En noviembre de 2005 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 27 de enero como Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto.
Desde entonces esta conmemoración se viene realizando cada año en muchos países del mundo. Y para 2017, la ONU propuso como tema de las actividades conmemorativas “Recordación del Holocausto: educar para un futuro mejor”. Con esto, según las Naciones Unidas, se pone de relieve que “la conmemoración del Holocausto tiene una dimensión universal y puede ser un foro adecuado para fomentar el respeto de los derechos humanos, aumentar la tolerancia y defender nuestra humanidad común (…). “El Holocausto constituyó un momento histórico decisivo del que es posible extraer valiosas lecciones hoy acerca del peligro del extremismo y la prevención del genocidio”.
El Holocausto es el genocidio que cometió el régimen nazi alemán de Adolfo Hitler contra el pueblo judío, en los años previos a la II Guerra Mundial y durante ella. Alrededor de seis millones de judíos fueron asesinados, igual que millones de personas de otros pueblos y grupos sociales y políticos que los nazis calificaban como seres inferiores que, según ellos, no tenían derecho de existir.
En la historia han ocurrido otros genocidios, como se le llama a la matanza premeditada y sistemática de muchas personas con el propósito de destruir total o parcialmente una nación, etnia o raza; o de exterminar un grupo religioso, político o de cualquier otra naturaleza. Pero el holocausto judío es la representación de todos los genocidios, pues según el internacionalista argentino Emilio Cárdenas “es el símbolo siniestro más evidente de la inmensa capacidad del hombre de hacer el mal. De extraviar nada menos que su propia condición humana”.
En Nicaragua la resolución de las Naciones Unidas de conmemorar el Holocausto fue cumplida en 2010, pero solo por la Asamblea Nacional que en noviembre del año anterior resolvió celebrar una sesión especial conmemorativa cada 27 de enero. Sin embargo, en junio del mismo año el régimen orteguista suspendió las relaciones diplomáticas de Nicaragua con Israel y la conmemoración del Holocausto ya no fue realizada por el parlamento nicaragüense, únicamente por algunos diputados y ciudadanos amigos del pueblo israelí que lo hicieron fuera del recinto parlamentario siendo hostigados por turbas orteguistas.
El exdiputado socialcristiano aliado del FSLN, Agustín Jarquín, propuso a la Asamblea Nacional que se reanudara este año la conmemoración del Día del Holocausto. Pero al parecer la propuesta ha sido menospreciada a pesar de que la conmemoración del Día del Holocausto es un acuerdo de las Naciones Unidas y una obligación de la Asamblea Nacional, decretada por ella misma.
Seguramente que esto se debe a que el régimen orteguista es aliado de quienes en el Oriente Medio y el mundo odian al pueblo judío y quieren destruir el Estado de Israel. Y aunque no lo digan abiertamente, probablemente quisieran que haya otro Holocausto para terminar la tarea genocida de Adolfo Hitler, de exterminar al pueblo judío.