La líder campesina Francisca Ramírez, exiliada en Costa Rica desde septiembre de 2018, regresará al país, pese a que en Nicaragua no hay condiciones para el retorno seguro. Ramírez explicó que en las últimas semanas ha habido una presión por parte de los líderes territoriales que están en el país, quienes demandan ser parte de un cambio y por ello volverá para luchar desde adentro.
“La decisión ya la tomamos, vamos a regresar”, expresó Ramírez, aunque todavía no precisa el día. “Sabemos que el riesgo es grande, pero que tenemos que asumirlo porque vemos que ya casi vamos a llegar a dos años de la lucha, de las protestas, de todos los crímenes que se han cometido y que hay una impunidad total, y que si no es el pueblo que presiona, pues no vamos a poder salir de la dictadura, ni lograr lo que queremos, que es una democracia verdadera”, sostuvo la líder campesina.
Actualmente los líderes campesinos están en un proceso de consulta para organizar el retorno y las implicaciones de la decisión. La demanda del regreso por parte de los territorios campesinos en Nicaragua no solo fue expresada a Ramírez, sino a otros liderazgos que están en el exilio, y que han vivido la represión por la defensa de sus tierras desde antes de abril de 2018, por el proyecto del Canal Interoceánico, impulsado por el régimen orteguista.
Pese a los llamados de los territorios, el regreso es una decisión personal, afirmó Ramírez, puesto que no se enfrentan con una persona normal, haciendo alusión a Daniel Ortega, sino que “estamos con una persona criminal, asesino”, y por tanto “no podés presionar, tiene que ser una deicisión propia, una decisión de correr el riesgo”, expresó.
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Ramírez ha denunciado la violación de derechos humanos por parte del régimen orteguista desde el exilio, desde donde ha tratado de ayudar a la población que padece hambre y frío en Costa Rica. Una de sus iniciativas junto con otros campesinos fue alquilar tierras para trabajarlas y crear campamentos para los mismos campesinos exiliados.
Esto también es parte de lo que se está discutiendo de cara al retorno. “Estamos haciendo una evaluación de cómo está la situación económica en Nicaragua, la pobreza, la producción, qué esperamos si Ortega no se va del poder, que vamos a llegar a vivir hasta una crisis alimentaria porque en el campo no se está trabajando porque no hay condiciones. Hay una gran persecución, zozobra, y eso no le da amplitud al campesino a tener libertad como lo teníamos antes, de trabajar libremente”, dijo.
La líder campesina también explicó que hay una demanda desde adentro de los territorios para que haya una oposición sólida, que sean incluidos en la toma de decisiones, que no se ignoren todos los liderazgos que surgieron en abril de 2018. “La gente quiere empoderarse de la lucha, que no sean unos cuantos, los mismos de siempre, que tomen la decisión de Nicaragua”, expresó.
Agregó que Ortega está haciendo lo que quiere, en su caso, unas personas desconocidas se le tomaron una propiedad de 70 manzanas en La Fonseca, y eso lo están viviendo ciento de personas que dejaron sus tierras.
“Es una decision tan terrible porque estás decidiendo entre la vida y la muerte, pero no nos queda de otra, es nuestra patria y tenemos que luchar por ella”.
¿Trabajarán con el Movimiento Campesino?
Ramírez también explicó que en el campesinado hay un descontento, por eso trabajarán en aras de una oposición contra el régimen y las demandas de los campesinos. La líder aseguró que esperan que el Movimiento siga siendo autónomo, que en el futuro siga luchando por los derechos de los campesinos, y mientras se mantenga bajo ese enfoque, mientras no haya una visión de convertirlo en un partido político, van a estar todos juntos.
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