Aunque el sector empresarial en Nicaragua reconoce la importancia de construir una carretera costanera en el Pacífico del país, también consideran que será necesario atraer la presencia de nuevos resorts de reconocimiento internacional, porque hasta el momento solo existe uno.
Lucy Valenti, presidenta de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), explica que existe un amplio interés de inversionistas principalmente en Tola y San Juan del Sur, Rivas, por ese tipo de proyecto que beneficiaría en una cadena multiplicadora a miles de familias que a lo largo de esa zona dependen de actividades económicas simultáneas.
“Siempre hemos insistido que no hay más cadenas internacionales en la zona costera y traer uno sería necesario porque vendría a traer más valor en esa zona. Eso hará que los pequeños proyectos tengan un dinamismo porque los grandes van a requerir fortalecer sus cadenas”, aseguró la representante gremial.
Valenti sostiene que la carretera también ha sido de interés de los empresarios turísticos que celebran la iniciativa de explotar la franja del Pacífico.
Según la vicepresidenta designada por el Consejo Supremo Electoral, Rosario Murillo, este proyecto empezaría en la frontera sur, cruzando por playa El Naranjo, Ostional, La Flor, Playa El Coco, Marsella, Las Maderas, Majagual, Guacalito, El Gigante, Tupilapa, Huehuete, Casares, La Boquita y Masachapa.
“Toda inversión en esa zona va a necesitar de una serie de provisiones para los hoteles, desde vegetales, servicios, artesanías, mariscos y todo ello es lo que impacta en la economía de las familias locales.
Una prioridad
Para el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, el sector turismo es un eje priorizable para atraer inversión al país, razón por la que consideran viable el anuncio de Murillo sobre la construcción de esa carretera que forma parte de otros 33 proyectos.
“Si vemos a largo plazo, el país necesita inversión en el área del agro para elevar la productividad, pero también en el turismo, porque esa actividad como tal, impacta en su alrededor de forma positiva”, manifestó Aguerri en conferencia de prensa.
Y aunque los empresarios desconocen la disponibilidad de fondos para financiar el proyecto, Valenti dice sentirse interesada por lo expresado por Murillo.
De acuerdo con el Plan Políticas y Proyectos de Desarrollo para Potenciar la Inversión 2017-2021, publicado por la Agencia de Promoción de las Inversiones (ProNicaragua), la construcción de la carretera costanera es el primer punto abierto a inversión.
Según ProNicaragua, la obra tiene 138 kilómetros de extensión y prácticamente une dos aeropuertos internacionales, el Augusto C. Sandino, en Managua, y el de Liberia, en Costa Rica.
“La costanera constituirá el enlace directo entre los mercados mobiliarios y turísticos de ambas naciones”, indica el plan oficial.
Más articulación
Por su posición e impacto, Valenti asegura que la coordinación con la vecina Costa Rica será necesaria para potenciar no solo el intercambio comercial, sino también el flujo de visitantes que viene de ese país.
“No es igual para un turista que llega a Costa Rica solo quedarse en ese país, que en el mismo paquete te ofrezcan la posibilidad de visitar Nicaragua. Eso es algo que estaremos pronto trabajando con nuestros pares de Canatur en ese país”, agregó Valenti.
Los datos del Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur) reflejan que en 2015 el país recibió a 1.38 millones de turistas con una estadía promedio de 8.7 días.
Esos son los datos que según Valenti con la inversión de esa carretera costanera pueden verse incrementados porque la conectividad terrestre es de interés para los extranjeros y nacionales que se desplazan entre los centros turísticos del país que están en esos tres departamentos del Pacífico.
120
millones de dólares es el monto de inversión que totaliza la carretera costanera en el Pacífico de Nicaragua, explica en un documento oficial la Agencia de Promoción de las Inversiones.
Ortega descartó proyecto en 2013
En 2004 el entonces presidente de la República, Enrique Bolaños, trató de hacer realidad el proyecto para construir una carretera costanera en el país, pero no logró ni elaborar el estudio de factibilidad.
“Nunca pudimos conseguir que nos dijeran hagamos un estudio de la carretera y démosle inicio’”, dijo a LA PRENSA el expresidente en agosto de 2013.
En 2008 bajo el mandato del presidente Daniel Ortega, el titular del Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur), Mario Salinas, dijo que la propuesta de Bolaños era muy cara y “utópica”, al calcularse la obra entre 250 millones de dólares y 300 millones de dólares, por lo que prometió rediseñarla.
“En los próximos tres meses (marzo, abril, mayo) tendremos completados los rediseños y estaremos iniciando la construcción a finales de este año (2008); construcción que durará alrededor de año y medio. Después de ese período la estaremos inaugurando, donde nos estaremos conectando, prácticamente, desde Costa Rica hasta el Golfo de Fonseca”, aseguró Salinas en ese entonces.
En 2013, sin embargo, el titular del Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI), Pablo Fernando Martínez, dijo: “no tenemos diseño y no hay fondos” para este proyecto (la costanera).
Martínez, en agosto de ese año, comunicó además que “no es rentable” la obra que contemplaba construir 138 kilómetros de vía en el Pacífico, apostando con potenciar el turismo.
Dos meses antes, el 13 de junio de 2013, el orteguismo aprobó en la Asamblea Nacional en lo general la “Ley Especial para el Desarrollo de Infraestructura y Transporte Nicaragüense atingente a El Canal, Zona de Libre Comercio e Infraestructuras Asociadas“, tras un debate que duró solamente tres horas, donde diputados opositores y oficialistas expresaron su opinión sobre este megaproyecto.
El 22 de diciembre de 2014, el gobierno orteguista y el empresario chino Wang Jing, a quien te le fue otorgada sin licitación la concesión canalera, inauguraron en Brito, Rivas el inicio de las supuestas obras del megaproyecto, pero dos años después solo hay caminos polvorientos en verano y llenos de charcos en invierno, así como ganado sobre la ruta.