Una fuente médica confirmó a LA PRENSA que el exmagistrado y expresidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), Roberto Rivas, está intubado y en estado “grave” en el Hospital Vivian Pellas, de Managua.
Según la periodista Tifani Roberts, las dos hijas de Rivas “también están infectadas”, pero estables.
LA PRENSA contactó a una fuente médica de ese centro hospitalario, quien confirmó que el exmagistrado ingresó este domingo, por complicaciones asociadas a la covid-19. La fuente pidió mantenerse en el anonimato por temor a represalias.
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Roberto Rivas Reyes dirigió el CSE durante 18 años, entre el 2000 y el 2018.
Fue nombrado magistrado en julio de 1995, a pedido de quien era considerado su protector, el cardenal Miguel Obando y Bravo. En el 2000, fue reelecto como magistrado y por primera vez como presidente, a propuesta del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) y al amparo del pacto de Arnoldo Alemán-Daniel Ortega que hizo posible la reforma constitucional con la que los caudillos se repartieron el Estado.
Fue sancionado el 21 de diciembre del 2017, antes que estallara la crisis sociopolítica del país, por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, conforme a la Ley Magnitsky, mientras estaba en el cargo de presidente del CSE. El 31 de mayo de 2018 renunció al cargo.
En Nicaragua, la oposición política acusa a Rivas de colaborar con los fraudes electorales que han llevado a Daniel Ortega y Rosario Murillo a establecer una dictadura en el país cuando dirigía el CSE.
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En enero del 2018, luego de haber sido sancionado por Estados Unidos, el Ministerio Público de Costa Rica abrió una investigación a Rivas tras “analizar unas publicaciones compartidas por el Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD), en relación con informaciones difundidas en Estados Unidos sobre presuntos hechos delictivos, aparentemente cometidos por Rivas en Costa Rica”, pero recientemente fue absuelto.