La forma planificada de cómo un grupo de armados se robó un contenedor con quesillo valorado en más de 72 mil dólares y que iba hacia El Salvador, levantó ayer fuertes inquietudes entre las principales cámaras empresariales de Nicaragua, que temen que debido a la descomposición social a raíz de la inestabilidad política y económica, en el país se repita el mismo esquema delictivo que opera en el Triángulo Norte.
Las cámaras de Cosep advierten que si este tipo de atraco se convierte en una costumbre, la economía pagará un alto costo, particularmente las exportaciones que perderían más competitividad.
La Cámara Nicaragüense del Sector Lácteo (Canislac) denunció esta semana que el 13 de diciembre un grupo de armados se robó en la zona de Malpaisillo un contenedor con quesillo, el cual fue desconectado del cabezal y trasladado a otra rastra que estaba esperando que este circulara por la zona.
Los armados se llevaron la documentación de exportación y se teme que hayan buscado salida del país a través de rutas alternas. Y aunque la denuncia fue interpuesta ante la Policía, casi un mes después no han obtenido respuesta. El atraco golpeó la economía de 600 familia asociadas en una cooperativa exportadora.
Lo que más inquieta a los empresarios es que Malpaisillo está en la ruta principal que mueve gran parte de las exportaciones de Nicaragua, lo que refleja el riesgo al que están expuestas las empresas, incluidas las importadoras que mueven sus productos por las carreteras nicaragüenses.
El presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN), Guillermo Jacoby admitió que el esquema de robo antes descrito no había ocurrido en Nicaragua, lo que genera fuertes temores en las empresas, que podrían sufrir encarecimiento de los costos de seguridad de traslado de mercancías.
“Aquí en Nicaragua es muy extraño que se roben un contenedor completo… Dos cosas están sucediendo, acordate que en Nicaragua estamos en una recesión económica, que está forzando algún proceso de deterioro de la parte social, ese deterioro en la parte social puede resultar en asaltos de esta naturaleza, entonces eso es preocupante, porque si no se detiene de forma inmediata esto se puede convertir en una tendencia, entonces las exportaciones van a estar súper afectadas”, explica Jacoby.
Dañará competitividad
De convertirse en una práctica, el presidente de APEN considera que eso tendrá un efecto directo en la competitividad de las exportaciones, cuyas empresas sufrían el aumento en el costo de los seguros y pagarían más para resguardar la salida de los productos.
Los mismos organismos financieros multilaterales han advertido del alto costo económico que tiene para el comercio regional la inseguridad en las carreteras del Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras) y en el caso de Nicaragua se había destacado como un país que gozaba de alto nivel de seguridad ciudadana.
Una expansión de este esquema delictivo en Nicaragua encontraría a un sector exportador debilitado económicamente por el aumento de la carga arancelaria e impositiva.
Para Jacoby robos de este tipo pueden quebrar empresas “de un solo golpe”, principalmente si son medianas o pequeñas, como es el caso de esa cooperativa láctea afectada por el asalto. Esa misma preocupación comparte el director ejecutivo de la Asociación Nicaragüense de la Industria Textil y Confección (Anitec), Dean García que asegura “están monitoreando la situación”.
“Hay una total incertidumbre de nuestros embarques, porque nosotros utilizamos mayormente esa ruta para la sacada de nuestros contenedores, porque nosotros salimos por Puerto Cortés, entonces estamos monitoreando muy de cerca esta situación, obviamente es preocupante, por lo menos a nosotros el año pasado incidencias como esta no tuvimos, pero nos preocupa mucho”, afirmó.
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Robo fue muy sofisticado
Al presidente de la Asociación de Transportistas Nicaragüenses (ATN), Marvin Altamirano lo que más le inquieta no es el robo, sino la evidente planificación de este, que hace sospechar que está teniendo vínculos con grupos delictivos de los países del norte.
Altamirano afirma que en la zona de Malpaisillo es inseguro y que incluso han ocurridos robos de mercancías, pero son parciales. Y que fue hace tres años que conocieron del atraco a tres contenedores de café, pero la operación fue distinta.
“Nosotros sospechamos que hay gente en la zona que colabora con eso (los robos), pero ya hay otra gente con contacto con bandas de otros países como El Salvador, Guatemala, Honduras, por el modo de operar. El problema de esa ruta es transitar después de las 8:00 de la noche, aunque la Policía y el Ejército dicen que podemos transitar, pero nosotros no corremos esos riesgos porque exponés las mercancías a situaciones difíciles”, afirmó.
“Nosotros le hemos dicho a la Policía y al Ejército que tienen que hacer ese trabajo, es necesario que ellos lo hagan porque cuando se roban un contenedor completo significa que ya están más organizado”, agregó.
Según Canislac, el asalto del contenedor de quesillo ocurrió a las 6:00 de la mañana y al conductor lo dejaron amarrado.
Comercio preocupado
Carmen Hilleprandt, presidenta de la Cámara de Comercio y Servicio de Nicaragua (CCSN), expresó: “Es preocupante por un tema de seguridad, porque le puede pasar a cualquiera, hablando con otras empresas y con otras cámaras se ve como algo que fue bien planificado porque cambiaron de cabezal, y eso nos preocupa porque no había pasado algo así en Nicaragua”.
Al presidente de la Cámara de Industria de Nicaragua (Cadin), Sergio Maltez indicó que lo más inquieta es que hasta ahora las autoridades no han explicado el avance de las investigaciones del hecho y admitió que se deben hacer esfuerzos para evitar que esta práctica se instale en el país.
Maltez admite que la crisis política y económica actual ha aumentado la inseguridad, pero no mira voluntad de las autoridades para esclarecer el robo. “Tanto la Policía y Aduana deberían hacer esfuerzos para parar esta práctica o identificar dónde está el contenedor”, dijo Maltez, posición que compartió Jacoby.
“Las empresas van a comenzar a gastar parte del presupuesto que les queda en seguridad y se van a tener que defender para que esto no siga sucediendo, entonces lo que se va a provocar es que hayan enfrentamientos, que nadie quiere. Aquí debe haber un orden, que empieza por las autoridades que deben cumplir con sus obligaciones de acuerdo a lo que la ley le permita”, advirtió Maltez.
El presidente de APEN estima que una gran mayoría de las exportaciones en Nicaragua son sacadas a través de las vías terrestres, lo que refleja la importancia de que las autoridades eviten que el esquema de atraco de mercancías sofisticada eche raíces en el país.
Hasta ahora el asalto no ha sido informado por la Policía Orteguista, que casi a diario emite comunicados donde reporta los operativos en hechos delictivos en los que participa en el país.
En la semana en que ocurrió el extraño asalto, la Policía no incorporó este significativo atraco en su reporte del 14 de diciembre, solamente tres fallecidos en accidentes en Ciudad Sandino, Tipitapa y Chinandega ocurridos el 13 de diciembre.
A criterio de Canislac si el cabezal con el producto robado finalmente salió del país deben haber registros en los puestos fronterizos, pero hasta ahora no han obtenido una respuesta sobre las investigaciones.