Pintar por pasión y compartir su tiempo con el hogar ha sido una constante en la vida de Sugey López Mora en estos últimos años; hoy nos comparte un poco de sus inicios en las artes plásticas y de su sueño: convertirse en una reconocida pintora nicaragüense en las próximas décadas.
Cuando López Mora se interna en el maravilloso mundo de los colores, pierde la noción del tiempo. Se apasiona por la intensidad y destellos que emanan las luces, formas reales o caprichosas, recreadas o imaginadas.
En cada una de sus obras, que son muchas, trata que cada día alcancen más calidad visual, limpieza tonal y un mejor manejo de la composición. Sus trazos siguen influencias de maestros del arte europeo, sudamericano y nicaragüense.
Las dificultades para conseguir materiales que tienen un alto costo, la necesidad de buscar trabajos para subsistir el día a día o bien cuidar el hogar, no la han hecho abandonar su pasión por la pintura; que si bien ha tenido sus impasses ha recobrado tiempo y energías para hacerle un espacio vital.
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Autodidacta es a mucho mérito. Su vocación por el arte de pintar cuenta la artista le nació desde sus años de infancia, y que tristemente abandonó ante la necesidad de trabajar y subsistir el día a día, o realizar tareas propias de ama de casa.
Pero regresó con más fuerza. En recientes años asistió a la Escuela de Artes Plásticas Rodrigo Peñalba, su meta era realizar estudios académicos que imparte esta casa de estudio, y pasó la prueba con un dibujo sobre la Catedral de Managua.
Pero ante la dificultad de mantener un horario normal de lunes a viernes, toma la decisión de recibir cursos libres que impartía el conocido profesor Ricardo Morales, y aprendió técnicas sobre color, composición, y un poco sobre historia del arte.
Esta las complementó con lecturas posteriores y visitas a las exposiciones de arte, donde logró conocer a maestros como Arnoldo Guillén del lejendario grupo Praxis, entre otros.
Con Ricardo Morales, exdirector de la Escuela de Artes Plásticas Rodrigo Peñalba, colaboró en la realización de un mural sobre Rigoberto López, comenta la artista.
Estilos y temas variados
Sus temas parten de composiciones realistas, surrealistas, expresionistas. Abordan la sensualidad en sus desnudos femeninos; recuerdan la obra “El grito” del pintor noruego Edvard Munch.
Otras de sus piezas, sobre mujeres, picheles , guitarras gozan de reflejos platinados y relampagueantes que recuerdan piezas del pintor nicaragüense Leónidas Correa. Otras de sus obras muestran expresiones de dolor.
Sus trazos y empastes multicolores han retratado a su manera a la pintora mexicana Frida Khalo; también ha realizado versiones de obras de mujeres del pintor ecuatoriano Oswaldo Guayamín; así del pintor español Pablo Picasso al recrear la célebre pintura de “Las señoritas de Aviñón”, cuenta la artista.
Su amplio inventario de obras también muestran a briosos caballos, gallos, marimberos, bailarinas, escarabajos, carros, motos, catedrales; así composiciones geométricas lo que denota una exploración sobre temas, estilos, formas, colores. Su meta es darse a conocer como pintora y buscar un sello que la identifique en su recreación y creación variada.
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A inicios de este año, López Mora, expuso sus obras en una muestra colectiva en el Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica, coordinado por la pintora Nuncia Valenti; y en un reciente certamen de pintura en el Banco Central de Nicaragua, donde fue merecedora de un primer lugar.
Cuenta que ahora le gustaría realizar su primera exposición personal pero eso significa recursos que por ahora no cuenta; por el momento piensa enviar obras a una exposición colectiva este mes de agosto en el Centro Cultural Nicaragüense Norteamericano, que coordina Marvín Caldera Dávila; y posteriormente competir en nuevos certámenes de artes plásticas.
