Una mayor divulgación sobre la violación de derechos humanos por parte del régimen orteguista, además de acercamientos con organizaciones solidarias, son parte de los alcances de la caravana de jóvenes nicaragüenses que visitaron cerca de once países en Europa.
La caravana inició el 20 de mayo y finalizó el 15 de agosto. El plan inicial era visitar de cuatro a cinco países, pero gracias al apoyo de los grupos de solidaridad, integrados por nicaragüenses radicados en diferentes países, la gira de denuncia sobre la crisis sociopolítica se extendió, explicó una de las integrantes, Madelaine Caracas.
Esta joven fue elegida por la Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia, que la integran jóvenes, quienes fungen como representantes de diferentes recintos universitarios.
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Caracas explicó que en cada país se hace una agenda con base en tres enfoques: divulgación, incidencia política, organización con redes de apoyo u organismos que trabajan el tema de los derechos humanos.
Bajo esta guía y el soporte de los mismos nicaragüenses, las integrantes de esta caravana (Yerling Aguilera —socióloga y docente de la Universidad Centroamericana— y Jéssica Cisneros —Movimiento Cívico de Juventudes en Ciudad Sandino—) se han logrado reunir con medios de comunicación muy importantes, partidos políticos, representantes de los diferentes ministerios de Relaciones Exteriores y con organismos que en la década de los ochenta apoyaron a Nicaragua, y ahora se ha reactivado.
Caracas explicó que parte del trabajo al que se le está dando seguimiento es la creación de un canal humanitario, el cual permita crear un fondo de apoyo seguro para los nicaragüenses en el territorio nacional, pero también a los refugiados en Costa Rica.
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Por su parte, Yerling Aguilera, también integrante de la Articulación de Movimientos Sociales y Organizaciones de la Sociedad Civil de Nicaragua, explicó que cuando la caravana inició había una visión “reduccionista” de lo que se estaba viviendo en el país.
En casi tres meses que duró la caravana se lograron ampliar redes de trabajo y ayuda humanitaria, además se ha tratado de explicar la situación del país frente a hermanamientos y la misma cooperación internacional con el objetivo de repensar nuevos horizontes de ayuda, es decir, que no sea de gobierno a gobierno, sino que se pueda incluir el apoyo a organizaciones que han estado sistematizando la violación a los derechos humanos en Nicaragua, explicó.