Félix Alvarado está encerrado en su habitación. Entrenó por la mañana y decidió descansar. Algo no estaba bien. Había dudas sobre su oponente y eso lo tenía incómodo internamente. Cuando tocó hacer la sesión de entrenamiento por la tarde Félix demoró más de lo normal para bajar al área de adiestramiento del hotel Omni en Frisco, Texas. Entró a la habitación Pablo Osuna, representante del apoderado del Gemelo, su entrenador Luis Cortez y su segundo al mando Wilmer Hernández. Estaban deliberando o simplemente asimilando la noticia: la Federación Internacional de Boxeo (FIB) decidió que Israel Vázquez no es un oponente que merezca una pelea por título mundial, cortándole las alas al evento.
El olor a drama se estaba olfateando desde mucho antes. Antes de arribar a Texas le informaron que Erick “el Habanerito” López no había recibido la visa de Estados Unidos para entrar al país. En ese momento la empresa Golden Boy inició una carrera por encontrar a un rival adecuado para el nicaragüense. Creyeron haberlo hallado en el boricua hijo de la leyenda Wilfredo Vázquez, tricampeón mundial. El problema con el hijo de la leyenda (Israel Vázquez) eran sus 34 años y sobre todo, su récord para llorar. Por más que le apodaron el Heredero, no nació ni con los vestigios del papá. Vázquez presentaba credenciales de 10 triunfos, seis reveses y dos empates, ganando siete por nocaut. Su única virtud en medio del caos es su capacidad de soportar castigo. Es un Volvo del cuadrilátero, que pierde cuatro de sus últimas cinco peleas.
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La resolución final que se maneja hasta el momento es que el combate será a 10 asaltos, no estará el título en juego y la pelea pasará de 108 libras a 110. El sacrificio del Gemelo no está tirado a la basura, pero sí sintió como si le ensartarán la daga en el corazón porque posiblemente le reduzcan un buen porcentaje de la bolsa, aunque todavía está por verse. Ya en su cuarto, tras la sesión nocturna de adiestramiento trató de no desanimarse. “Lo tomó con profesionalismo, aunque claro que nos desconcierta un poco mentalmente. Pero soy un profesional que he hecho un gran trabajo con mi equipo. No importa con quién nos pongan, nosotros vamos a pelear”, explicó.
“Estoy a la espera de los detalles finales de la empresa Golden Boy. Si me cambian la categoría para mí mejor, son dos libras y me desgasta menos. Lo de la categoría me duele porque pretendía defender por tercera ocasión el título y no se dieron por fuerzas mayores. Vine preparado para ganar, ese es mi objetivo, retomar mi segundo chance con Golden Boy. No voy negativo cambien o no el rival”, concluyó Alvarado, optimista por excelencia en medio de las balas de la noche del martes.