Como resultado de la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Nicaragua y China, el pasado 16 de diciembre, ambos países suscribieron un “convenio de cooperación entre el Grupo de Medios de Comunicación de China y el Consejo de Comunicación y Ciudadanía de Nicaragua”. Ambos países, al estar gobernados por regímenes autoritarios, son incompatibles con la libertad de expresión, por lo que, a lectura de periodistas y defensores de la libertad de prensa, este acuerdo solo viene a empeorar el cerco mediático que ha impuesto Ortega en Nicaragua.
En la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2021 de Reporteros Sin Frontera (RSF), Nicaragua ocupa el puesto 121 con un retroceso de cuatro lugares con respecto al informe anterior, cuando estaba en la posición 117, mientras que China se mantiene desde 2021 en el puesto 177. La evaluación se realiza a 180 países del mundo. Esa organización, además, incluyó a Ortega entre los Depredadores de la Prensa 2021 del mundo y también de América Latina, junto con Jair Bolsonaro, Miguel Díaz-Canel y Nicolás Maduro.
El nuevo convenio, según información oficialista, incluye la instalación de una corresponsalía del Grupo de Medios de China, el intercambio, la formación y el aprendizaje mutuo entre los medios de comunicación de China y los medios oficialistas de Nicaragua. Laureano Ortega Murillo, hijo de la pareja gobernante, señaló que esta cooperación “permitirá fortalecer aún más las relaciones entre Nicaragua y China. Y llevar al mundo lo que representa Nicaragua a través de los medios chinos”.
Pero la organización RSF, en su Balance Anual 2021 de periodistas asesinados, encarcelados, secuestrados y desaparecidos, alerta que “nunca había registrado un número tan elevado de periodistas encarcelados”. Hasta el 1 de diciembre registró 488 periodistas privados de la libertad por ejercer su profesión, lo que sugiere un incremento del 20 por ciento en comparación al año pasado”, de los cuáles 127 se han registrado en China.
A lectura del periodista nicaragüense exiliado en Costa Rica e integrante de la asociación Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), Julio López, el convenio suscrito a lo único que puede beneficiar es “al sistema de medios oficialistas y eso implica entregarles o darles herramientas técnicas, pero no representa un beneficio para la libertad de expresión en Nicaragua, porque China no es el mejor ejemplo de la libertad de prensa y expresión en el mundo”.
Para la defensora de derechos humanos y presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, el convenio fue una “actitud contestaría inaceptable, porque mientras por un lado está cerrando los espacios de medios de comunicación nacional y corresponsales internacionales, en una muestra que se está entregando a China (…) me parece una bofetada”.
China, la mayor cárcel del mundo para los periodistas
La organización RSF, en su investigación El gran salto hacia atrás del periodismo en China, publicado el 7 de diciembre de 2021, revela la campaña de represión sin precedentes que el régimen chino ha llevado a cabo contra el periodismo y el derecho a la información en todo el mundo en los últimos años. Por quinto año consecutivo, China mantiene el título de la mayor cárcel de periodistas del mundo, según los datos recabados por RSF.
“El país más poblado del planeta, con 1,400 millones de habitantes en 2020, sigue siendo de lejos el que encarcela al mayor número de periodistas: 127 estaban presos el 1 de diciembre. En 2021, el número de encarcelados en la China continental ha disminuido ligeramente, pero las detenciones en Hong Kong han contribuido a que el conjunto de periodistas presos suba un 2 por ciento a escala de todo el país”, indica el informe de RSF.
Christophe Deloire, secretario general de RSF, alertó que “si China continúa en esta dirección, los ciudadanos chinos corren el riesgo de perder la esperanza de que la libertad de prensa se establezca alguna vez en su país, y el régimen de Pekín puede conseguir imponer su antimodelo, incluso en otros países”.
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En China, según las 10 datos claves que presenta RSF, al menos 10 periodistas y comentaristas en línea fueron detenidos en 2020 simplemente por informar a sus conciudadanos sobre la situación real de la epidemia del covid-19 en Wuhan. Entre ellos, Zhang Zhan y Fang Bin siguen detenidos a día de hoy.
En Nicaragua, el régimen de Ortega mantiene en la cárcel a tres periodistas, el reconocido cronista deportivo Miguel Mendoza; al periodista y propietario del Canal 100% Noticias, Miguel Mora y a Cristiana Chamorro, periodista y exdirectora de la extinta Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH), los dos últimos figuraban entre los siete aspirantes presidenciales que habían decidido participar en la contienda electoral para enfrentarse a Ortega.
Cerco a medios y corresponsales extranjeros
Tal como sucede en Nicaragua, en China el sistema de intimidación a los corresponsales, basado en la vigilancia y el chantaje de los visados, subraya RSF, obligó a 18 periodistas a abandonar el país en 2020: Gui Minhai, Yang Hengjun y Cheng Lei, tres reporteros extranjeros de origen chino, están detenidos por “espionaje”.
Por otro lado, en Nicaragua entre junio y octubre, el régimen de Ortega en Nicaragua, previo a las cuestionadas elecciones del 7 de noviembre, impidió el ingreso al país a periodistas de The New York Times, Televisión Española (TVE), Le Monde, NPR, El Heraldo de Honduras, entre otros que no hicieron pública su denuncia.
La organización internacional además señala que para complacer al régimen chino, la jefa del Ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, cerró el Apple Daily, el mayor medio de comunicación crítico del territorio, y orquestó una campaña de censura del grupo de radiodifusión pública RTHK (Radio Televisión de Hong Kong).
Por todo esto, para el periodista exiliado López, “el convenio viene a fortalecer la represión al ejercicio al periodismo en Nicaragua”. Opina, además, que el régimen de Ortega nunca le va a dar espacio a un sistema de medios o a firmar convenio con un país que no represente sus intereses.
En ese sentido Núñez sostiene que China “no se va a estar prestando al juego de imagen con Ortega sino que va a cobrar lo que le están apostando. Definitivamente Ortega va a ser un supeditado del modelo chino, son dictaduras que de alguna manera se parecen en sus modelos de represión, eso significa que China va a imponer sus métodos así como Cuba ha venido a entrenar la tortura, ahora China va a venir a imponer sus métodos de represión al periodismo”.
Leyes restrictivas en contra de periodistas
Si fuese un ejercicio de comparación, China y Nicaragua han pensando igual o parecido al crear, aprobar y aplicar leyes represivas. Según RSF en Hong Kong, los periodistas se enfrentan al espectro de la Ley de Seguridad Nacional, impuesta por China en 2020. “Es deliberadamente imprecisa y un cajón de sastre, y ha servido de pretexto para la represión de al menos doce periodistas y activistas de la libertad de prensa, entre ellos el fundador del Apple Daily, Jimmy Lai. Todos se enfrentan a cadena perpetua”, indica la organización en su investigación.
Además, la organización menciona el bloque de medios de comunicación en Xinjiang, y señala que desde 2016, el régimen de Pekín lleva a cabo una violenta represión contra los uigures -una etnia musulmana- en nombre de la “lucha contra el terrorismo”, 71 periodistas de esta etnia están entre rejas, más de la mitad de los periodistas encarcelados en China.
RSF indica que en China, para obtener y renovar sus carnés de prensa, los periodistas tienen que “someterse próximamente a un curso de formación anual de 90 horas centrado en parte en el ‘pensamiento de Xi Jinping’, y ya están obligados a descargarse la aplicación espía Study Xi, Strengthen the Country”.
Lo anterior no es nada alejado a la situación que se vive en Nicaragua, a finales del año pasado e inicios de 2021, Ortega a través de la Asamblea Nacional, aprobó una serie de leyes represivas contra la ciudadanía, entre ellas, la Ley Especial de Agentes Extranjeros, la Ley Especial de Ciberdelitos y la Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, la Soberanía y Autodeterminación para la Paz, que limitan severamente además la capacidad de operación, la libertad y derecho a expresarse libremente no solo de grupos políticos de oposición y la sociedad civil, sino también de los medios independientes.
Bajo esas leyes se mantiene en prisión y se están juzgando a más de 40 nicaragüenses, entre ellos aspirantes presidenciales, activistas políticos, empresarios, defensores de derechos humanos y periodistas. Pero la arremetida contra los medios no es nueva. Desde 2018 el régimen de Ortega ha allanado y confiscado de facto a medios de comunicación independientes y críticos, tal es el caso del Canal 100% Noticias; Confidencial y el más reciente ataque al Diario LA PRENSA, cuyas oficinas permanecen allanadas desde el pasado 13 agosto y su gerente general, Juan Lorenzo Holmann, permanece en la cárcel.
Por otro lado, como consecuencia de la represión del régimen orteguista contra medios y periodistas independientes, la asociación Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN) reportó en noviembre pasado 52 agresiones contra periodistas y medios de comunicación independientes, todos cometidos por agentes de la Policía, en el contexto de las votaciones de 2021. Y a raíz del estallido social en abril del 2018, más de 100 periodistas han huido de Nicaragua por la represión y amenazas del régimen de Ortega, según un conteo de PCIN.
López visualiza con este convenio “espionaje, vigilancia hacia el ejercicio del periodismo en Nicaragua. El tema de espiarnos se va a volver cada vez más peligroso en el país y la tendencia al exilio que también ocurre en China por este tipo de situaciones se va a ir profundizando cada vez más, será un desafío continuar informando bajo circunstancias adversas”.
En esa misma línea, la defensora Núñez agrega que “Ortega, en lugar de estar buscando referente de respeto a la libertad de expresión, se está acercando a la cola del ratón, es algo deshonroso a nivel de imagen. Aquí van hacer directrices china las que van a regir el comportamiento del Gobierno con los medios, todo indica una grave amenaza”.