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La violencia machista está presente en todos los sectores de la sociedad. LA PRENSA/ARCHIVO.

“Si a él no lo agarran, él va a terminar lo que comenzó”. Organizaciones feministas advierten el peligro de las mediaciones

El Observatorio de Católicas por el Derecho a Decidir registra siete femicidios en lo que va de agosto, cuatro ocurrieron entre el 20 y el 21 de agosto

Suyén Rocha tiene tres días de no salir de la casa donde está resguardada y piensa seguir ahí por un tiempo. Siente miedo a ser atacada si sale a la calle. “Por el momento no voy a a salir hasta que él esté detenido”, dice, refiriéndose a Carlos Santiago Lanuza Tórrez, expareja de su amiga Alma Martínez.

El pasado domingo 23 de agosto, Rocha fue testigo de cómo su amiga era atropellada y salvajemente golpeada por Carlos Lanuza en el barrio Monseñor Lezcano, Managua, después de que ambas salían de un local.

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Como consecuencia de la golpiza, Alma resultó con piezas dentales desprendidas, heridas en su rostro y múltiples golpes en su cuerpo. La víctima se trasladó a un hospital para ser atendida y posteriormente interpuso la denuncia contra el agresor en una delegación policial de la capital. Con Carlos Lanuza mantuvo una relación durante cuatro años, la que Alma terminó hace mes y medio, “porque mucho la golpeaba”, cuenta su amiga.

Suyén Rocha argumenta que su miedo nace en el hecho de que Carlos Lanuza conoce de su amistad con Alma y estaban juntas al momento del ataque. “Si me ve él puede ser capaz de golpearme, echarme el carro, hasta conseguir un arma”, refiere. Rocha asegura que “si a él no lo agarran, él va a terminar lo que comenzó”, refiriéndose a la posibilidad de que Lanuza pueda intentar matar a su amiga o a ella.

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El martes salió de su casa solo para ir a la Comisaría de la Mujer, para poner una denuncia contra Lanuza, pero en la delegación solo le tomaron su declaración como testigo de la agresión de su amiga Alma.

“Me dijeron que no era necesario poner denuncia porque él no me ha mandado mensajes ni me ha llamado amenazándome. Para mí es una gran estupidez la que me dijeron, o sea, que necesitan que me llame o que me agarre o que me haga algo para que yo después vaya a poner denuncia”, cuestionó Rocha.


El último informe del Observatorio de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), refleja 55 femicidios en grado de frustración, lo que para Elia Palacios, miembro del equipo de coordinación de la Asociación de Mujeres Axayacatl, indica que en estos casos hay dos responsables, “el agresor como tal, que es el que comete el delito, pero también las autoridades al no actuar sobre la prevención del mismo, para no seguir contando casos de femicidios”.

Cuatro femicidios en dos días

La agresión que sufrió Martínez no es un caso aislado; entre el jueves 20 de agosto y el viernes 21, se registraron al menos 4 femicidios en varias partes del país, según indica el Observatorio de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), que contabiliza un total de siete femicidios en lo que va de agosto.

El 20 de agosto, una mujer de identidad desconocida fue encontrada sin vida, con señales de tortura y estrangulamiento, en las cercanías del río Wiwilí, en Jinotega. Versiones extraoficiales señalaron que la mujer fue asesinada por un sujeto que la estaba esperando cuando regresaba de agarrar agua del río.

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Un día después, el 21 de agosto, Holman Zeas, José Bismark Espinales Gómez y Francisco Espinales Gómez, padre e hijos respectivamente, asesinaron a Lilliam Mendoza Martínez, de 32 años, en la comunidad Aguas II, municipio de Siuna, en el Triángulo Minero. A las 11:00 de la noche, los tres sujetos llegaron a la vivienda de la mujer para asestarle un balazo con una pistola calibre 32.

Ese mismo día, en Matagalpa, Carmen Martínez Rodríguez, de 29 años y su hija de cuatro años, fueron brutalmente asesinadas por Alexánder Castellón quien posterior a realizar el crimen, escondió los cuerpos debajo de una cama y luego huyó. El femicida fue capturado por la Policía el mismo día del crimen.

Peligro fatal de la mediación

Para Martha Flores, de CDD, los femicidios ocurridos en la última semana son consecuencia de los procesos de mediación que la Policía implementa para resolver las denuncias de violencia contra mujeres.

“Ellos (Policía) dan una cifra bien alta sobre lo que son denuncias de violencia de género, pero estos femicidios (4 en 2 días) nos indican que lo que ellos están haciendo es mandar a las mujeres a mediar y  estos son los resultados (femicidios)”, refiere Flores.

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Esta valoración de Flores lo reflejan las cifras del último informe presentado por la Policía el 14 de agosto, quien hasta el 7 de agosto de 2020 contabilizó 9,880 denuncias. Sin embargo, del total de denuncias, 6,320 casos fueron resueltos “a través de mediación entre las partes”, es decir, en el 80 por ciento de las denuncias las autoridades permitieron que un agresor negociara con la víctima.

“En muchos casos la Policía te dice que el agresor tenía antecedentes, pero tenía antecedentes porque la mujer ya había denunciado. Entonces, teniendo un antecedente de violencia, cómo vas a mandar a mediar a esta mujer, es mediar la vida de las mujeres”, explicó Flores.

Por su parte, Elia Palacios considera que los últimos femicidios registrados obedecen a que la Policía tipifica las denuncias recibidas por mujeres violentadas como faltas penales y no como delitos.

“Esto te demuestra que (las autoridades) no están judicializando los casos, los están tipificando como faltas porque de esta manera estos casos son sujetos de mediación, que al mismo tiempo reflejan la naturalización de la violencia por parte de la Policía”, señaló Palacios.

Según Palacios, las víctimas de violencia desconfían del trabajo de las delegaciones policiales, “porque muchos agresores andan prófugos , vemos como otros son beneficiados con indultos”, aunque aseguró que cuando deciden denunciar “el caso es minimizado o enviados a mediación”, o porque la víctima ya estaba cansada de tanta violencia.

Pese a que Alma Martínez optó por denunciar la brutal agresión de Carlos Santiago Lanuza Tórrez ante la Policía, su amiga Suyén Rocha asegura no confiar en el trabajo de las autoridades. “No confío en que (la Policía) lo atrape porque ya lo hubiesen hecho, pero primero Dios que sí”, culminó Rocha, quien asegura que seguirá resguardada mientras Carlos Lanuza presente una amenaza suelta en las calles.

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