El sector ganadero y lácteo se quejó ayer de los problemas que están afrontando con las exportaciones de productos lácteos hacia El Salvador, cuyo mercado habría endurecido los requisitos de ingreso de estos, situación que empeora por una sobreproducción que hay actualmente en las fincas lácteas como consecuencia del denominado fenómeno golpe de leche, el cual suele ocurrir con la entrada del invierno.
La Federación de Asociaciones Ganaderas de Nicaragua (Faganic) en conferencia de prensa explicó que El Salvador ha reducido los permisos para la importación de productos lácteos desde Nicaragua sin aviso previo, por lo que exigen al Gobierno que aplique medidas recíprocas a los productos provenientes de ese país, al tiempo que recordaron que “los snacks que se fabrican en ese país son elaborados con queso que importan de Nicaragua”.
Solón Guerrero, presidente de Faganic, explicó que las autoridades sanitarias y agropecuarias de El Salvador, uno de los principales exportadores de productos lácteos nacionales, han aumentado desmesuradamente sus restricciones. “Hoy en día están con unas medidas demasiadas estrictas, las cuales han reducido las exportaciones casi en un 60 y 70 por ciento y en muchos casos hasta el 80 por ciento, gracias a que han eliminado los permisos sin ninguna justificación convincente”, manifestó.
El Salvador es el principal destino de las exportaciones de queso de Nicaragua. Según cifras del Banco Central de Nicaragua, hasta marzo de este año los ingresos por envíos de queso a ese mercado sumaron 32.47 millones de dólares, la mayoría de los 41.22 millones de dólares que entraron a nivel global.
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Urgen formalizar a las plantas artesanales
Además el sector urgió a formalizar las plantas procesadoras artesanales de queso, tomando en cuenta que en el interior hay 1,200 de estas que están fuera del radar del Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA), lo que no solo afecta a consumidores nacionales sino que también disminuye la reputación de los productos lácteos en el exterior.
“Les hacemos un llamado a las autoridades gubernamentales que están vinculadas de la manera directa con el sector agropecuario, llámese IPSA, Ministerio de Salud o Marena, a que se formalicen esas 1,200 plantas artesanales, para poder tener un estándar de producción en Nicaragua y que no haya ningún tipo de justificación en los mercados de destino”, explicó.
Actualmente Faganic, que cuenta con la representación de 58 asociaciones cooperativas, está dirigiendo sus esfuerzos a realizar un grupo de trabajos entre productores y miembros organizados de la Cámara Nicaragüense del Sector Lácteo (Canislac), para poder tratar la problemática como sector y no de manera individual.
Sobre el golpe de leche, el líder gremial dijo que los productores están sufriendo una caída fuerte en el precio de la leche, que no permite cubrir los costos de producción en las fincas.
Guerrero recordó que la ganadería es uno de los pilares más fuertes en la economía de país. “La ganadería es el principal rubro de exportación del país, el principal generador de mano de obra en el país y el que da esa estabilidad socioeconómica en todas esas comunidades donde hay ganadería, que es prácticamente en los 153 municipios de Nicaragua. Consideramos de suma importancia tomar medidas a lo inmediato”, insistió.
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El fenómeno del golpe de leche debe de tomarse con seriedad
El golpe de leche se da a raíz de la llegada del invierno, cuando la producción de leche aumenta considerablemente. Esta sobreoferta hace que los precios bajen, afectando de manera directa al productor. “Los precios que se están dando en el campo no cubren ni siquiera los gastos fijos de nuestros productores. Tenemos que recordar que los gastos operativos en combustibles e insumos se han elevado enormemente por diferentes factores, incluyendo las reformas tributarias”, describió Guerrero.
Ante la reforma tributaria de 2019, Faganic dejó en clara su postura y reiteró que se necesitan hacer revisiones a dichos ajustes para así fomentar la producción del sector agropecuario, el cual es el motor de la economía en Nicaragua.
Los precios actuales de los productos lácteos varían en dependencia de los grados de organización y los niveles de las plantas que están cerca de la zona. Los precios oscilan entre los cuatro y cinco córdobas por litro en algunos lugares, pero en otros puede llegar a ubicarse entre 11 y 12 córdobas.
Según mostraron los productores, en El Almendro cada litro se está pagando a los productores en 5.50 córdobas, el más bajo en las zonas monitoreadas, mientras que en Masaya este puede llegar a costar 17.50 córdobas, el máximo en el país.