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CONTENIDO EXCLUSIVO.La falta de vigilancia y seguimiento del Covid-19 de parte del Ministerio de Salud (Minsa) y el férreo secretismo que maneja el régimen de Daniel Ortega sobre el avance del virus, aumentan el riesgo de que las nuevas —y más contagiosas— variantes del coronavirus lleguen al país sin que la población se dé cuenta y causen estragos tanto en la salud de los nicaragüenses como en el sistema sanitario, advirtieron especialistas en el tema.
Según el epidemiólogo Leonel Argüello y el infectólogo Carlos Quant, miembros del Comité Científico Multidisciplinario, el virus podría ahora mismo estar circulando en el país, pero “no lo vamos a saber” porque el Minsa no realiza secuenciación genética del virus, y al tener (Nicaragua) las fronteras abiertas, la población queda más expuesta. Es decir —explicaron los especialistas—, la llegada de estas nuevas cepas es inminente.
La variante británica, sudafricana y brasileña son por ahora las nuevas cepas del Covid-19, siendo las dos primeras más infecciosas que el virus inicial y las que que tienen mayor presencia en los países del mundo.
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En América, al menos nueve países han confirmado que registraron una nueva variante del Covid-19, entre ellos Estados Unidos (cepa británica), México (cepa británica) y Panamá (cepa de Sudáfrica), este último lo reportó el 22 de enero, de un pasajero que había dado negativo al test de Covid al llegar al país canalero, pero luego fue puesto en cuarentena, resultando positivo a una variante no registrada en ese país.
Esto último deja más expuesta a Nicaragua, tras el anuncio de que Copa Airlines retomó desde el 20 de enero los vuelos comerciales en la ruta Panamá-Managua/Managua-Panamá. El problema no es que se haya restablecido la conexión con ese país, sino que en Nicaragua el control sobre el virus y su mutación es nula, además no se exige que los pasajeros establezcan cuarentenas obligatorias.
“Estamos interrelacionado con el mundo, no es descabellado pensar que en algún momento tengamos estas variantes en el país, o podría ser que hasta ya esté presente, pero no lo sabemos”, expresó el doctor Quant.
Copa Airlines se suma a la aerolínea Avianca que está volando a Nicaragua desde septiembre del año pasado, y ofrece ruta a Miami, México, Estados Unidos y El Salvador, este último país anunció que detectó una nueva variante del Covid-19, pero que no es la reportada en Reino Unido y Sudáfrica.
Covid-19: abordaje integral
¿Puede mutar el Covid-19 en Nicaragua sin darnos cuenta? Sí. El doctor Argüello explicó que las autoridades sanitarias deberían, además de mantener la vigilancia de los casos sospechosos, confirmados, contactos y fallecidos, estar investigando el comportamiento del virus en el país, sin embargo no se hace o la información no es compartida con el gremio médico.
“Obviamente para esto se requiere un abordaje integral comenzando por reconocer que el Covid-19 es un desastre y que debe abordarse como tal. Los virus van cambiando en la medida que van pasando de persona a persona, en otras palabras no necesariamente requiere que venga una persona de fuera con el virus con esta nueva variante, en cada país puede variar”, aseveró el epidemiólogo, quien señaló que Nicaragua cuenta con capacidad técnica y de equipamiento para dar seguimiento al virus.
Características de las variantes
Pero ¿cuáles son las características de las nuevas variantes de Covid-19 que acechan a los nicaragüenses? Aunque aún muchas de estas están en investigación, el 22 de enero el primer ministro británico Boris Johnson señaló que “parece que hay alguna evidencia de que la nueva variante (detectada en Reino Unido) puede estar asociada con un mayor grado de mortalidad”, viéndose en mayor riesgo las personas mayores de 60 años. Por otro lado, especialistas exponen que esta variante puede ser hasta un 70 por ciento más transmisible que el virus inicial.
En tanto la variante de Sudáfrica, según estudios científicos plasmados en reportes periodísticos, se ha detectado que esta tiene una carga viral más alta que al comienzo, lo que significa una mayor concentración de partículas de virus en los pacientes y esto puede contribuir a tener un nivel más alto de contagio. La de Brasil se asimila a la sudafricana.
Sin embargo, el régimen lejos de alertar sobre estas nuevas cepas del virus —que cada vez circulan más cerca de Nicaragua— y brindar las restricciones o medidas que tomarán ante esta amenaza, más bien promueve, cada fin de semana, miles de actividades, y en sus reportes semanales a la población solo se limita a mencionar los nuevos casos confirmados, recuperados y fallecidos.
Entre los requisitos que expusieron los organismos multilaterales para dar préstamos al país y combatir la pandemia, está transparentar y publicar información sobre el Covid-19, pero el régimen hasta ahora lo mantiene en secreto.
El Minsa lleva tres meses reportando semanalmente solo un muerto por coronavirus. Hasta el 19 de enero, se registraban 168 personas fallecidas y 6,204 casos confirmados. Pero estas cifras distan del Observatorio Ciudadano, que aseveró que solo en una semana —del 14 al 20 de enero de 2021— contabilizaron 20 muertes. Hasta esa fecha, hay un acumulado de 12,495 casos sospechosos y 2,929 decesos por esta enfermedad.
Actualmente el gremio médico informa que el país está viviendo un nuevo brote del Covid-19, y que las unidades de salud reportan un aumento de hospitalizaciones graves por esta enfermedad. En Centroamérica, más de un millón de personas se han infectado y más de 20 mil han perdido la vida, pese a las estrictas medidas de control impuestas por los gobiernos, que distan de la política de Ortega de alentar la expansión del virus.
Se necesita secuenciación del virus
Los médicos alertaron que el escenario actual en Nicaragua es propicio para que el virus una vez importado o que haya mutado a nivel local, sin detectarlo, se saturen las unidades de salud debido a la mayor transmisibilidad que tendrá el virus, lo que conllevará a más casos complicados y muertes.
“Por eso es importante estar vigilante y hacer público los datos. En Nicaragua podemos perfectamente identificar, y se hace actualmente identificación de otros virus, pero lamentablemente no se comparte con el gremio médico para mejorar el diagnóstico y tratamiento”, criticó el doctor Argüello.
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Al respecto, el doctor Quant señaló que el problema de que no se sepa si está o no una nueva variante en el país es porque “no se hace secuenciación genética de virus” a través de estudios que le corresponde realizar el Minsa junto al Centro Nacional de Diagnóstico y Referencia (CNDR). El infectólogo aclaró que en todo caso, si el sistema sanitario no tiene capacidad de realizar esas investigaciones, tendría que pedir colaboración a otros países u organismos internacionales.
“El problema es que aquí no se hace secuenciación genética de virus y no vamos a saber, a menos que a través de estudios e investigaciones el Ministerio junto al Centro de Diagnóstico sea capaz de secuenciar al virus o enviar estas muestras a un centro de colaboración internacional que permite hacer la secuencia genómica y tratar de identificar si está presente la cepa en nuestro país, pero parece una tarea bastante difícil tomando en consideración que con costo se hacen muestras (PCR) para identificar el virus”, cuestionó el doctor Quant.
Los especialistas destacaron que las medidas básicas siguen siendo sumamente importantes para prevenir aún estas nuevas cepas virales. El lavado de manos, distanciamiento físico y uso de mascarillas son vitales para protegerse.
“(Las variantes) representan un problema de salud porque al ser una cepa mucho más contagiosa, más personas se infectan rápidamente lo que conlleva a un mayor número de hospitalizaciones y saturación, si se aumenta la contagiosidad la letalidad aumentaría”, concluyó el doctor Quant.
Vacunas parecen resistibles a nuevas variantes
Hasta el momento, las investigaciones internacionales arrojan que las vacunas también funcionan contra estas nuevas cepas, aunque no hay certeza de su efectividad. En todo caso, las vacunas tendrían que ser modificadas, exponen los especialistas.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) donará vacunas al país y se prevé que lleguen en marzo y cubran al veinte por ciento de la población nicaragüense, es decir, 1.3 millones, de los 6.5 millones de habitantes que hasta el 2020 tenía Nicaragua, según datos del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide).
Por su parte el régimen anunció que pretende inmunizar a 3.7 millones de personas a través de tres tipos de antídotos. Aunque actualmente están en negociaciones con los laboratorios para comprar las dosis, se desconoce cuándo las tendría el país.