El juez Julio Acuña Cambronero, quien sobreseyó a dos sospechosos por el crimen cometido en 2002 contra Francisco José García Valle, esposo de la abogada María Luisa Acosta y cuya decisión generó una demanda contra el Estado de Nicaragua, aspira a ser magistrado del Tribunal de Apelaciones.
Por la decisión de Acuña la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) emitió sentencia en marzo del año pasado contra el Estado de Nicaragua al que responsabiliza por la violación de los derechos de acceso a la justicia, a la verdad, a las garantías judiciales y protección judicial de Acosta y otros familiares de García Valle.
Acuña es juez de San Carlos, Río San Juan y aparece en el listado provisional de aspirantes admitidos en el concurso de oposición para la selección de magistrados.
“Todo soldado quiere ser general, no soldado, dicen”, confió a LA PRENSA el judicial.
En una carta pública dirigida a los miembros del Consejo Nacional de Administración y Carrera Judicial (CNACJ), Acosta les solicita revisar no solo la nominación de Acuña, sino los requisitos de permanencia en la judicatura.
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Al tiempo que les recuerda que en la sentencia la Corte IDH no solo estableció que en este caso ameritaría continuar las investigaciones, sino también “la apertura de procedimientos disciplinarios y de otra índole que sean necesarios para sancionar las irregularidades y omisiones cometidas en el proceso judicial”.
Sin embargo, les señala Acosta, Acuña en vez de ser objeto de la apertura de procedimientos disciplinarios “como mandata la sentencia”, continúa siendo juez y ahora se encuentra entre los 36 jueces aspirantes al cargo de magistrado de Apelaciones.
Sobre la demanda de Acosta, Acuña se limitó a decir “¿qué puedo decir? (…) está bien, ideay, qué vamos hacer , usted sabe como es esto”.
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