El líder del Movimiento Campesino, Medardo Mairena, no descartó anunciar su precandidatura a la Presidencia de la República por parte de esta organización de la sociedad civil, pero aclaró que este no es el momento para hacerlo, ya que la oposición a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo tiene temas más importantes que resolver.
“Los campesinos y los líderes del Movimiento Campesino nunca nos corremos de los retos, pero nuestra prioridad en este momento es lograr conseguir la unificación de todos los sectores para que podamos garantizar una oposición robusta y se dé la transición democrática. Para nadie es un secreto que aquí en Nicaragua el 85 por ciento de los nicaragüenses estamos en contra de este régimen y si nosotros logramos reunir a ese 85 por ciento, pues el pueblo de Nicaragua podría arrebatarle el poder a este régimen”, confió Mairena.
El liderazgo de Mairena tomó notoriedad luego que la dictadura en junio de 2012 anunciara que construiría el Gran Canal Interoceánico de Nicaragua. En ese momento la dictadura anunció expropiaciones de propiedades de pobladores afectadas por el paso de la supuesta obra, y estos tendrían que ser reubicados. Los campesinos se organizaron para protestar en contra de las intenciones del régimen. Muchos han sido víctimas de asesinatos selectivos, persecución, juicios ilegales, asedio, amenazas, golpizas y lesiones.
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Presos políticos y exiliados
El líder campesino fue uno de los más de 700 presos políticos del régimen de Daniel Ortega en 2018. En febrero de 2019 fue condenado a la desproporcionada pena de 216 años y tres meses de cárcel, que le impuso el juez orteguista Edgar Altamirano, titular del Juzgado Noveno Distrito Penal de Juicio de Managua. Recuperó su libertad a través de la amnistía que aprobaron los diputados orteguistas en la Asamblea Nacional, que propició la impunidad de los fanáticos y paramilitares que apoyan al régimen.
“Luego debemos ejercer presión en búsqueda de la libertad de presos políticos, el cese a la represión y que nuestros hermanos exiliados puedan regresar. También procurar las reformas electorales, que sean profundas, para que permitan la observación internacional, que haya una depuración del padrón electoral y que haya una auditoría a ese padrón, que haya cedulación masiva para los nicaragüenses para que puedan estar aptos para votar, pero sobre todo el cambio de los magistrados, que todos sabemos que son corruptos y responsables del sufrimiento de todos los nicaragüenses”, consideró Mairena.
Afirmó que en este momento en Nicaragua no hay condiciones para aceptar participar en las elecciones generales, ya que la mayoría de liderazgos de la oposición están siendo víctima de asedio, persecución, amenazas y encierros forzados en sus viviendas.
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Descarta a cúpula PLC
Mairena asegura que la unidad opositora se dará este año, pero no con la cúpula del Partido Liberal Constitucionalista (PLC). “No podemos condenar por los errores de la cúpula a las bases del PLC, a esos liderazgos del liberalismo que son democráticos y que hemos hecho oposición, porque siempre y constantemente hemos sido los caballitos de batalla para que otros lleguen al poder”, recordó.
Los diputados orteguistas del dictador en la Asamblea Nacional, en diciembre del año pasado, aprobaron la Ley 1055, Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo, a la Independencia, la Soberanía y Autodeterminación para la Paz, conocida como Ley Guillotina. Mairena dice no reconocerla y que no la acatará.
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“Es una ley que violenta la Constitución Política y violenta nuestros derechos constitucionales y si esa ley se va a aplicar, pues yo creo que aquí al primero que se le debe aplicar es a Ortega, a todos esos diputados que han hecho leyes fraudulentas y que violan la Constitución, ellos deberían ser los primeros inhibidos por esa ley; por lo tanto, si aquí en realidad hubiera un estado de derecho, creo que los primeros afectados deberían ser ellos”, finalizó.