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Cultivos, Vegetales, Semillas, Transgénicos, Alimentación

El mercado mundial de las semillas transgénicas es controlado por cinco grandes corporaciones. LA PRENSA/ ITHOCKS

Séptima de 12 razones por las que Nicaragua debe decir no a los cultivos transgénicos

Ataque a la Soberanía Nacional

  1. Ataque a la Soberanía Nacional

En la actualidad existen al menos seis grandes transnacionales que fabrican agroquímicos a nivel mundial y controlan el 76 por ciento del mercado global de agrotóxicos.

“Nunca en la historia de la agricultura y la alimentación ha habido una concentración tan grande en la producción y el comercio mundial de las semillas, llave de toda la red alimentaria, en tan pocas corporaciones”, advierte Antonia del Carmen Jirón, productora agroecológica del departamento de Granada y vocera de la Alianza Semillas de Identidad.

Prácticamente todos los cultivos transgénicos en el mundo están en manos de cinco empresas transnacionales: Monsanto, Bayer, Syngenta, Dupont y Dow, las que actualmente se están fusionando en solamente tres grandes conglomerados agroindustriales globales. Monsanto-Bayer controla más del 90 por ciento de las ventas de semillas transgénicas.

“Esta situación es una seria amenaza para la soberanía en todos los países del mundo, ya que los cultivos transgénicos, más que una tecnología agrícola, son un instrumento corporativo de control de la agricultura mundial”, puntualiza Jirón.

Los casos más alarmantes de ataques a la Soberanía de los países por las grandes corporaciones dueñas de las biotecnologías transgénicas son Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia; países donde son evidentes los efectos socio ambientales como: destrucción de la biodiversidad, contaminación agroquímica de fuentes de agua y suelos, concentración de la tierra, desplazamiento de poblaciones campesinas, destrucción de la economía regional y avance del poder corporativo en extensos territorios de la llamada “república de la soya”.

“Como productores y productoras debemos proteger nuestras semillas porque son nuestro patrimonio. Por eso luchamos por conservar las semillas criollas a través de los bancos comunitarios de semillas y compartiendo con otros productores para que juntos defendamos esta herencia que nos dejaron nuestros antepasados”, comenta Edgard Cabrera, productor agroecológico de Nandaime y vocero de la Alianza Semillas de Identidad.

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