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Zeledón y la manipulación de los héroes

Habría que buscar los númenes en que se inspiró Homero al escribir su Ilíada, para referirse al general Benjamín Zeledón (1879-1912), Héroe Nacional que este 4 de octubre ha cumplido 142 años de su advenimiento y 109 años de su martirio, en defensa de la soberanía y de la independencia nacional.

Nació en La Concordia, Jinotega, y murió a los 33 años, luchando heroicamente en contra de la intervención extranjera. Después de participar en numerosas batallas y de rechazar las halagadoras ofertas que se le hicieron para su bienestar y el de su familia, ya al borde del sepulcro, escribió a su esposa una carta en la que expresaba lo siguiente: “No me hago ilusiones desde que empuñé el fusil y al rechazar las humillantes ofertas de oro y de honores que se me hicieron firmé mi sentencia de muerte, pero si tal cosa sucede moriré tranquilo porque cada gota de mi sangre será derramada en defensa de mi patria y de su libertad”.

Por su espíritu de sacrificio, por su amor a la patria y por la lealtad a los principios liberales en los que creía, el general Benjamín Zeledón cayó luchando en Catarina, Masaya, donde aún reposan sus restos, olvidados principalmente por sus correligionarios que en vez de seguir su ejemplo luchando contra la dictadura, se aprestan a colaborar obsecuentemente con la farsa electoral que están montando los Ortega Murillo y sus secuaces, para el 7 de noviembre próximo. ¡Qué diferencia entre el liberal y Héroe Nacional Benjamín Zeledón, ofrendando su sangre por la libertad de su patria y los liberales colaboracionistas o zancudos, que reptan servilmente para medrar bajo la sombra corrupta de la dictadura!

Aunque ante los arcanos del más allá de vez en cuando me asalten dudas, como a Santa María Teresa de Calcuta o a nuestro Rubén Darío, que en su inmortal poema Lo fatal nos deja con la incógnita de “No saber adónde vamos ¡ni de dónde venimos!” siempre he tenido la inquietud de interrogarme lo que estarán pensando nuestros antepasados, que hoy moran en la inmortalidad, sobre lo que estamos haciendo, aquí y ahora, los que heredamos de ellos este mundo tan enrevesado. Se me ocurre esta idea porque he visto con profunda indignación como para los señores del Socialismo del Siglo XXI, adefesio político pergeñado por Fidel Castro y Hugo Chávez, todos nuestros próceres, según ellos, quisieron que fuéramos gobernados por dictaduras y que fuéramos guiados por los principios aberrantes de Marx y de Lenin.

Ellos en su afán perverso de distorsionar la historia, no han tenido el menor escrúpulo en despilfarrar miles de millones de dólares –producto en su mayoría del petróleo venezolano– que solo ha servido para enriquecer a las nomenclaturas imperantes en sus países y para manipular y manchar las acrisoladas vidas de nuestros héroes nacionales, que se sacrificaron para que tuviéramos pueblos libres y no ilotas en manos de tiranos.

Veamos algunos ejemplos de lo que aquí afirmo: Simón Bolívar (Venezuela) en el Congreso de Angostura el 15 de febrero de 1819, dijo: “Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerlo y él se acostumbra a mandarlo, de donde se origina la usurpación y la tiranía”. La pregunta es: ¿Por qué Chávez y Maduro, que han dicho representan la Revolución Bolivariana, han hecho siempre todo lo contrario? José Martí (Cuba), el apóstol de la Independencia en la carta que dirige al presidente de los EE. UU., Ulises Grant, le advierte: “Como el peligro que corren las instituciones republicanas, con un gobernante que usurpa a la nación sus facultades legítimas”. ¿Por qué Fidel Castro y sus sucesores que han dicho encarnar el espíritu martiano, siguen usurpando el poder? Augusto César Sandino (Nicaragua) dijo: 1) “El pueblo es soberano y debe respetársele su derecho a elegir a sus gobernantes”. 2) “Nicaragua no debe ser patrimonio de determinado grupo o partido”. ¿Por qué los militantes del partido FSLN y el binomio Ortega Murillo siguen llamándose sandinistas? Y lo que es peor: ¿Por qué cometen crímenes de lesa humanidad en nombre de Sandino?

El autor es periodista y secretario general de la Asociación de Nicaragüenses en el Extranjero (ANE).

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