMS. Sin embargo, no descartan que su uso como tercera dosis proporcione el refuerzo esperado.
Pero un reciente comunicado emitido por el instituto Gamaleya, fabricante de ambos biológicos rusos, confirma su eficacia. El refuerzo de Sputnik Light después de completar el esquema con la Sputnik V induce una sólida respuesta de anticuerpos neutralizantes a la variante ómicron del SARS-CoV-2″, dice el documento.
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Sobre la Pfizer y su eficacia
Aunque en menor proporción en Nicaragua también se ha aplicado Pfizer, especialmente a embarazadas. Los primeros estudios arrojan que el efecto protector de este suero disminuye drásticamente frente a ómicro, por lo que es necesario una tercera dosis para aumentar las defensas.
Según estos análisis, la Pfizer tiene una efectividad de 33 por ciento en cuanto a protección contra la infección, pero reduce la hospitalización en un 70 por ciento. Además la investigación realizada por el South African Medical Research Council y Discovery Health, de Sudáfrica, determinó que aunque hay un alto riesgo de reinfección durante el repunte actual, el peligro de hospitalización entre los adultos fue un 29 por ciento menor que en la ola inicial, según publicaron medios internacionales.
No está claro en Nicaragua cuándo se aplicará una dosis de refuerzo a las personas que recibieron este antídoto, especialmente adultos mayores y mujeres en estado de gestación.
Sobre las vacunas cubanas
Una de las vacunas de mayor uso en Nicaragua son las cubanas, que sin embargo hasta la fecha aún no cuentan con el aval de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al igual que la rusa, pero esta última ya está en ese proceso de conseguir su aprobación.
No existen estudios independientes sobre qué tan efectivas son las vacunas cubanas contra ómicron. No obstante, el diario oficial Granma de Cuba, informó el 22 de diciembre que la industria biofarmacéutica responsable de la fabricación de este suero estaba en proceso de acelerar la fabricación de la vacuna de refuerzo para hacer frente a la nueva variante.
El Ministerio de Salud Pública de Cuba (Minsap) –a partir de un análisis conjunto realizado con otras instituciones– determinó que cuando se aplica una dosis adicional, se incrementa el nivel de protección contra la infección y por eso han decidido acelerar la producción de estas dosis para inmunizar a los cubanos antes de que se acabe el mes de enero de 2022.
El doctor Eduardo Martínez Díaz, presidente del Grupo Empresarial de las Industrias Biotecnológicas y Farmacéuticas (BioCubaFarma), dijo al medio estatal que se está evaluando la efectividad del suero cubano y, en las próximas semanas, se va a conocer si disminuye o no la capacidad de neutralización de los anticuerpos inducidos.
Preliminarmente, indicó que debido a que la vacunación cubana desde un inicio incluyó un esquema de tres dosis, Martínez Díaz dijo que “cuando se aplica la tercera dosis hay una maduración de la respuesta inmune general, tanto en los anticuerpos como en la de tipo celular”.
«Tenemos resultados de que nuestras vacunas inducen esa respuesta celular y pensamos que eso nos pueda proteger y tener un nivel de efectividad alto contra la nueva variante», afirmó, según el diario cubano.
En Nicaragua no está claro si el régimen de Daniel Ortega va a comprar la dosis de refuerzo de la vacuna cubana, que ha sido ampliamente rechazada por la población debido a la falta de información independiente sobre la misma. Esta se ha aplicado especialmente a los menores de edad.
Otros van por la cuarta dosis
Pero más allá de eso, lo cierto es que en Nicaragua, la AstraZeneca y las Sputnik constituyen alrededor de la mitad de los más de 12 millones de vacunas que han llegado a Nicaragua. Pero desde que se anunció la disponibilidad de terceras dosis para los dos segmentos mencionados anteriormente, no se han visto las filas que caracterizaron la primera fase de vacunación en el país. Esto puede atribuirse a que la estrategia cambió y ahora más puestos de vacunación y brigadas casa a casa. Pero tampoco se han realizado campañas masivas invitando a la gente a ponerse la tercera dosis; ni se han dado detalles de la cantidad de personas que la han recibido.
Las estadísticas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) indican que la tasa de vacunados de Nicaragua es de 40 personas con esquema completo por cada 100 habitantes. Y mientras Nicaragua aún está lejos de vacunar a toda su población, países con mejores ingresos, donde ya prácticamente toda la población completó el esquema y recibió un dosis de refuerzo planean contrarrestar con una cuarta dosis a la variante ómicron cuya presencia ya está confirmada en más de cien países.
Israel fue uno de los primeros países en ofrecer la cuarta dosis para proteger a su población. Ahí como en muchos países de Europa y otros continentes la variante ómicron se está propagando de manera acelerada. La decisión se tomó esta semana ante el alarmante incremento de casos. Se planea iniciar la aplicación con las personas mayores de 60 años y los trabajadores de la salud. Pero posteriormente podría ampliarse a toda la población.
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La OMS considera innecesarias e injustas las dosis de refuerzo
El 23 de diciembre Chile también anunció que aplicará una cuarta dosis. Aunque todavía no fijó una fecha exacta para el inicio de la jornada, su ministro de salud Óscar Enrique París, dijo que se tiene listo el presupuesto para que sea a partir de febrero de 2022.
Y mientras más países se suman a impulsar campañas de vacunación de refuerzo la OMS rechaza la estrategia. El pasado 22 de diciembre el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que estas campañas que en su mayoría realizan los países ricos, prolongarán el fin de la pandemia. Y aseguró que “ningún país puede salir de la pandemia mediante refuerzos”.
Para el funcionario la aplicación de refuerzos agudizará aún más la falta de acceso a las vacunas a los países pobres, donde todavía altos porcentajes de la población no han recibido la primera dosis. Considera que los países deben enfocarse en completar los esquemas de vacunación a la mayor cantidad de personas en el mundo. Ya que incluso, las nuevas hospitalizaciones y muertes provocadas por la nueva variante ómicron es en personas que no vacunadas.
Por lo que lamentó que actualmente el 20 por ciento de las vacunas que se aplican cada día sean refuerzos o dosis adicionales. “A menos que vacunemos a todo el mundo, no creo que podamos ponerle fin a esta pandemia… Necesitamos hacer más por esa implementación a fondo e igualdad, y esperar que 2022 sea el fin de esta pandemia”, dijo Tedros.