Vieynin Raquel Rayo Cardoza, una joven madre que habitaba en la comunidad San Francisco, del municipio de La Trinidad, Estelí, había partido hacia Estados Unidos con la esperanza de mejorar las condiciones de vida de su familia. Se casó con el cubano Silvio Miguel Castillo Prieto, quien fue su cónyuge durante dos años y ahora es el principal sospechoso del femicidio contra esta joven de 29 años.
Vieynin viajó inicialmente hacia Costa Rica, ahí conoció a su verdugo, formalizaron su relación y decidieron emigrar juntos hace 6 meses hacia suelo estadounidense, donde el hombre ejercía maltrato contra ella, por lo que la víctima decidió poner fin a la relación. Pero el agresor logró localizarla para asesinarla, así lo relató entre lágrimas Yugeynix Rayo Cardoza, hermana de Vieynin.
Silvio habría propinado varias puñaladas a la mujer que huía de su violencia. Las estocadas bastaron y después de causar las heridas, atropelló con su vehículo a la víctima. Tras batallar varios días por su vida en un hospital, Vieynin falleció.
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En medio de un profundo dolor los familiares de la esteliana, en compañía de líderes evangélicos, tuvieron que emprender una jornada de recaudación de fondos para poder repatriar su cuerpo y darle cristiana sepultura. El dinero necesario se obtuvo en aproximadamente ocho días de colecta abierta, por lo que en menos de un mes pudieron sepultar en su pueblo natal a la joven madre.
Emotiva despedida y demanda de justicia
El cuerpo de Vieynin arribó este martes 9 de noviembre a su comunidad y fue sepultada ayer miércoles en el cementerio municipal de La Trinidad. En su último adiós estuvieron presentes familiares, amigos y conocidos que, entre alabanzas cristianas, oraciones, lágrimas e indignación, se despidieron de sus restos.
“Yo vivo en una comunidad vecina y di clases donde ella vivía, la conocí desde que nació. Ella era una chavala humilde, trabajadora, honesta, tenía tantas cualidades. Ella era madre de dos niñas y un niño, ahora los papás de ella se encargarán de sus hijos”, relató la profesora Nubia Martínez durante el entierro de la joven. “Pedimos que se haga justicia, porque este dolor que causó a sus hijos y a su familia es algo irreparable”.
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Los líderes evangélicos Santos Laguna y Santiago Zelaya describieron a Vieynin como “una muchacha dedicada, aplicada, responsable, respetuosa y trabajadora”. Don Santos lamentó que “desafortunadamente se encontró con la muerte, al ser privada de su vida por su compañero. Esta noticia es dolorosa, un golpe muy fuerte para esta familia, muy desgarrador, pero sus parientes están agradecidos con el apoyo que recibieron (para poder darle el último adiós)”.
Santiago mencionó que “ha sido un caso muy doloroso, más para su familia. Sus padres y parte de Nicaragua han sentido ese sufrimiento. Este hecho merece su castigo. ¡Cuánta gente, cuántas familias están hoy llorando, el único consuelo que tienen es Dios!” Además, agregó que del presunto femicida se sabe que se encuentra en manos de las autoridades estadounidenses: “Yo soy hombre, tengo mis hijos y creo que el asesino debe ser castigado”, expresó.
“El llamado a las autoridades es que vean ese hecho y se castigue con sus leyes”, demanda don Santiago, quien también demanda un cambio en el mundo para poner fin a la violencia contra las mujeres. “¡Cuántas mujeres han desaparecido y les han quitado la vida, eso no es justo, hay que pedirle a Dios que nos ayude!”, concluyó.