Fue abogado y político que de niño lustraba zapatos y luego fue presidente de Nicaragua desde 1963 hasta su muerte en 1966. Los historiadores dicen que era muy querido por el pueblo, debido a su generosidad, pero sus críticos dicen que solo fue un títere que utilizaron los somocistas como trampolín en el poder entre Luis y Anastasio Somoza Debayle
1. Barrio. El reparto Schick de Managua debe su nombre a este personaje. Se comenzó a construir en terrenos donados, que eran del Estado, pero que fueron asignados por él cuando era presidente.
2. Vicio. En un tiempo fue bebedor consuetudinario. Podía amanecer borracho en una cuneta o en una mesa de cantina.
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3. Vendedor. De pequeño vendía cosas en las calles, como dulces de lecheburra y periódicos, cosa de horno, tortillas, para ayudar a la economía familiar. Incluso, lustraba.
4. Política. Schick fue un presidente civilista bajo cuyo periodo se suavizó la represión, pero sus críticos destacan que siempre supo de los abusos del somocismo y se quedó callado. Se dice que Luis Somoza Debayle lo puso en el poder para manejarlo como títere y que luego retomara el poder su hermano Anastasio Somoza Debayle.
5. Amigo. Schick llegó a las altas esferas de la política nica de la mano de su amigo Julio César Quintana, pero terminaron enemistados cuando los Somoza eligen a Schick como candidato presidencial en detrimento de Quintana.
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6. Sin hijos. No tuvo hijos. Dicen que de joven una topa se le bajó a los testículos y que eso, sumado a su etapa de alcoholismo, lo volvieron estéril.
7. Muerte. Schick murió el 3 de agosto de 1966, tres años y tres meses después de haber asumido el poder. Aún hoy persiste la incógnita de que si murió por causas naturales o inducidas. Al momento de su muerte estaba en una encrucijada, pues los opositores le pedían elecciones libres y los Somoza presionaban por no perder el poder, explica un reportaje de la revista Magazine.
8. Póquer y cigarrillos. El alcohol no fue el único vicio de Schick. También era fumador empedernido y amante del póquer. Jugaba naipes en el Club Social de Managua.
9. Audiencias públicas. Siendo presidente, todos los miércoles recibía a todo el que llegara para contarle sus problemas. Después de escucharles, los despedía entregándole un billete doblado.
10. Chisme. A Schick lo afectó bastante el rumor de que estaba involucrado sentimentalmente con la esposa de su hijastro. Muchos, como el periodista Ignacio Briones Torres, aseguran que el rumor era falso.
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