El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) presentó el balance humanitario 2021, en el que planteó que los impactos de los huracanes Eta y Iota, sumados a los de la pandemia del Covid-19 han provocado una “exacerbación en las necesidades humanitarias” para este año en América Central.
En el caso de Nicaragua el CICR se ha enfocado desde 2018 en el trabajo de detección y exploración de las condiciones en los penales, a través de diálogos con los privados de libertad, familiares y autoridades para buscar mejorar las condiciones de detención en el país. Durante 2020, el organismo realizó 142 entrevistas presenciales.
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“El CICR se reúne indistintamente con las autoridades y las familias de las personas privadas de libertad, a la vez que visita centros de detención donde recoge testimonios de personas detenidas y verifica las condiciones de reclusión. Las visitas son de carácter exclusivamente humanitario y buscan contribuir a que las personas privadas de libertad gocen de un trato y condiciones de vida conformes al derecho internacional y a los estándares internacionalmente reconocidos, incluyendo el contacto con sus familiares”, explicó Thomas Ess, jefe de la misión del CICR en Nicaragua.
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Ante las consultas realizadas por LA PRENSA sobre la condiciones carcelarias del país, Ess se limitó a mencionar que “su modus operandi es trabajar en silencio y en confidencialidad. Visitamos cárceles el año pasado, fueron 6 más las estaciones de policías, hemos hecho 142 entrevistas. De manera indirecta hemos beneficiado a 12 mil personas a través de recomendaciones, cambios estructurales, formación y capacitación con el personal penitenciario. No hacemos comparación con años anteriores, sino con el diálogo vial con las autoridades esperamos tener un tratamiento positivo y condiciones de vida”, dijo el jefe de la misión.
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También señaló que compartieron con los penales recomendaciones que se realizaron a nivel mundial para saber cómo adaptar la gestión de cárceles, con el fin de “reducir la exposición que es algo muy complejo, cuando teníamos un metro y medio, hablamos de hacinamiento que es un desafío muy complejo”, refirió Ess.
Atienden denuncias de familiares
LA PRENSA también le consultó si durante el 2020 los representantes del CICR recibieron denuncias de familiares de prisioneros políticos —aglutinados en organizaciones— sobre los malos tratos y represalias que se dan en los sistemas penitenciarios en contra de los reos de conciencia.
“Nosotros estamos en contacto diario con las familias de detenidos en Nicaragua, todos los días nos llaman, ese es el contacto y reto que CIRC está buscando porque también es un asunto confidencial. La familia debe acercarse al CIRC y solicitar y vamos a responder. Hemos buscado el diálogo, lo hemos encontrado y seguimos en contacto”, dijo Ess.
Enseguida, aseguró que de la misma manera tienen contacto con las asociaciones de familiares de detenidos por razones políticas en el país, quienes hacen su denuncia pública con el fin de lograr mejores condiciones carcelarias para sus parientes e inclusive demandar por su libertad.
Gobiernos deben incluir en la vacunación a personas privadas de libertad
La institución humanitaria señaló que el acceso a las vacunas debe ser equitativo con el fin de no generar nuevas ni mayores desigualdades, por lo tanto los gobiernos deben incluir en los grupos vulnerables a personas privadas de libertad, migrantes y desplazados.
El jefe de la Delegación Regional del CICR para México y América Central, Jordi Raich, reiteró que las vacunas deben ser “distribuidas de manera equitativa y que no generen nuevas desigualdades. Esto significa que dentro de los grupos vulnerables los gobiernos deben contemplar y reafirmar la inclusión de las personas migrantes, desplazadas y de personas privadas de libertad”.