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Medea y Angitia

Medea es un  personaje femenino clásico y  muy conocido, de la mitología griega. Pero Angitia no lo es tanto, a pesar de que son la misma persona.  La historia es así:

Medea era hija del rey de la Cólquide (que ahora es el Cáucaso), a donde Jasón y los argonautas llamados así porque viajaban en una legendaria nave llamada Argos, llegaron en busca del Vellocino de Oro. 

El Vellocino de Oro era una piel o cuero de carnero cubierto con lana de oro. Montados en aquel animal fabuloso los hermanos Frixos  y Heles huyeron de Orcómeno, su madrastra, quien quería sacrificar sus vidas y ofrendarlas a los dioses, creyendo que así terminaría la hambruna que asolaba a la región. 

Medea se enamoró de Jasón y como poseía poderes mágicos le ayudó decisivamente a apoderarse del Vellocino de Oro. Pero antes le hizo prometer que se la llevaría a Grecia y se casaría con ella. 

Después de un azaroso viaje de regreso a Grecia, Jasón y Medea llegaron a Yolco donde entregaron el Vellocino de Oro al rey Pelias, un anciano de muy avanzada edad. 

Al saber las hijas de Pelias que Medea tenía poderes mágicos, le rogaron que rejuveneciera a su padre. Medea les dijo que su padre  solo podría volver a ser joven, si lo cocían en agua hirviendo.

Así lo hicieron las ingenuas hijas de Pelias, con la esperanza de que recuperara la juventud. Pero lo que  ocurrió fue que el padre murió a manos de sus propias hijas. 

Acasto, el hijo varón de Pelias, quiso vengar su muerte pero Medea y Jasón lograron huir  y se fueron a Corinto, donde durante un tiempo vivieron felices. Sin embargo, muy pronto Jasón  repudió a Medea para casarse con Creúsa, la hija de Creonte, el rey de Corinto. Para vengarse Medea mató a Creúsa y a sus propios hijos, los que había  procreado con Jasón. Consumado su espantoso crimen  Medea huyó hacia Tebas, donde buscó  a Herakles (Hércules) quien le había prometido ayudarle cuando lo necesitara. 

Al llegar Medea a Tebas Herakles estaba sufriendo un ataque de locura y ella  lo sanó con sus pócimas mágicas. Pero no quiso quedarse allí, siguió camino hasta llegar a  Atenas donde fue bien acogida por el rey Egeo. Poco tiempo después Medea se casó con el rey ateniense, quien no podía tener hijos,  pero ella valiéndose de su magia pudo darle uno que por el nombre de su madre fue llamado Medo. 

Cuando Teseo, el hijo secreto de Egeo, legó a Atenas en busca de su padre y para heredar el trono, Medea intentó matarlo porque era una amenaza para el futuro de su hijo. No logró ese propósito pero tuvo que volver a emprender la fuga.

Finalmente llegó a Italia, donde los griegos habían fundado numerosas colonias y llevado su cultura hasta esas tierras pobladas  de gente primitiva. Medea cambió su nombre, se hizo llamar Angitia y se radicó entre el pueblo de los Marsis. Les enseñó muchas habilidades, sobre todo cómo encantar a las serpientes y aprovecharlas con fines medicinales. Por sus poderes mágicos y beneficios procurados a la gente, Angitia fue adorada como una diosa. Y después de su muerte los Marsis hicieron santuarios para rendirle culto, lo mismo que a las serpientes por considerarlas animales sagrados.

No tengo referencias de cómo y cuándo murió Medea, o Angitia, y si volvió a Grecia. Solo leí en algún texto que al morir su alma habría sido llevada a los Campos Elíseos donde vivió eternamente feliz. Y hay quienes dicen que en ese paraíso a donde van las personas bienaventuradas, Medea se casó con  Aquiles, el héroe de la Guerra de Troya.

Opinión
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