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Zona de Strikes: Marvin Zelaya era un salvaje desde el box

Marvin Zelaya lanzaba a gran velocidad y no parecía preocupado si golpeaba a alguien, pero su entrega a su equipo, fue realmente admirable

Hay una imagen que siempre conservo de Marvin Zelaya y que quizá sirva para graficar su personalidad, temperamento y arrojo. Fue en un pasillo del hotel de la Selección Nacional de beisbol en el Mundial de Italia en 1998.

“Quiero que me ponga a lanzar mañana. Ese juego es mío. A los italianos yo sé que los agarro y ni las manos me van a meter. Si no me pone a lanzar, entonces, mándeme de regreso a Managua”.

Eso fue lo que le dijo Zelaya al mánager Noel Areas, una noche antes del partido por la medalla de bronce en aquel Mundial. Pero el tono no era el de una petición, sino de una orden. Noel cedió y Zelaya lució en plan grande sobre la colina.

No fue un duelo fácil. Luego de siete entradas el partido iba 1-1. El nica estaba trenzado en duelo con el italiano Diego Ricci, antes de que Nicaragua anotara cuatro veces en el octavo y ganara 5-1. Zelaya lanzó 7.1 innings de seis hits, una carrera y ocho ponches.

Vicente Padilla le conservó la victoria a Zelaya en el cierre y Nicaragua se llevó la medalla de bronce. Sin embargo, la victoria más resonante de Marvin pudo haber sido aquí en 1993, cuando venció a EE.UU. y al futuro big leaguer Paul Wilson, con 12 ponches, durante el Premundial.

También lanzó en la Copa de Italia ese mismo año 1993 (1-1 y 2.93), en el Mundial de 1994 aquí (1-1 y 4.02, con 18 ponches en 15.2 innings), en la Copa de Barcelona en 1997 (1-0 y 4.00) y el Mundial de Italia en 1998, donde tuvo 2-1 y 2.29 con 23 ponches en 19.2 episodios.

Pero no todo fue fácil para este fogoso lanzador derecho que inició en 1987 con León, pero no se logró establecer. Tres años después (1990) regresó con Chinandega y además de hacer un nombre, dejó huellas para siempre.

Zelaya arrancó con 10-7 y 3.82 en la campaña de 1990. Tuvo 10-3 y 3.42 en 1991 y 12-9 y 3.99 en 1992. Pasó al Bóer en 1993 con 12-6 y 5.31. Justo ahí ingresó a la Selección Nacional y con 14-6 y 2.48 tuvo su mejor año en 1995.

Y aunque continuó incluso en la Selección por varios años más, su labor a nivel local se vino a pique. En 1998, el año del Mundial de Italia, aquí su labor fue de 8-1, pero con 5.42 en efectividad y no ganó juego en los siguientes seis años.

Así que luego de esa sequía (de 2001 a 2006) y cuando pensábamos que ya no volvería más por problemas en su brazo, regresó y tuvo su mejor labor con el San Fernando en 2009, con 8-5 y 3.28 y 11 salvados.

Al final, Zelaya se retiró en 2012 a sus 44 años con marca de 119- 90 y 4.22, con 1,032 ponches en 1,621.1 innings. También salvó 41 partidos, pero la imagen que perdura es la de un lanzador valiente e incluso a veces temerario.

Jamás tuvo miedo y siempre quería el juego grande, como en Italia.

Edgard Rodríguez en Twitter: @EdgardR

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