La socióloga y experta en seguridad pública, Elvira Cuadra, presentó este miércoles un estudio sobre “La evolución de la violencia letal en Nicaragua”, que identifica el incremento de asesinatos en el primer semestre de 2020 en un 338 por ciento, en comparación con el mismo período de 2019.
Para Cuadra no cabe duda que la violencia se incrementó a partir de los eventos ocurridos en 2018, cuando comenzó la represión estatal contra las protestas civiles. Por eso la investigación considera la posibilidad de que los grupos de civiles armados o paramiliares –que uso el régimen de Daniel Ortega en 2018 para aplastar las las protestas civiles”–, “ahora también están cometiendo delitos de orden común”; o, “están encubriendo los asesinatos políticos como asaltos u hechos de violencia de otra naturaleza”.
Cuadra precisó que desde octubre de 2018 se ha venido registrando un incremento de los asesinatos en todo el país, principalmente en las zonas rurales. En el segundo semestre de 2019, los asesinatos se han elevado en un promedio de 19 casos de asesinatos por mes y en 2020 está letalidad se ha mantenido y a la vez extendido a las zonas urbanas del país.
El informe detalla que “entre enero y junio de 2020, se identificaron 114 casos de asesinatos en diferentes lugares de Nicaragua, con un total de 131 víctimas, de las cuales 107 eran hombres y 24 eran mujeres. Los meses en los que se presentaron más casos fueron enero con 27 ; abril, con 21 casos y mayo con 19 casos”.
En 2019 hubo cinco casos de asesinatos en enero; seis casos en febrero; uno en marzo; dos en abril; ocho en mayo; cuatro en junio, para un total de 26 casos en le primer semestre de ese año.
El estudio valora que “comparados con los mismos meses del año 2019, es posible identificar un incremento sustancial de asesinatos equivalente al 338 por ciento entre un año y otro”.
“Durante este primer semestre de 2020, se mantiene una tendencia que comenzó a presentarse durante le segundo semestre del 2019 y que es una tendencia creciente, en el que el número de asesinatos por mes se ha elevado significativamente. El promedio de asesinatos para los primeros seis meses de 2020 es de 19 por mes. Un número bastante superior a lo que teníamos en el mismos período en el 2019”, dijo Cuadra.
LAPRENSA/ ARCHIVO.
Vinculación política presente en algunos crímenes
De las 131 víctimas, 15 tenían alguna vinculación política (11 por ciento) con organizaciones del movimiento cívico, partidos políticos, organizaciones religiosas o de otra índole, por lo que se presume que sus asesinatos están relacionados con motivaciones políticas. Cuadra señaló que la vinculación religiosa que aparece este año, es un tipo que no aparecía en registros del año anterior.
En este último aspecto sobre la vinculación, el informe señala que aunque las motivaciones políticas parecen disminuir como causa de los asesinatos, al analizar el perfil de los perpetradores es posible identificar que se trata de grupos que actúan de manera organizada, utilizan armas de fuego en un 44 por ciento de los casos y armas blancas en un 45 por ciento de los casos; además que siempre se utilizan altos niveles de violencia, tal como se puede ver en las múltiples heridas o disparos que presentan las víctimas. En un poco más del cuarenta por ciento de los casos, las víctimas recibieron más de un disparo.
“Esto permite formular dos hipótesis: la primera es que los grupos de paramilitares además de la violencia política ahora también están cometiendo delitos de orden común; la segunda es que están encubriendo los asesinatos políticos como asaltos u hechos de violencia de otra naturaleza”, valora el estudio.
Las personas que cometieron los asesinatos fueron en 82 de los casos hombres; cinco asesinatos fueron cometidos por mujeres y en 29 casos no se logró identificar el sexo de las personas perpetradoras. En 25 casos los asesinatos fueron cometidos por dos o más personas. En seis de los casos se identificó la vinculación política de los perpetradores como policías y personas integrantes de grupos paramilitares.
Este año el municipio de Managua ocupa el primer lugar en la cantidad de asesinatos que están ocurriendo; luego siguen los municipios San José de Bocay, El Cuá y Wiwilí de Jinotega; y con porcentajes importantes, pero más bajos los municipios de Estelí, Matagalpa, Rosita, Waslala y Tuma La Dalia.
“Uno de los resultados más importantes es que en este período, la violencia letal se ha trasladado hasta los centros urbanos. El año pasado, cerca del 70 por ciento de los asesinatos ocurrieron en las zonas rurales. Sin embargo, ahora casi la mitad de ellos los tenemos en los centros urbanos del país y la otra mitad siempre en las zonas rurales”, valoró Cuadra.
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En informe además señala que “aunque las motivaciones políticas parecen disminuir como causa de los asesinatos, al analizar el perfil de los perpetradores, es posible identificar que se trata de grupos que actúan de manera organizada, utilizan armas de fuego y armas blancas, además que siempre se utilizan altos niveles de violencia, tal como se puede ver las múltiples heridas o disparos que presentan las víctimas. Esto permite formular dos hipótesis: la primera es que los grupos de paramilitares además de la violencia política ahora también están cometiendo delitos de orden común; la segunda es que están encubriendo los asesinatos políticos como asaltos u hechos de violencia de otra naturaleza”.
Las víctimas fueron 107 hombres (82 por ciento) y 24 son mujeres(18 por ciento). La mayoría de las víctimas se ubican en los rangos de edad entre los 16 y 59 años; es decir, personas en la plenitud de la vida y de sus capacidades.
Cuadra manifestó que el estudio se realizó gracias a la base de datos recopilada por el equipo del Monitoreo Azul y Blanco, que viene haciendo un seguimiento de la violencia política en Nicaragua desde 2018, cuando comenzó la represión del régimen de Daniel Ortega contra las protestas civiles.