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CONTENIDO EXCLUSIVO.Desde 2018, decenas de países de América y Europa han condenado las violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen Ortega Murillo. Esa condena y la presión internacional para que el país retome el rumbo democrático, se agudizó en los últimos días; ya que el 7 de noviembre se concretó un proceso electoral que la comunidad internacional declaró ilegítimo. En respuesta Ortega anunció que Nicaragua se retira de la Organización de Estados Americanos (OEA) lo que pondría dificultades para el acceso a financiamiento externo.
Sin embargo, el proyecto de Presupuesto General de la República para 2022 contempla cubrir su déficit con donaciones y créditos por montos similares a los obtenidos en 2018. Es decir volver a la situación previa al inicio de la crisis que aún enfrenta el país. Según el documento, el déficit fiscal del Presupuesto 2022 sigue siendo bajo y controlado y será cubierto fundamentalmente con la movilización de créditos y donaciones. La meta es obtener, 12,014 millones de córdobas en concepto de préstamos; y 1,541 millones a través de donaciones, para totalizar 13,555 millones de córdobas.
El economista y sociólogo Oscar René Vargas, que se se encuentra en el exilio, considera el régimen Ortega Murillo optó por tener una visión optimista en el proyecto de Presupuesto, porque no sabe exactamente lo que va a pasar en el futuro y porque de alguna manera están presupuestando dinero que ya obtuvieron.
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“Están presupuestando lo que ya tienen”, dice Vargas
“No pueden decir que ya perdieron, su obligación es presentar un presupuesto optimista. Que se haga realidad o no, ese es otro problema. Pero lo más importante es mandar el mensaje para no dar una imagen de que ya perdieron”, señala.
Para Vargas, el optimismo que Ortega refleja en el Presupuesto se basa en lo que lograron a finales de 2020 para enfrentar los huracanes Eta y Iota y en 2021. Cuando entre enero y septiembre recibieron 880 millones de dólares en préstamos, monto que equivale al 6.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Incluso, recibieron 350 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI); y un remanente de este crédito está incluido entre las metas de financiamiento externo previstas en el Presupuesto 2022.
“Otra cosa de 2021 que a veces se nos olvida es que hasta septiembre habían vendido 235 millones de dólares en bonos locales. Es decir, que los bancos y los empresarios locales los han comprado. Entonces con la venta de los bonos y los prestamos que consiguieron a finales de 2020 y en 2021 les da la seguridad de que en 2022 van a conseguir el dinero suficiente para cubrir el déficit del presupuesto. No lo dicen de esa manera pero están presupuestando el 2022 con el dinero que ya tienen”, asegura Vargas.
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Banco Mundial y Unión Europea se mantienen entre donantes de 2022
Adicionalmente, según Vargas, el régimen confía en que el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) le seguirá prestando dinero. De hecho, el 2018 el BCIE fue la principal fuente de crédito para financiar el déficit del Presupuesto; y en 2022, también lo será pero el monto del próximo año casi duplicará el de 2018.
El déficit de 13,555 millones de córdobas que se espera cubrir en 2022 con préstamos y donaciones, es similar al de 13,713 millones de córdobas de 2018. La diferencia es que en aquel momento 10,289 millones se obtuvieron mediante préstamos; y 3,423 millones, que representan el 25 por ciento del total, llegaron a través de donaciones. En 2018 los principales donantes fueron:
- Banco Mundial (BM) con 1,017 millones de córdobas
- Unión Europea (UE), 381 millones
- Banco Interamericano de Desarrollo (BID), 346 millones
- República de Taiwán, 289 millones
- Agencia Suiza para el desarrollo y la Cooperación, 259 millones
- Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), 183 millones
- Otras 14 agencias de desarrollo y países aportaron, 948 millones de córdobas
En cambio en 2022, los 1,541 millones proyectados como donaciones, solo representan el 11 por ciento del total. Entre los principales donante figuran algunos de los que aportaron en 2018, solo que con excepción del BCIE que incrementó el monto, el resto lo redujo. Además, algunos donantes se retiraron, entre ellos: el BID, la Agencia Suiza para el Desarrollo y Canadá.
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En 2018 el BCIE ya era el principal financiador del déficit
Con respecto a los 12,014 millones de córdobas que el presupuesto contempla adquirir a través de préstamos para cubrir el déficit presupuestario el 2022, es un monto mayor a 10,289 millones de córdobas que les prestaron en 2018; ese año las principales fuentes de crédito fueron:
- El principal fue el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) con 3,927 millones de córdobas
- El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) prestó 3,234 millones
- Banco Mundial (BM) otorgó 2,220 millones y
- Otros 7 bancos y fondos de cooperación le prestaron a Nicaragua 980 millones de córdobas
La meta para 2022 es obtener préstamos por un monto 17 por ciento superior con respecto a los de 2018; pero las fuentes de crédito siguen siendo las mismas de hace cuarto años.
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En 2022 las fuentes de crédito serán las mismas de 2018
“En cuanto al Financiamiento Externo Neto, en particular los desembolsos de préstamos concesionales con destino a programas y proyectos, este Proyecto de Presupuesto 2022 contiene un monto a ejecutar de 12,014.0 millones de córdobas”, dice el proyecto de presupuesto. Estos créditos provendrán principalmente de:
- El BCIE seguirá a la cabeza con 6,065 millones de córdobas, casi el doble de lo otorgado en 2018
- En segundo lugar el BID con 2,920 millones de córdobas
- El Banco Mundial con 2,025 millones
- El Fondo Monetario Internacional con 316 millones. Estos corresponden al remanente del préstamo de Asistencia Financiera para Nicaragua, bajo el Instrumento de Financiamiento Rápido
- Otros bancos y fondos de cooperación prestaran 676 millones de córdobas
Para Vargas, independientemente de que en 2022 la presión internacional le cierre algunas fuentes de financiamiento, el régimen tiene recursos para financiar el Presupuesto del próximo año. Eso junto al apoyo que le garantiza en el BCIE su alianza con el presidente hondureño Juan Orlando Hernández y la presencia de una alta funcionaria afín a él, le inyectan el suficiente optimismo.
“Sin embargo, en 2022 el talón de aquiles será la economía, porque lo que tiene le da para sobrevivir, pero no para crecer. Entonces la economía podrías estancarse en el 1.8 o 2 por ciento de crecimiento y eso provocará un estancamiento que tendrá repercusiones políticas y económicas”, asegura Vargas.